Falta de personal, habitaciones con temperaturas superiores a 40 grados, deficiencias en la higiene, mala calidad en la alimentación y, ahora, una plaga de chinches. La residencia de mayores Santiago Rusiñol, en la localidad madrileña de Aranjuez, arrastra denuncias desde hace más de tres años. Los familiares de sus residentes señalan la "dejación absoluta" de las administraciones, en concreto, del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que es quien tiene las competencias.
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