Recuerdo cuando
mi casa calcinada fue portada en su diario y estoy segura que ayudó a vender muchos ejemplares, pero jamás imaginé que nuestro / mi dolor no lo reflejara en su magnitud. Porque sepa usted que nuestra situación es más indigna de lo que usted pudiera llegar a imaginar. No concibo que un concierto de rock, por muy universitario que sea, pueda superar la reivindicación de una multitud que clama MÁS NUNCA a lo que ha sucedido y exige que no vuelva a ocurrir. Vía
www.PlayaMelenara.com