Obviamente, de ser verdad lo que dice la política madrileña estaríamos ante un caso gravísimo. Pero, como suele ocurrir entre quienes recurren a la estrategia del ventilador, Ayuso no aporta prueba alguna. Lo dice, su discurso se expande y se queda tan ancha. Es cierto que ella también es víctima de esta forma de actuar, pero desde luego no la legitima para hacerlo.
|
etiquetas: ayuso , compañía tóxica , activo