Hace 6 años | Por --548783-- a directa.cat
Publicado hace 6 años por --548783-- a directa.cat

La sentencia de la sala novena da credibilidad al testimonio del denunciante, aunque en el texto uno de los magistrados del tribunal ha defendido la absolución del agente. l agente de la Guardia Urbana de Barcelona, Daniel Baiget Ortega, ha sido condenado a un año de prisión y uno de inhabilitación para el ejercicio del sufragio pasivo y al pago de una indemnización de 10.000 euros por un delito de lesiones. TRADUCCIÓN: #1

Comentarios

tul

que barato resulta a algunos hijosdeputa agredir al resto de las personas.

p.d. y cuando hijodeputa votando negativo para tapar las barbaridades que hacen los uniformados.

D

No se si existe semejante laxitud en las condenas a miembros de las fuerzas policiales en otros paises europeos, o esto es propio de un país que pasó sin ruptura de la dictadura a la democracia como si nada hubiera pasado.

luego les pegan un tortazo y dicen que tienen secuelas psicologicas y que tienen que mirar debajo de la cama antes de dormir dicen...

D

TRADUCCIÓN: #1

La sección novena de la Audiencia de Barcelona considera que Baiget rompió la mandíbula de Kamal Uddin tras llevarlo a la comisaría de Ciutat Vella para poder identificarlo en julio de 2011. A pesar de que el Ministerio Fiscal y la acusación particular pedían también una condena por un delito contra la integridad moral -con los agravantes de racismo y xenofobia y el carácter público del acusado-, el tribunal ha decidido absolver al urbano de este delito. Como no tiene antecedentes, el agente condenado no entrará en prisión.


Según los hechos probados por el tribunal, Daniel Baiget y otro agente condujeron Uddin a la comisaría con el vehículo policial para identificarlo tras pedirle la documentación en las Ramblas. Al llegar le hicieron bajar del coche y Baiget lo condujo hasta un lugar donde no había cámaras de videovigilancia. Después de 42 segundos fuera del campo de acción de los dispositivos de seguridad, Uddin salía de las dependencias policiales y sólo unos minutos más tarde, se encontraba en el centro sanitario Peracamps de Barcelona con la mandíbula izquierda rota. El denunciante necesitó una intervención quirúrgica y, en total, 140 días para recuperarse de la lesión de la que aún presenta secuelas, como son las molestias que sufre a la hora de comer.


El juicio, que se celebró el pasado mes de noviembre, estuvo centrado en averiguar que había pasado en los 42 segundos durante los que la víctima y el policía desaparecen de la visión de las videocámaras durante el paso de Uddin por la comisaría de la GUB en las Ramblas. Según la acusación particular y la fiscalía, en este lapso de tiempo se produjo la agresión, un extremo que ahora confirma la sentencia. Una de las componentes para decantar la resolución ha sido la credibilidad que el tribunal otorga a la declaración del denunciante: "tras una detenida y profundo análisis, debemos otorgar eficacia probatoria a esta declaración".

Por el contrario, la sentencia califica el hecho de que el policía no dejara constancia del paso de Uddin por el recinto policial como "llamativo, pues no es sólo una omisión de sus deberes, sino dos, y especialmente en el documento de trabajo se observa que hizo constar una información falsa sobre la ubicación del acusado y su compañero en el momento de los hechos ". Durante las declaraciones en la Audiencia, el urbano asegurar que no recordaba la actuación de ese día.

Uno de los tres abogados con quien contó Baiget durante el juicio es Andrés Maluenda, del bufete Molins & Silva. Maluenda fue el abogado de uno de los ocho mozos de escuadra condenados por el homicidio de Juan Andrés Benítez. Tanto el acusado como el abogado mostraron un alto grado de contundencia verbal durante todo el proceso, hasta el punto de que el juez que presidía la sala los tuvo que retomar la actitud. La estrategia de la defensa no dio su fruto, ya que otro elemento a favor de la sentencia condenatoria es "la inexistencia de una hipótesis alternativa razonable que encaje con los hechos probados".

Se da la peculiaridad de que el presidente del tribunal, Salvador Roig, ha incorporado su voto particular en la sentencia. Roig, muestra su oposición a la condena del agente y defiende su voto a favor de la absolución ante los votos condenatorios de los otros dos magistrados. El juez, considera que la declaración de Uddin no está suficientemente consolidada como para condenar el guardia urbano. También utiliza el informe presentado por el perito odontológico de la defensa, asumiendo la hipótesis de una posible fractura anterior al paso del denunciante por la comisaría. Salvador Roig saltó a los medios de comunicación en 2009, cuando condenó a una persona sin recursos a un año de prisión por robar media barra de pan "de manera violenta" en Badalona.

primeras valoraciones

Desde SOS Racismo, la entidad que ha hecho seguimiento de todo el caso desde el comienzo hace seis años, valoran positivamente el resultado de la sentencia. "Un caso que estaba destinado a ser archivado, por las numerosas trabas policiales y judiciales que hemos encontrado durante toda la instrucción, finalmente termina en condena", expresan en un comunicado. Sin embargo, destacan la valentía de Uddin y consideran que "este logro no hubiera sido posible sin la persistencia y valentía de Kamal en la búsqueda de justicia y de ver reconocida su dignidad. Una actitud muy loable dada su situación e imprescindible para que nuestra entidad pueda llevar adelante el proceso a pesar de los obstáculos judiciales ".

Sin embargo, mantienen una posición crítica respecto a algunos puntos del redactado de la condena. "Consideramos que es una sentencia hecha a medida para no aprisionar el agente de policía. Absolviéndose el de la acusación de delito contra la integridad moral y los diferentes agravantes". "Es incomprensible que no se aplique la agravante de abuso de autoridad teniendo en cuenta que es una agresión que hace un agente de la policía en servicio, haciéndose valer de esta situación (tal como la misma sentencia recoge) ", remachan.

Como aspectos negativos de la resolución del tribunal, destacan el hecho de que los magistrados no han tenido en cuenta la situación de especial vulnerabilidad de una persona como Uddin, "recién llegada al país", y lamentan que no se tenga en cuenta "la motivación que nos lleva a actuar como entidad: el racismo".

En su comunicado dicen lamentar "que la sentencia no inhabilite un funcionario público, responsable de la seguridad ciudadana, a pesar de haber sido condenado por agresión". Y piden respuestas al consistorio de la ciudad: "Esperamos que el Ayuntamiento de Barcelona, responsable de la policía local, esta vez sí, reaccione tomando las medidas necesarias".

"Este caso ejemplifica la falta de protección de las víctimas de abusos policiales dentro del sistema. Sin el apoyo de una entidad civil, como SOS Racismo, la denuncia no habría tenido recorrido, como recoge el mismo juez en la sentencia. Sin dar sentido a nuestra labor, no podemos obviar la debilidad del Estado de Derecho que aquí se manifiesta ", concluyen.

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Indulto incoming en 3,2,1...

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Hay mucho delincuente vestido con uniforme.