Para evitar ser un damnificado de este último tipo de estafas, hay que tener claros varios conceptos. El más importante: ningún revisor del gas se presentará en su casa por sorpresa, sin que lo sepa previamente. O bien vendrá de parte del fabricante de la caldera o de la compañía que presta el suministro de gas –empresas con las que muchos ciudadanos tienen contratado un servicio de mantenimiento-, o bien lo habrá llamado usted: hay quien acude a un instalador independiente.
|
etiquetas: gas , revisiones , fraude