Hace 6 años | Por marcusramius a microsiervos.com
Publicado hace 6 años por marcusramius a microsiervos.com

En lugar de recurrir a los iones de litio emplea condensadores híbridos de grafeno. El prototipo de Terzo Millennio de Lamborghini hace uso de los nanotubos de carbono para convertir la carrocería del coche en un enorme supercondensador, o ultracondensador. Como las baterías, los condesadores también almacenan electrcidad pero funcionan de una manera diferente, con ventajas y desventajas.

D

O sea, que cuando se averie o se agote la bateria-carroceria, en cambiar una bateria, tienes que cambiar la carroceria lol lol

Dene

Igual así evitan que la gente se siente encima... con un buen calambrazo

D

El coche es feo. https://www.lamborghini.com/en-en/brand/innovation-excellence/terzo-millennio

Pero es de eso feo que te gusta.

Sofiajeje

Condensador de fluzo-grafeno. Vamos al futuro Marty

Caresth

Que hablen conmigo. Tengo gran experiencia recibiendo calambrazos de cualquier objeto metálico, en especial mi querido vehículo. Soy un condensador andante.

D

Esto da para paja.

fifodoble

#1 Pero será de un bonito color azul eléctrico
Matias prats mode OFF

e

¿Hace referencia al grafeno y no está en portada? Qué te está pasando menéame, ¿Hacen falta gatitos?

#6 Agarra el marco de la puerta con la mano antes de poner el pinrel en el suelo (por desgracia es algo que olvido cuando voy de pasajero en otro coche)

DeepBlue

En lugar de venir a mangarte gasolina con una garrafa y aspirando al principio por una manguerita, vendrán con unas pinzas eléctricas de cocodrilo

a

#4 Esos bajos... Con la mania que hay ahora a poner badenes por todo, no podras salir de casa sin dejarte la carroceria con sus nanotubos en el primer baden

D

#12 Y recuerda, si te dejas la carroceria, ya no anda, que es donde almacena la electricidad.

Caresth

#10 Con el coche lo tengo bastante controlado, el tema es que me cargo con todo. En mi antiguo puesto de trabajo todo me daba descargas. Creo que era por unos fluorescentes que tenía muy cerca, porque luego cambié de sitio y paró algo la cosa. Mi compañera se reía de mí y no me creía, hasta que un día fui a guiarle la mano del ratón para enseñarle a hacer algo y le metí una descarga a un anillo que llevaba.