Por Pablo Fernández, profesor del IESE. La semana pasada fui invitado a dar una conferencia sobre valoración de empresas en Bruselas. Al llegar el turno de preguntas y durante la cena recibí el sentido pésame de muchos de los asistentes porque soy español. Los distintos pésames tenían distintos matices pero coincidían en su extrañeza de que España esté en esta situación cuando tiene buenos profesionales, buenos directivos, buenas empresas, buenas escuelas de negocios, buenos inspectores en el Banco de España,…
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Sorprendentes también estas declaraciones: "Tampoco saben si (los inversores internacionales) ya pueden creerse los balances y las cuentas de resultados que presentan las empresas financieras españolas. Y están muy extrañados de que, tras el hundimiento de tantas entidades financieras, no haya noticias de juicios penales y civiles ni contra sus antiguos consejeros y directivos, ni contra los reguladores que debieron cortar sus excesos y fechorías, ni contra sus auditores."
Pero más aún este detalle que por aquí parece haber pasado desapercibido: También estaban extrañados de la gran rebaja en las posibles multas a sociedades auditoras. En efecto, la ley 12/2010 de 30 de junio disminuyó las multas a imponer a las sociedades auditoras por la comisión de infracciones.
"Finalmente, me preguntaban si yo veía salida a la situación actual de España.
Yo les contestaba lo de siempre: con verdad, responsabilidad y sentido común las cosas empezarían a mejorar rápidamente."
O sea, que no ve salida.
Los distintos pésames tenían distintos matices pero coincidían en su extrañeza de que España esté en esta situación cuando tiene buenos profesionales, buenos directivos, buenas empresas, buenas escuelas de negocios, buenos inspectores en el Banco de España
En Bruselas deberían saber que nunca se debe subestimar el poder de un político.
Si, hay muy buenos profesiobnales y directivos, pero el problema está en que los que no valen para nada, los ponemos a dirigir el país.
Lo de buenos directivos y buenos inspectores es un poco relativo
alguno preguntaba: ¿las leyes las hacen sólo los políticos sin preguntar a alguien que entienda del objeto de las leyes? pues si, as,i es, fuera de ESpaña todos lo entienden, aquí nadie sabe el porque y quien lo sabe miente a los demas, pena de pais y pena de personas que viven en el.