La ciudad boliviana de Cochabamba (centro) es testigo de la lección de lealtad y perseverancia de un modesto perro mestizo, que desde hace cinco años espera en la esquina de una avenida de esa urbe a su amo fallecido en un accidente de tráfico.
Si yo no tuviera perro, votaría irrelevante esta noticia.
Si mi perro (estoy convencido) no conociera entre 10 y 15 palabras humanas en mi voz y con mi tono,
si mi perro no supiera a la hora que llego habitualmente a casa (se asombra y enmudece si llego antes o después),
si cuando llego a mi hora mi perro hace fiesta,
si ayer olió la herida de mi brazo (vendada e higienizada) y me miró desde sentado, y para variar enmudecido,
si mi perro no reconociese el sonido del motor de mi coche desde no sé cuantos metros antes de llegar a casa (me lo cuentan los vecinos debido a los aullidos perrunos),
si cada vez que pasa una ambulancia en la lejanía mi perro no aullase como el deudo más triste (y esto aún no lo entiendo), yo también votaría irrelevante esta noticia.
Comentarios
Bart's people.
Pobre perro, supéralo can!
Si yo no tuviera perro, votaría irrelevante esta noticia.
Si mi perro (estoy convencido) no conociera entre 10 y 15 palabras humanas en mi voz y con mi tono,
si mi perro no supiera a la hora que llego habitualmente a casa (se asombra y enmudece si llego antes o después),
si cuando llego a mi hora mi perro hace fiesta,
si ayer olió la herida de mi brazo (vendada e higienizada) y me miró desde sentado, y para variar enmudecido,
si mi perro no reconociese el sonido del motor de mi coche desde no sé cuantos metros antes de llegar a casa (me lo cuentan los vecinos debido a los aullidos perrunos),
si cada vez que pasa una ambulancia en la lejanía mi perro no aullase como el deudo más triste (y esto aún no lo entiendo), yo también votaría irrelevante esta noticia.
Menuda chapa. Por favor, que alguien le envíe con su dueño.