La situación en el hospital es insostenible. Llevo semanas empalmando contratos temporales, doblando turnos y dormitando en el jergón de la sala de guardias. En casa es imposible conciliar el sueño por las reformas de unos vecinos: una y otra vez mazos a dueto asíncrono, radial sobre chapa, taladro psicótico y rondó final. Cuando las obras parecían dar una tregua he conseguido librar en el trabajo. Necesito descansar, o no podré seguir adelante.
A las dos horas de sueño me han llamado. Mi compañera de quirófanos ha dado positivo, tengo que cubrir su turno y ya me esperan para una urgencia. He salido corriendo sin un mal café, y con la mascarilla todavía a medio poner he alcanzado las puertas del ascensor creyendo que iba vacío, pero no. Dentro, un matrimonio me ha recibido con miradas de desprecio y antes de que atinara a reaccionar con mi mascarilla el hombre me ha dicho cosas horribles que me han hecho temblar. No me he defendido, no tenía fuerzas. Temblando aún he llegado al coche y he roto a llorar.
Tras las lágrimas, el sueño insuperable. Me he estampado a la cuarta rotonda. Cómo perdonármelo, si ese paciente no sobrevive...
@roker
#15 El único tramo que no es de 90 es la zona de la gasolinera de Villoldo que es de 70 y creo que solo en sentido decreciente. Y a todo esto los datos del artículo de puntos kilométricos es incorrecto, como bien señalas el radar de tramo arranca casi al inicio de la CL.615.