Benedicto XVI ha pedido en Brasil a la jerarquía católica latinoamericana centrar su acción pastoral en la fe y no en la política ni la ideología. No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la fe en Dios Amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy", ha dicho el Pontífice.
¿Quiere eso decir que van a dejar de opinar sobre las leyes españolas (matrimonios y adopciones de homosexuales, divorcio, etc.) y que la conferencia episcopal ya no se plantará cosas tan curiosas como el "valor moral de la unidad de España"? ¡Qué alivio!
Al parecer la estrategia del representante del divino es ahora la de utilizar las mayorías democráticas para implantar su moralidad.
Claro que para ello paralelamente debe combatir el malvado laicismo social, que iguala los derechos de cualquier ateo o cualquier mahometano a los de un católico impidiendo así que gobierne un credo.
Para ello se han inventado lo del "relativismo", que sirve tanto para un roto como para un descosío: a la vez que le dan caña al mono del laicismo, le dan caña al mono de la ciencia, a la teoría de la relatividad de Einstein, ese ateo.
En fin: la doctrina de esa iglesia es clara al respecto: el príncipe de ese dios aquí en la tierra debe gobernar por encima de todos los reinos de éste mundo. Ahora de lo que se trata es de dejarse de batallitas por el poder político para centrarse en Brasil y en toda sudamérica en cerrar el grifo de la pérdida de fieles hacia otras religiones. Luego ya seguimos con lo de convertir al mundo en un gigantesco templo católico.
Pero la vocación de gobierno mundial hay que enfundarsela, de momento.
Se refiere a la teología de la liberación. El movimiento que pensaba en un jesucristo q decía todos somos iguales, rozando lo comunista.
Aquí en España dijo que sí que tenían derecho a inmiscuirse en política, y en no se que otro país dijo q no había que hacerlo. Creo que depende del país donde vaya. Ese es su rasero moral. El que supuestamente hemos de tener todos según ellos...
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¿Quiere eso decir que van a dejar de opinar sobre las leyes españolas (matrimonios y adopciones de homosexuales, divorcio, etc.) y que la conferencia episcopal ya no se plantará cosas tan curiosas como el "valor moral de la unidad de España"? ¡Qué alivio!
juasjuasjuasjuasjuas
Al parecer la estrategia del representante del divino es ahora la de utilizar las mayorías democráticas para implantar su moralidad.
Claro que para ello paralelamente debe combatir el malvado laicismo social, que iguala los derechos de cualquier ateo o cualquier mahometano a los de un católico impidiendo así que gobierne un credo.
Para ello se han inventado lo del "relativismo", que sirve tanto para un roto como para un descosío: a la vez que le dan caña al mono del laicismo, le dan caña al mono de la ciencia, a la teoría de la relatividad de Einstein, ese ateo.
En fin: la doctrina de esa iglesia es clara al respecto: el príncipe de ese dios aquí en la tierra debe gobernar por encima de todos los reinos de éste mundo. Ahora de lo que se trata es de dejarse de batallitas por el poder político para centrarse en Brasil y en toda sudamérica en cerrar el grifo de la pérdida de fieles hacia otras religiones. Luego ya seguimos con lo de convertir al mundo en un gigantesco templo católico.
Pero la vocación de gobierno mundial hay que enfundarsela, de momento.
Se refiere a la teología de la liberación. El movimiento que pensaba en un jesucristo q decía todos somos iguales, rozando lo comunista.
Aquí en España dijo que sí que tenían derecho a inmiscuirse en política, y en no se que otro país dijo q no había que hacerlo. Creo que depende del país donde vaya. Ese es su rasero moral. El que supuestamente hemos de tener todos según ellos...