El candidato de la oposición ha sorprendido con estas declaraciones en su página de Facebook, al señalar que el régimen de los Ayatolás está herido de muerte ("going to the slaughterhouse"), en una crítica sin precedentes por parte de un candidato reformista pero inicialmente considerado moderado. En la entrada de Facebook, escrita en farsi, Mousavi llama a unas nuevas elecciones vigiladas por una comisión independiente. El post fue escrito en respuesta al discurso del Líder Supremo Jamenei.
Comentarios
Poniendo por delante que Ahmadineyad y Musavi apenas tienen grandes diferencias puesto que son dos candidatos aprobados por el régimen teocrático, a ojos de los iraníes si hay diferencia puesto que mientras Ahmadineyad es el Presidente de los pobres, que cuando llegó al poder siguió viviendo en su apartamento de 70m2 y conduciendo su viejo Peugeot, el nuevo candidato Musavi es el Presidente de las generaciones jóvenes y de clase media-alta y alta.
En las manifestaciones se pueden ver siempre chicos jóvenes, vestidos muy a lo occidental y que hacen mucho uso de las nuevas tecnologías, cosas al alcance de una minoría en Irán. Por tanto allí lo que se ha generado es mucho ruido por parte de unos pocos, pero las protestas siguen centradas en Teherán, en el resto del país la vida sigue como si tal, y Ahmadineyad mantiene el apoyo de la gran parte del Irán rural, interior y de pueblos y ciudades alejadas de Teherán.
Para nosotros los occidentales el mejor candidato es Musavi, algo mas reformista y que busca el apoyo de los pro-occidentales del país. Por tanto se aleja el peligro de una bomba atómica, podrían haber algunas tímidas reformas y tendríamos a un candidato más culto que Ahmadineyad, que no deja de ser un ignorante que ni siquiera ha viajado fuera de su país mas allá de alguna ocasión especial.
gracias por la noticia #0
pd: no creo que una comisión independiente sea ninguna solución. Si no es abierta al pueblo entero.....es reproducir el mismo problema. Y recordamos que ahora no dejan ni en países como españa asistir al recuento, por más que digan que sí se puede, en la práctica es no.