Hace 14 años | Por Piamonte a fronterad.com
Publicado hace 14 años por Piamonte a fronterad.com

La filósofa Maite Larrauri comenta lo que, en su opinión, constituye la clave del éxito de la trilogía "Millenium": una Lisbeth Salander que lucha contra la violencia machista, con un estilo que, si bien moderno, evoca al D'Artagnan de Dumas.

Comentarios

D

No he leído el libro, pero me parece que la violencia nunca es justa. Lo mismo que la pena de muerte, las guerras preventivas o la discriminación positiva.

Lo siento, pero lo tengo muy claro roll

marcee

A ver, por partes:

- A mi Millenium me gustó mucho (no al nivel cuasiorgásmico de la autora de este artículo, eso sí). Eso no quita para que la antiheroína de las novelas me parezca un personaje tremendamente atractivo, pero bastante psicopático.

- Me parece curioso que se diga esto:

No sé de qué manera entiende el Consejo del Poder Judicial que Stieg Larsson “visibiliza” la violencia contra las mujeres, pero sí que sé cómo la visibiliza Lisbeth Salander: a su tutor legal, que la había brutalizado y violado, consigue reducirlo con una pistola eléctrica y tatuarle en la barriga “Soy un cerdo sádico, un gusano y un violador”.

Pero que no se cite que en el transcurso de la venganza en cuestión Salander viola a su vez a su violador.

- #3, si piensas que ninguna violencia, en ningún momento o circunstancia, es justa, me temo has tenido mucha suerte o no has vivido lo suficiente. La violencia en defensa propia, la violencia en defensa de otros (seres queridos, en particular)... esto forma parte de la naturaleza humana, de igual manera que forma parte de la naturaleza en si misma.

- De todas formas, el pasaje de este artículo que me ha hecho recorrer un escalofrío por la espalda ha sido éste:

No hay experiencia más insatisfactoria que dirigir a un público joven, formado de chicas y chicos, en ocasión de alguna celebración (como el 8 de marzo o como el 25 de noviembre pasado, jornada internacional en contra de la violencia de género), un discurso apoyado en estadísticas, que señale el peligro que corren las mujeres de sufrir violencia y agresiones. El malestar que se crea al oír toda esa información afecta únicamente a las chicas, a las se les ofrece una identidad de posible víctima; los chicos se sienten muy a gusto con la identidad de posible agresor. Que se me entienda bien: no estoy diciendo que ellas son o serán víctimas y ellos agresores, sino que en la imaginación de una supuesta relación violenta, a ellas les tocaría el papel de humilladas y ellos serían los más fuertes. Si yo tuviera 16 años, no querría estar presente en una conferencia en la que se hablara de violencia contra las mujeres junto con mis compañeros, porque sentiría que en su imaginario ellos salen reforzados.

Lamento romper la burbuja de la autora. Sin embargo yo, siendo hombre, he de decir que el papel de posible agresor no me hace sentirme en absoluto cómodo, y me asquea sobremanera la idea de que se dedique a labores educativas cuando sostiene que el imaginario masculino sale reforzado por esta asociación.

D

La violencia siempre es justa para quien la ejerce, e injusta para quien la padece, sean quienes sean.

Otra cuestión es si desde fuera cada uno utiliza su punto de vista para repudiar o para justificar. Lo que no es aceptable es la criminalización de sexos. Es decir, yo por ser hombre no tengo que sentirme culpable de que otros hombres maltraten a las mujeres. Ni me siento parte de un colectivo de agresores potenciales. Esos individuos no tienen NADA que ver conmigo, y no tolero que se insinúe tal cosa.

Piamonte

El artículo es interesante pero me parece muy destacable su comentario a la obra de Simone Weil cuando regresó de la Guerra Civil Española.

Piamonte

#6. Stieg Larson era un hombre, evidentemente afectado por la violencia contra las mujeres. Soy mujer, sólo he leído el primer tomo de la trilogía, y no tengo intención de leer los otros dos. Mi marido, en cambio, se los ha leído de tirón, porque le impresionó de una forma tremenda esa narración de odio a las mujeres. Obviamente, #6 pertenece a ese digno imaginario del que forman parte tantos otros hombres, como Stieg Larson o mi marido. Y, como es justo, no le da la gana que lo confundan con seres brutales. En el mismo sentido va el comentario de #8.

Todos queremos ser tratados como personas, como individuos. Yo no formo parte de ese colectivo de compradoras compulsivas y manipuladoras que la televisión fija para las mujeres; entiendo perfectamente los comentarios de #6 y #8. Pero creo que todos sabemos mirar hacia el mundo, y ver lo que se cuece en él.

ElPerroDeLosCinco

No he leído los libros, pero al ver la película me maravillé de que por fin una mujer sea realmente violenta con "el malo", en lugar de pegarle con la sartén y echar a correr, como suele pasar en las películas de siempre.

Lisbeth Salander, ole tus cojones!

D

#3: Te puedes ahorrar el/los libro/s, la vida es corta y hay mucho que leer.

D

He leído los libros, me han gustado mucho, pero opino como #3

D

#6 Comprendo que tal y como dices, también es violencia la fuerza necesaria para la defensa propia y la defensa de los más débiles.

Para mí violencia, es la violencia agresora y gratuita, en los casos que describes y si no se puede evitar, no la considero rechazable,

Por lo demás me ha gustado lo que dices y como lo dices.

D

Para opiniones los colores, yo podria opinar que emplear la violencia contra los que opinan que la violencia pueda ser justa es justo.

En cualquier caso esto no es mas que el tipico victimismo de quien no tiene empatia.