Seguramente, la división entre “los tontos y los malos” para los dos grandes partidos políticos es una simplicidad. Pero sé que nosotros, funcionarios, parados, trabajadores, pequeños empresarios y ciudadanos ya sin pleno derecho no somos los malos. Y nunca lo hemos sido. Así que dejemos de una vez de echarnos la culpa unos a otros y busquemos a los verdaderos responsables. Esos que nos han estado tratando demasiado tiempo como si fuéramos imbéciles. Y que no son solo malos y tontos. Sino también pocos y cobardes. Que no se nos olvide.
Comentarios
#2
Estoy de acuerdo, en relacion con los casos concretos que mencionas, pero yo hablaba mas en general. Pienso que muchos problemas que se dan en nuestra sociedad podriamos impedirlos si nos opusieramos a quienes los provocan. Asi que somos complices pasivos en muchas ocasiones. Recuerdo un slogan de una campaña contra el maltrato que podria aplicarse en otros ambitos: "tu silencio te hace complice". En esa direccion iba mi comentario.
"sí sé que nosotros, funcionarios, parados, trabajadores, pequeños empresarios y ciudadanos ya sin pleno derecho no somos los malos. Y nunca lo hemos sido. Así que dejemos de una vez de echarnos la culpa unos a otros y busquemos a los verdaderos responsables."
Tenemos la culpa de permitir que hagan lo que quieran, aunque haya gente muy perjudicada a causa de ello. Desde hace años lo hemos permitido y por eso cada vez hay mas gente sufriendo las consecuencias. Y no solo me refiero a los gobernantes.
#1 Está claro que tenemos algo de culpa en la medida en que
seguimossiguen votándoles, pero desde luego la culpa es proporcional al grado de responsabilidad y en eso bancos, grandesinversoresespeculadores y políticos están mucho más implicados que nosotros. ¿Quién tiene más culpa, el que pide una hipoteca sabiendo que no podrá pagarla o el que la concede? Pues los dos, pero el segundo en un grado mucho mayor. Y el problema aquí es que está pagando todo el que tiene un menor grado de culpa, mientras los auténticos responsables siguen son sus bonificaciones millonarias, salarios excesivos, dietas innecesarias...Personalmente, estoy radicalmente en contra de ese intento por culpabilizarnos a todos con el tan manido “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Porque yo no tengo conciencia de haberlo hecho (quizás podría haberme ahorrado 40 copas, o 2 viajes, o 7 discos, o 10 libros, sí, pero lo saqué ahorrando de otro lado). Ni me parece que mi familia, mis amigos o la mayoría de la sociedad lo hayan hecho. Sin embargo, sí es cierto que el mayor problema puede haber sido esa complicidad o, al menos, indiferencia cuando caminábamos al desastre: nosotros no hemos robado, nosotros no hemos abusado y nosotros no hemos tenido una gestión nefasta. Pero es verdad que lo sorprendente, como dijo Luther King, no es que los hombres malos actúen mal, sino los buenos sean indiferentes. Por eso hay que demostrar que no somos ni malos, ni tontos, ni indiferentes. Y pararles los pies a los que son malos, van de listos e, insistamos, sí, son pocos y cobardes.