No quiero que me toleren, quiero que me respeten. Tolerar es decirle al de enfrente: “no me gustas ni tú, ni tus ideas, ni tu conducta, pero en aras de mi talante, te aguanto”. Respetar es decirle: “Pensamos diferente, y actuamos de modo distinto, pero dime, ¿cómo has llegado a esta idea, a este modo de ser? Quiero entenderte”.
Respetar viene de respectare, volver a mirar o tomar en mucha consideración.
Tolerar viene de tolerare y significa aguantar algo aunque no te guste.
Las creencias siempre se deben tolerar aunque no nos gusten, pero no tenemos por qué respetarlas. Las ideas y creencias se deben criticar, falsar, poner a prueba y rechazar si no son correctas, es decir, no se debe respetar. Las personas, en cambio siempre se deben respetar.
Hay algunas creencias que no merecen ninguna consideración ni respeto como la de lapidar a una mujer o ahorcar a un homosexual. No merecen que se trate de comprenderlas ni siquiera tolerarlas. Aunque se deba tolerar a las personas que las crean, esas prácticas no se pueden respetar ni consentir.
La tolerancia es un arma de terror moderna utilizada por los políticos. No hace daño físico, pero te condena al silencio y al miedo. Más daño hace la pluma que la bala, especialmente al que lo escribe cuando traspasa la línea marcada por los gestores del poder.
No estoy para nada de acuerdo: en este mundo de ideas inamovibles, de sensibilidades dispares y de preferencias tan diferentes hay muchas personas que nunca llegarán a pensar lo mismo.
Por eso es tan importante la tolerancia: no se trata de convencer a nadie ni de renunciar a lo que piensas. Se trata de que, si no hace daño a nadie, cada cual tiene perfecto derecho a pensar lo que le dé la gana.
Sería curioso que esta noticia tuviera éxito en Meneame, donde el sistema de votaciones garantiza que nadie se pueda salir de "pensamiento único" de la mayoría. Probad a discrepar en determinados temas, a ver si os respetan o ni tan siquiera os toleran.
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Respetar viene de respectare, volver a mirar o tomar en mucha consideración.
Tolerar viene de tolerare y significa aguantar algo aunque no te guste.
Las creencias siempre se deben tolerar aunque no nos gusten, pero no tenemos por qué respetarlas. Las ideas y creencias se deben criticar, falsar, poner a prueba y rechazar si no son correctas, es decir, no se debe respetar. Las personas, en cambio siempre se deben respetar.
Hay algunas creencias que no merecen ninguna consideración ni respeto como la de lapidar a una mujer o ahorcar a un homosexual. No merecen que se trate de comprenderlas ni siquiera tolerarlas. Aunque se deba tolerar a las personas que las crean, esas prácticas no se pueden respetar ni consentir.
La tolerancia es un arma de terror moderna utilizada por los políticos. No hace daño físico, pero te condena al silencio y al miedo. Más daño hace la pluma que la bala, especialmente al que lo escribe cuando traspasa la línea marcada por los gestores del poder.
No estoy para nada de acuerdo: en este mundo de ideas inamovibles, de sensibilidades dispares y de preferencias tan diferentes hay muchas personas que nunca llegarán a pensar lo mismo.
Por eso es tan importante la tolerancia: no se trata de convencer a nadie ni de renunciar a lo que piensas. Se trata de que, si no hace daño a nadie, cada cual tiene perfecto derecho a pensar lo que le dé la gana.
Sería curioso que esta noticia tuviera éxito en Meneame, donde el sistema de votaciones garantiza que nadie se pueda salir de "pensamiento único" de la mayoría. Probad a discrepar en determinados temas, a ver si os respetan o ni tan siquiera os toleran.