Hace 13 años | Por amakito a paperpapers.blogspot.com
Publicado hace 13 años por amakito a paperpapers.blogspot.com

Y qué pena la actitud del Establishment 3.0. Hasta el respetado Joshua Benton entona de nuevo la cantinela del App Store como Jardín Cerrado sometido a la Policía Moral de Apple. Otro respetado, Michael Hirschorn, cae en trampa parecida. Lo repiten desde hace una semana, como loritos, toda la Corte 3.0, desde sus mayordomos y amas de llaves hasta sus duques y princesas.

Comentarios

Scan

Los Fanboys de Apple tienen una idea muy curiosa de la palabra "Libertad"... creo que ni saben lo que es.

DavidKP

#5 cierto.

¿los videojuegos?

En fin, que a mi me da igual, estamos en un país de fanboys/hateboys así que no tiene remedio.

En las consolas también hay guerras de estas chorras.
En política también, y de eso se aprovechan para tenernos bien jodidos(bipartidos).

D

Si bueno, existe algo llamado libertad de expresión. Jobs puede vender lo que quiera y yo y los demás somos muy dueños de publicar lo que opinamos al respecto sin que nos insulten.

DavidKP

Esto tiene pinta de ser otro coñazo mas entre apple-hateboy vs apple fanboy.

Aburre ya.

#1 la mayoría de las opiniones contra cualquier cosa de apple (sean estas justificadas o no) acaban incluyendo insultos. Afortunadamente no siempre es así. Esta persona hace lo mismo.

#2 "vómitos", "don nadie"... al final caes en el juego. Pensándolo bien, tampoco sería mala idea la que da en esa frase que entrecomillas... en realidad Google ha hecho algo parecido con android y su nexus one. Y como dice el articulo, ya de paso ganan dinero.

Personalmente creo que el artículo se pasa un poco en el tono. No entiendo la necesidad de estar a muerte en contra/a favor de algo. Para eso están los deportes.

D

#3 hay gente a la que no le gustan los deportes

fer13

"Pues vean: la mejor manera de salvarnos y tener razón es à la Jobs: levantar una empresa y ofrecer alternativas abiertas, gratuitas, participativas, distribuidas, entrópicas y lo que te rondaré morena."

Esa frase resume la validez de los vómitos de un don nadie defendiendo a una marca e intentado llamar a atención desprestigiando a profesionales.