Desafortunadamente, Byers desconocía algunas cosas sobre esta nueva medicina milagrosa. Desconocía que su creador era William Bailey, un estafador en serie que había mentido sobre sus credenciales médicas (el producto anterior de Bailey, un medicamento para la impotencia, contenía estricnina). Desconocía que Bailey había ofrecido sobornos a los médicos que recetaron Radithor. Y, lo peor de todo, desconocía que el ingrediente milagroso, el radio, era mortal. Al principio de su tratamiento con Radithor, Byers se sentía sano y fuerte, pero eso pro