Durante mucho tiempo el destino del zar Iván VI de Rusia fue un misterio. Su nombre figura en el árbol genealógico de la convulsionada dinastía Romanov junto a las fechas 1740 y 1764, pero se sabe poco acerca de su corta vida. La existencia de este monarca parece haber sido algo incómoda al haber desaparecido tan de repente y no fue sino hasta nuestro siglo cuando historiadores y arqueólogos se unieron en busca de los restos del emperador, encontrando los huesos de un hombre joven con un orificio en el omóplato izquierdo.
Comentarios
#0
El terrible destino de un paria en la Rusia de los Romanov.
Es el karma amigo.
-R. Rato-
Si total era un santo, no envió a miles de personas al gulag, no aplastaba las revueltas campesinas a espadazos e hizo todo lo posible para democratizar Rusia.