Muchos, entre los que me encuentro, nos hemos habituado a escribir a máquina, a trasladar los pensamientos a través del teclado de un ordenador, ya sea para responder a un correo o para concebir una obra literaria. Todo lo que tecleamos se convierte una sucesión ordenada de píxeles, perfectamente legible pero, también, perfectamente uniforme.Sin embargo, en cuanto tomamos de nuevo un bolígrafo o una pluma y escribimos algunas palabras (primero despacio y a trompicones, como si aprendiéramos de nuevo a caminar) nos deleitamos con las formas...
Comentarios
Por tener sexo de vez en cuando... ah, espera, caligrafía? que es eso?
¿Por qué no me gusta echarme la siesta?
Joder "pa' gustos los colores"
mucha_paja podría contestar a esto con su sapiencia si no nos hubiera abandonado
Por aquello de las sensaciones táctiles.
Por tocar los cojones.
Porque no nos llegamos con la boca.
#6 Pues yo os he visto hacerlo, y con mucha facilidad
porque salen mejor que con los pies