Javier Reverte (Madrid, 1944) es un elemento problemático para la Seguridad Social, un estafador que quiere recoger su cotización y su derecho a una vida digna y hacerlo compatible con su actividad como autor de libros de viajes y novelas. Ha publicado casi veinte de los primeros y la mitad de los otros, pero no podrá percibir los beneficios generados por todo ese trabajo. Todos esos derechos que forman uno de los currículos más extensos y productivos es incompatible con su otra vida. Ha recibido una carta del Ministerio de Empleo.
Comentarios
Las pensiones son para personas que han dejado de percibir ingresos por su trabajo, no son un añadido a los frutos del mismo.
De lo que ahora se quejan los escritores es algo que le pasa a mucha gente, que cuando llega la edad de jubilación decide seguir trabajando y desde luego no cobran pensión.
En el caso de los artistas ni siquiera es así porque ellos ni trabajan, solo están percibiendo las rentas de los derechos de autor de su trabajo de 40 años atrás, fruto de una situación de privilegio que no se da en otras profesiones. Son los que menos derecho a protestar tienen y los que mas se quejan.
Aquellas personas que reciban ingresos importantes no deberían recibir pensión, provengan estos de donde provengan, de rentas del capital, de derechos de autor o de continuar con su trabajo.
Si trabaja, no está jubilado.
Me da poquita pena. En el artículo dice que sigue en activo y que acumula derechos de autor para que continue un flujo de efectivo para vivir más que bien.
Si aspiramos a una sociedad con cierta distribución de la riqueza, permitir a los rentistas compatibilizar su actividad y la pensión no es el camino a seguir.
#1 Pues entonces no le obligues a cotizar a la seguridad social para la pensión toda tu puta vida laboral.
Que se busque a un nuevo Pirata Rovers (y se convierta en negro de si mismo).
¿Pero no decían que iban a compatibilizar la jubilación con el trabajo?. Lo lógico es que pudiera cobrar parte de su jubilación y seguir trabajando parcialmente. El Estado salía ganando, le pagaba menos de jubilación y además percibiría ingresos por el trabajo del jubilado a tiempo parcial mediante impuestos.