Un joven sirio asesinó a un juez del Estado Islámico, junto a dos de sus escoltas, en la ciudad de Manbij (provincia de Aleppo), en el norte de Siria, como venganza por haber ordenado la decapitación de varios familiares. Tras ello el joven se suicidó.

En un discurso del pasado domingo, el Rey de Jordania Abdalá II denunció el extremismo, diciendo que "es la mayor amenaza para nuestra región", y llamó a los musulmanes a liderar la lucha en su contra. El discurso no hizo referencia a los atentados de Paris, pero el Rey Abdalá los condenó como "actos terroristas cobardes" en anteriores declaraciones.

Fuentes de la Fiscalía citadas por la agencia de noticias Reuters han apuntado que los agresores dijeron pertenecer al grupo terrorista Estado Islámico, responsable de una cadena de atentados el pasado viernes en París.

Emanuel y Antan Edet fueron condenados por un tribunal británico por tres cargos relacionados con el trato a un hombre traído al país ilegalmente a la edad de 14 años para trabajar como esclavo de los acusados. La víctima, ahora de 40, nunca cobró por su trabajo, que incluía el cuidado de dos niños, cocinar, limpiar y cuidar el jardín de la pareja. Le fue negado el acceso a la educación, quitado el pasaporte y tenía contacto muy limitado con su familia y el mundo exterior. La víctima pensó que cobraría y que iría a la escuela al llegar en 1989.

La operación policial en Saint Dennis en busca del presunto cerebro de los atentados de París ha concluido y se ha saldado hasta el momento con dos muertos, uno de ellos una mujer que se ha inmolado, y siete detenidos, según han confirmado el ministro del Interior y el fiscal general en el lugar de los hechos. Los terroristas detenidos en el marco de esta operación estaban preparando un atentado contra el barrio de La Défense, en el oeste de París, según ha informado a Reuters una fuente de la investigación.