La izquierda se encuentra en fase recesiva. Sus dos familias principales, la socialdemócrata y la que llamaré alternativa, pierden apoyos en los países avanzados. La socialdemocracia no deja de retroceder. En las últimas elecciones alemanas, el histórico SPD no pasó del 15 % de los votos. Las izquierdas alternativas parecieron tener un momento de esperanza tras la crisis de 2008, pero se han ido desinflando en todas partes (menos en Francia). En cambio, las derechas en general y, sobre todo, las derechas radicales, están al alza.