Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, vuelve a estar en el ojo del huracán. Esta vez, no por declaraciones altisonantes ni por polémicas políticas, sino por una cuestión mucho más material: la reforma de su antiguo despacho con vistas al mar. ¿El problema? Que lo está haciendo con dinero público. Nada menos que 1,5 millones de euros adjudicados “a dedo” a la Cámara de Comercio de Alicante, entidad en la que el propio Mazón figura en excedencia y donde, como recuerdan desde el PSPV, tiene vínculos personales y profesionales más