La vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los ciudadanos, pero elevar de forma sustancial la producción para paliar el déficit acumulado, que no para de encarecer los precios, no resulta tarea sencilla a corto plazo y son muchos los factores que entran en juego. En 2024, se iniciaron en España 112.220 viviendas libres, cifra que contrasta con las 664.923 que se registraban en 2006, en plena burbuja; y se terminaron 86.609, frente a las 597.632 de hace 18 años.