
Los tres partidos con mejores expectativas en las encuestas tienen un denominador común: sus cabezas visibles son caras bonitas con nula (o prácticamente nula) experiencia laboral fuera de la política, y un currículum escaso (incluso posiblemente falso en algunos casos).
Es una nueva manifestación de la escasa confianza en la inteligencia de los españoles que tienen los políticos en general. Su filosofía es clara: démosles mensajes e imágenes simples y atractivos visualmente. Como están hartos de la corrupción, la endogamia y el oscurantismo, pongámosles caras jóvenes y bonitas, porque la juventud se asocia a la renovación.
Ha ganado Casado, un nini que nunca ha trabajado, se sacó la carrera de Derecho en unos meses bajo el manto protector de Aguirre y es más dependiente de la política que otros ministros viejos que, a diferencia de el, han tenido vida fuera del PP y poseen una carrera que les permite seguir viviendo si se dejan el escaño.
Casado es la antítesis de la renovación. Le apoya la derecha más rancia, hipocrita, autoritaria y enmohecida. Le apoyan quienes, en pleno siglo XXI, creen que pueden encandilar a los ciudadanos hablando de prohibición de la eutanasia y el aborto, mientras les roban la cartera y empeoran sus condiciones de vida para enriquecer a quienes ya están forrados.
Los viejos mantras de la derecha ya no sirven. Hemos avanzado lo bastante como para saber que un defensor de la vida lucha por los seres humanos que viven en la miseria, y que quien les niega los derechos más básicos a la vez que esgrime un embrion como ser sagrado por cuyo desarrollo procede sacrificar a su madre, es un hipócrita. Igual que quien se erige en defensor de la familia hombre-mujer mientras condena a la miseria a millones de familias (un concepto mucho más amplio que el anterior para cualquiera de dos dedos de frente).
Somos lo suficientemente inteligentes como para saber que los valores relativos a la moral privada de cada uno son irrelevantes a nivel político. No nos importan la religión, orientación sexual y otros aspectos privados de cada cual. Solo queremos que se le permita vivirlos en libertad. Por el contrario, nos importa mucho el programa político de cada partido en cuanto a educación, sanidad, igualdad de oportunidades, pensiones...porque ese es el objeto de la política. Convertir el país en una casa común donde todos podamos construir, desde nuestra absoluta diversidad e individualidad, nuestra vida con dignidad, sin sufrir miseria ni explotación. Y los viejos espantajos que esgrime Casado ya no pueden hacernos apartar la vista de esos objetivos.
Casado ha nacido y prosperado (tanto a nivel académico como económico y personal) en el PP más corrupto y podrido. No conoce otra forma de vida. No puede renovar ese entramado donde se mueve como pez en el agua y que le ha dado todo. Es parte de el. Y los viejos mantras de la derecha más rancia (antítesis de la renovación) ya no engañan a casi nadie.
El PP, con Casado, es más PP que nunca. Precisamente hoy ha dicho que allí cabe todo lo que esté más a la derecha del PSOE (Falange, España2000...). Y por eso le auguro poco futuro.
Hoy, 15 de agosto, celebramos que la Virgen María, "concubina" y madre de Dios, subió a la gloria; no solo el alma, como el resto de los creyentes. Llegar al cielo sin cuerpo debe ser de pobretones, además, no tienes donde colgarte la rebequita si refresca.
Esta gran efeméride la decidió, en 1950, un señor en el Vaticano, Eugenio Maria Giuseppe (Pío XII). Los papas tienen un extraño superpoder y pueden dictar "dogmas" (doctrinas infalibles y de obligado cumplimiento para los creyentes ya que se consideran reveladas por el mismísimo Dios). Desde la dictadura franquista, todos los españoles celebramos con una festividad nacional este gran logro en el transporte corporal de la Virgen.
La mayor parte de los días festivos decretados, anualmente, por las diferentes Administraciones públicas son de exclusivo culto religioso, burlando así la supuesta aconfesionalidad del Estado. Una religión y sus símbolos, exclusivos de una parte de la sociedad, son impuestos a la totalidad.
De los nueve días que elige el Estado como festivos, cinco son claramente confesionales. Éstos, por orden cronológico, serían: 1. Epifanía del Señor (Reyes Magos), 2. Viernes Santo, 3. Asunción de la Virgen, 4. Día de Todos los Santos, 5. Inmaculada Concepción. Aunque existen otras festividades pseudoreligiosas (apropiación de fiestas de origen pagano por parte de la Iglesia católica) donde la Navidad, conmemoración de la efemérides astronómica del solsticio de invierno, es el más evidente.
Por otro lado, las festividades que eligen cada año las diferentes localidades (2) suelen ser también de culto religioso. Citando exclusivamente a las dos ciudades más pobladas de España encontramos 1. San Isidro, 2. Virgen de la Almudena, en Madrid, y 1. Pentecostés, 2. Virgen de la Merced, en Barcelona. Como no podría ser de otra manera, dichas festividades contienen actividades de culto, claramente segregadoras en lo que debieran ser días de convivencia e integración.
Resumiendo, observamos que las festividades en España tienen un claro sesgo religioso, por tanto discriminatorio, herencia de nuestro pasado teocrático alentado en gran medida por el nacionalcatolicismo de la dictadura franquista y que ningún partido gobernante en democracia ha querido modificar.
Seguimos a vueltas con masters, tesis doctorales y otros laureles académicos de difícil justificación. El problema, para mí, no son los títulos en sí, sino lo que denotan: necesidad compulsiva de una acreditación y vagancia, aún más compulsiva, para realizar el esfuerzo que tales titulaciones requieren.
De ese modo, y como la ley de la oferta y la demanda opera universalmente, queda un hueco en el mercado que enseguida se apresuran a cubrir los desaprensivos: ofrecer títulos sin esfuerzo.
A ese negocio se han apuntado desde hace años colegios, institutos y universidades, tanto públicas como privadas. Cuando los alumnos escasean, nadie quiere correr el riesgo de que sea su centro o su plaza quien pague el pato: se baja el nivel de exigencia, se corre la voz, y enseguida florecen las matrículas. Sin distinción: en la pública y en la privada. ¿Para qué vamos a competir por la excelencia si podemos competir por la continuidad?
No hay, en realidad, incentivos para competir por la excelencia: no ganan más los profesores cuyos alumnos obtienen mejores empleos. No obtienen más recursos los institutos cuyos alumnos sacan mejores notas en selectividad. Pero el que se queda sin alumnos, puede cerrar, con lo que eso conlleva de traslados y otros traumas. ¿Quién va a apostar así por la excelencia?
La solución, porque no hay protesta sin propuesta, quizás pase porque cada título tenga sólo la validez y el alcance del centro que lo concede.
¿Te dieron un título de bachillerato los franciscanos? Es válido para tu ciudad, o para una Universidad franciscana. Si vas fuera de esa ciudad, o de la órbita franciscana, te tienes que examina de nuevo. ¿Quieres ir a otra ciudad? Preséntate al examen de título autonómico. ¿Quieres ir a otra autonomía? Preséntate al examen nacional, para que tu título tenga validez nacional.
Y lo mismo para las universidades. ¿Eres ingeniero por la Universidad Rey Witiza? Cojonudo. Pero si quieres opositar, o trabajas fuera de Toledo (por seguir la chorrada), preséntate al examen nacional de convalidación.
A lo mejor de ese modo, los títulos y las capacidades son realmente equiparables. A lo mejor de ese modo no es tan útil sacarse un título de ganga, que después te enchiquere en tu pueblo.A lo mejor de ese modo, papá no tiene una mano tan larga, ni tu amigo de la diputación, ni tu amigo el rector pueden llegar tan lejos. Estudia donde quieras, pero el título nacional, te lo da la administración central. El tuyo, el de tu autonomía, sólo es válido en su territorio.
Pero seguro que esto no gusta. Hay demasiada gente empeñada en imprimir papel falso para ampararlo ern el poco auténtico que queda. Con los falsificadores siempre pasó lo mismo.
La cosa está fastidiada, ¿quién lo duda? Y peor aún... ¿A quién le importa?
Después de ver cómo este artículo ha llegado a ser uno de los más leídos de los últimos días, me pregunto si tenemos verdadera conciencia de los tiempos en que vivimos y de las cosas de las que nos quejamos.
A mí me joroba más que a nadie ver cómo mi entorno se desintegra, cómo la emigración se ha ido llevando a mis amigos y cómo la edad ha ido abriendo claros en mi red social básica. Pero la estabilidad a la que aspiramos tampoco puede ser sana, y las fuerzas ociosas se nos acumulan en el interior hasta salir por algún lado, muchas veces en forma de ansiedad o depresiones. Eso hay que combatirlo, coño.
Está claro que somos un animal diseñado para comer lo que pilla y cuando lo haya, y comemos tres veces al día. Estamos diseñados para buscar nuestra comida en la naturaleza, y la encontramos en el supermercado, en cómodos paquetes ultra congelados. Estamos diseñados para vivir cuarenta años y vivimos de media casi ochenta. Hay demasiadas fuerzas ociosas en nosotros, y más que se acumularán a medida que la robotización vaya ocupando tareas para hacernos, en teoría, más liviana la existencia. ¿De verdad es una ventaja ver cómo se marchitan nuestras fuerzas son convertirse en obras? ¿De verdad estamos satisfechos de no hacer otra cosa que escuchar cómo suena a hueco cada parte de nosotros que golpeamos?
Y aquí, en la liviandad, es donde hay que volver a Kundera y su insoportable levedad del ser: ¿Qué es mejor, una vida ligera en la que el tiempo pase sin llegar a tener consciencia de ti mismo ni de tu tiempo, o una vida que pese sobre tus hombros, haciéndote consciente cada momento del esfuerzo que te cuesta avanzar? La liviandad o el peso. Sentir que el tiempo te aplasta o sentir que cada hora que pasa te alejas de lo que querías ser. Kundera, Meyrink, Seifert, Capek, Vieweg, Kafka... ¡Putos checos!
En lo sencillo, en lo fácil, en la vaca que pasta y mira al frente está la tentación de una vida cómoda, que sin duda será ideal para quien no haya tenido aspiraciones o haya sabido asesinarlas en alguna esquina oscura. En esa misma esquina donde nos la cascamos o guardamos la contraseña de Steam. En esa. Lo otro es fatigarse, pensar más de la cuenta, saber que todos los ríos van al mar, pero el mar nunca se llena. ¿Qué ganan los ríos con tanto afán? Habrá un término medio, sin duda, y un carácter intermedio capaz de disfrutar de ambas facetas, pero semejante equilibrio lo considero cosa de semidioses y no llega mi fe a tanto. No hay nada más jodido que ser sólo medio ateo.
¿Qué más queda? Pensar a lo grande y actuar sobre lo pequeño. Dirigir las propias energías a los propios fines. Y que haya suerte, supongo. O caos, que es lo mismo, pero en versión científica.
Cada cual tendrá su opción, pero yo temo ante todo a los días que se parecen, a las semanas que se parecen, a los años imposibles de distinguir unos de otros, esos años que avanzan una cifra en el calendario haciéndote temer si ese mismo calendario no será en realidad un taxímetro que indica lo que tendrás que pagar para bajarte.
¡Y 2018 empieza a ser mucho para mí, carajo!
En recuerdos, litros de sangre, o monedas de plata. ¡Demasiado!
Es gracioso lo paradójico que es creer "en el cielo" y luego llorar la muerte de tus seres queridos o tenerle miedo a la muerte.
Probablemente lo temible sea el proceso de morir, pero una vez muerto ¿por qué lloras?
Del mismo modo, huelga decir lo antropocéntrica que es la religión cristiana, ya no sólo porque ignore el buen cacho de universo que existe más allá de nosotros sino porque nadie en el cristianismo contempla con seriedad un cielo para otros seres vivos.
Ah sí, "el cielo para los perritos" dicen algunos ¿y el cielo para las cucarachas? ¿el cielo para las arañas? ¿y para las encinas? ¿para los bacilos gramnegativos? ¿para el Staphylococcus Aureus?
Creo que debería hablarse más de la muerte, nos ayudaría a dejarnos de tomar la vida tan en serio y a, algunos, muchos, abandonar esta paranoia colectiva religiosa que a algunos nos acompañó en el seno familiar y del que otros no se recuperan en toda su vida.
La muerte como el paso a la Nada, a la no existencia. Al "mira, lo que hagas en la vida al fin y al cabo no es tan importante". Saber que después de todo dejas de existir da paz. Sólo procura no genocidar, simplemente vive y disfruta.
Toda mi vida he escuchado canciones que hacen apología de las drogas, del alcohol, del tabaco, de la violencia, las palabrotas... pero por alguna razón hay gente que cree que hay que censurar las letras que consideran machistas.
A pesar de todo apenas bebo alcohol, no tomo ninguna droga y nunca he pegado a nadie (desde que no soy un crio) y aunque haya escuchado letras de esas que catalogan como machistas, me considero feminista.
Escucho a gente con ideas del mundo muy diferentes a la mía, incluso de gente que si conociera en persona despreciaría, y como yo todos. Pero por alguna razón hay gente que cree que no hay que escuchar música de gente que consideran machista.
Dos veces he dicho "consideran machista" porque además tanto música como el cine usa la ficción para describir situaciones por lo que el autor ni siquiera tiene porque estar de acuerdo con lo que dice. Además, la música utiliza metáforas, por lo que el autor no tiene por qué pensar literalmente lo que dice. Y es lógico que en la música como en la poesía se utilice para inspirarse el amor romántico, por lo que unas palabras mega endulzadas y dependientes del amor en un momento de inspiración no significan que esa persona piense siempre así.
A veces la música también se usa para exagerar, presumir, vacilar, llamar la atención... Y la música utiliza jerga, expresiones que si no estás en el ambiente probablemente no comprendes, por lo tanto, no puedes catalogar de machistas.
Como muestra un ejemplo de canción que la mayoría de la gente podría catalogar de machista o incluso de hembrista, cuando la mayor parte de la gente ni entenderá lo que pretende transmitir por ejemplo cuando dice "puta".
Por lo tanto, una canción o un artista puede gustarte o no gustarte, puede que entiendas lo que quiere transmitir o puede que no, puede que transmita un mensaje positivo y puede que no. Pero la música es arte, y como tal no debemos confundirlo con una clase de ética, ni a su autor con un modelo a seguir, así que no censures el arte bajo la excusa del feminismo.
En la época de Stalin, vivía en Moscú un insigne matemático. Se llamaba Fiódor Alexéievich Razín; había sido, en sus tiempos, un hombre guapo y buen cantante, aunque ahora ya no servía para el canto, tenía la boca repleta de muelas secas y sostenía la sonrisa como un bocado en la mitad izquierda de la mandíbula.
Como suele suceder a veces, otros aprovecharon las derrotas de sus enemigos dentro de la profesión, mientras que sus propias derrotas beneficiaron a sus amigos. Llevaba mucho tiempo en la universidad, era robusto, aunque en el umbral de la vejez, y le gustaba decir: ¡Ahora cualquier niñato tiene cincuenta años! Torpe a más no poder en los quehaceres cotidianos, el padre de nuestro Atanás Svilar vivía aislado y tan absorto en sus tareas matemáticas que en Moscú se repetían sus ocurrencias, como ésta por ejemplo: «El buen vino debe dejar en la boca el sabor áspero de un error matemático.»
Pues bien, una mañana ese Fiódor Alexéievich Razín fue visitado en su gabinete por un desconocido. Llevaba en sus manos unas cartas hechas según el modelo de los iconos. Inmediatamente dispuso las cartas sobre la mesa de Razín, y el primero en salir fue san Nicolás; luego echó a santa Parasqueva (Petka), san Elias, patrón del trueno, y se paró cuando salió la Paloma. El visitante, un hombre muy joven, dijo como quien no quiere la cosa, mirando en las cartas, que el gran renombre internacional del profesor los obligaba a todos, incluso al mismo Fiódor Alexéievich. Le propuso sin rodeos afiliarse al Partido Comunista. Recogió con la mano todas las cartas de la mesa, excepto la de san Nicolás, y, acercándose a Fiódor Alexéievich, concluyó:
—Toda historia se debería dejar reposar un poco. Si al cabo de una noche ha crecido como la masa del pan, quiere decir que es buena. La tuya ya ha reposado y ahora hay que cocerla. Esto tendría también un eco internacional...
El profesor se defendía esgrimiendo que no entendía mucho de esas cosas, que estaba entrado en años, que su tiempo estaba ocupado por los proyectos del instituto, pero todo fue en vano. El visitante carraspeó con mucha vehemencia, quiso escupir en medio de la habitación, cambió de opinión, tragó, pero no se pudo contener y pisó, arrastrando por el suelo, aquel escupitajo frustrado.
—Te lo tendremos en cuenta —añadió—. Nosotros no matamos el tiempo de nadie. Tenemos de sobra qué matar.
Cogió a san Nicolás y se marchó.
Afiliaron a Fiódor Alexéievich y al poco tiempo le citaron para la primera reunión. Acudió a buscarle un bedel de la facultad, un hombrecillo al que siempre le lloraba el ojo izquierdo. Tenía la misma edad que el profesor y podría decirse que era casi su amigo. Entraron en un largo pasillo, lleno de sillas y de un humo tan denso que se podía peinar. Se sentaron y empezó la reunión. El profesor, de sobra conocido como rápido y metódico, inmediatamente se puso a apuntar cada palabra. Acomodaba el pie en el zapato girando la punta y anotaba. Hizo lo mismo en dos reuniones posteriores, y en la siguiente pidió la palabra. Entretanto, al comprender qué era lo que se esperaba en aquel momento de la organización a la que pertenecía desde hacía poco, elaboró en casa un sistema de medidas que había que tomar, imprescindibles si se quería alcanzar el objetivo propuesto. El sabía, como matemático, que cada día hermoso en la vida se paga con uno malo, y trasladaba todas las conclusiones a fórmulas matemáticas que, con su implacable lógica de números, imponían una solución.
Antes de llegar, compró un pirog ya que en el trabajo le había entrado hambre, lo guardó en el bolsillo y entró en el conocido pasillo. Naturalmente adivinaba que el inventario del futuro había sido sacado en realidad del sótano del pasado: los pesados baúles de trastos gastados y carcomidos, olvidados hacía ya mucho, habían sido trasladados a un nuevo paradero, aún deshabitado. Así lo expuso en la reunión con su pulido idioma de números, subrayando que lo que buscaba el camarada A del comité y la camarada B de los servicios adjuntos no podía dar el resultado C (como ellos esperaban), sino Y, de modo que para obtener la deseada C era necesario y lógico cambiar justamente lo que ellos... A saber, quien quiere cambiar el mundo, debe ser peor que dicho mundo, en el caso contrario todo el proyecto se vendría abajo.
En ese momento, sin dejarle terminar la frase, lo interrumpió una asustada voz:
—Perdone, camarada profesor, ¿le importaría darme un trocito de pirog? —Del bolsillo del profesor se extendía un olor irresistible a pirog con cebolla, y alguien se lo pedía.
Razín se turbó un poco, sacó el pirog, se lo alcanzó al bedel (puesto que era él quien se lo pedía), pero eso arruinó la impresión de su discurso. Mientras que el profesor zurcía, confundido, el final de su ponencia, una mano le tiró del faldón del abrigo y le obligó a sentarse. Otra vez era el bedel.
—¿Tiene dinero? —susurró tan pronto como el profesor se encontró en el asiento de al lado.
—¿Cómo ha dicho?
—Si lleva dinero consigo, Fiódor Alexéievich.
—Sí, algo, pero... ¿por qué?
—No pregunte nada. Tome esto, sin que nadie lo vea... Aquí tiene treinta rublos. Y escúcheme atentamente. Se lo digo por su bien. No se vaya a casa. En modo alguno a casa. Nunca jamás. Ni por lo que más quiera. Váyase a la estación de ferrocarriles, a la de Riga, o a cualquier otra, coja el primer tren que pase, no importa cuál. Y no salga del tren hasta que pare en la última estación. Cuanto más lejos, mejor. Entonces baje. Y no le diga a nadie quién es. Luego ya se las arreglará... La oscuridad será su techo, y el viento la mañana. Ahora váyase...
Y Fiódor Alexéievich,. que no sabía mucho de las cosas de este mundo, se echó sobre los hombros su capote forrado de algodón y siguió el consejo de su amigo.
AI tercer día de viaje, ya muerto de hambre, inmerso en un paisaje matinal como pintado con vino sobre la ventanilla del tren, introdujo la mano en el bolsillo y palpó el pirog. Aquel mismo que el bedel le había pedido y metido de nuevo a hurtadillas en su bolsillo. Ahora le vino de perillas, pero cuando lo mordió el tren dio un silbido que le cortó el bocado en la boca y toda la gente bajó. Estaban en la última estación. Fiódor Alexéievich pensó con zozobra: El ruso se lo pasa bien sólo cuando está de viaje; salió, y se hundió en el infinito silencio que había ido creciendo desde Moscú hasta allí, con cada versta recorrida. Caminaba por la nieve profunda como el silencio, mirando las casas colgadas de humos inmóviles fijados al cielo invisible, como campanas al campanario. Un perro atado en la helada gemía ronco. Estaba sobre la rama de un árbol como un pájaro, porque su cadena era demasiado corta para poder hacerse una guarida en la nieve.
Razín giró en torno suyo. No tenía adonde ir y no sabía qué hacer. Todo estaba cubierto de nieve, y como en aquellos tiempos en Rusia no había posadas ni siquiera en Moscú, mucho menos iba a haberlas allí, donde lo único que le quedaba al hombre eran sus doloridas y congeladas orejas. Vio una pala apoyada en la puerta de una casa, y sin pensarlo, pura y simplemente para entrar en calor, la agarró y se puso a quitar nieve.
Como por un lado hacía cada vez más frío, tanto que no se podía lamer los labios porque se quedarían pegados, y por otro Fiódor Alexéievich todavía era un hombre fuerte y sistemático como siempre, el trabajo progresaba a pedir de boca. No sólo abrió un camino entre los montones de nieve, de un metro y medio de alto, desde la casa de la que había partido, sino que se puso también a quitar nieve de la carretera principal, en ángulo recto. De paso, llegó a la conclusión de que la eternidad y lo infinito eran asimétricos y se entretenía tratando de demostrar esta proposición vía matemática. Al quitar un montón de nieve de una tienda descubrió en el escaparate un anuncio apenas legible. Derritiendo con su aliento el hielo del cristal leyó:
SE FOTOGRAFÍAN ALMAS
EN TRES DIMENSIONES
RADIOSCOPIA DE SUEÑOS
Hay que pedir hora con una semana de antelación. Se hace un ensayo general. También se buscan las fotografías más logradas de sueños en todos los formatos, en color o en blanco y negro. Se pagan honorarios especiales por las mejores grabaciones de recuerdos, aptas para ser emitidas en las cadenas de televisión. Las grabaciones de pensamientos infantiles se pagarán a buen precio y se distribuirán entre los coleccionistas y los sistemas cerrados de vídeo.
Perplejo, Razín sintió como si algo le enjuagara las cejas, el bigote y las orejas; estuvo a punto de posar la mano sobre el picaporte, pero en ese instante vio que al pie del increíble anuncio alguien había añadido con un lápiz:
La tienda, en el mejor de los casos, está cerrada.
Razín sonrió con alivio, por lo que la helada le penetró en la boca, y prosiguió deprisa su labor. Por la tarde había llegado hasta la plaza mayor, y allí le descubrieron.
Los lugareños se dieron cuenta enseguida de que el hombre que tenían ante ellos era el mejor quitanieves jamás visto en aquellos parajes y le encaminaron a la brigada local de mantenimiento de limpieza en las calles. Un hombre desconocido ha surgido del desierto —dijeron— y tiene buena maña con la pala. Le dieron té, azúcar, y una cucharilla, a decir verdad agujereada y con el mango torcido, como si alguien con muchísima fuerza hubiese querido extraer algo de aquel mango, una lágrima, un poco de té o una gota de mantequilla. Entró en calor al lado de la estufa, bebió el té y se quedó anonadado. Se trataba del famoso té blanco, que costaba diez rublos de plata la libra en la Rusia de los zares, y los perros que lo bebían se volvían tan rabiosos que despedazaban todo lo que caía en sus garras. Pero no tuvo tiempo para preguntarse cómo habían conseguido aquel té, ya que de nuevo estaba en la nieve, esta vez entre un grupo negro de barrenderos municipales. Escuchó el mensaje de silencio que justo llegaba a su fin y se lanzó a quitar la nieve con más ahínco aún, al haber comprendido que luego, como los demás, tendría dónde pernoctar.
De esta manera comenzó su nueva vida. Lavaba los calcetines con nieve, tomaba té de nieve y quitaba nieve, de tal forma que hacia finales del invierno fue proclamado el mejor de su turno. Se despertaba con las huellas de su oreja en la toalla empapada de lágrimas y babas que le servía de almohada, y se ponía a quitar nieve con frenesí. Al invierno siguiente los periódicos locales escribieron sobre él, y a los dos años en el Pravda de la capital salió una nota sobre sus éxitos. Llegó a ser el mejor quitanieves de la comarca y uno de los mejores de todo el país. A veces por la noche soñaba con doce barcos que tenían los nombres de doce apóstoles, o con trece jinetes que llevaban un crucifijo y un baldaquín, intentando llegar al galope hasta un decimocuarto jinete. Cuando le cubrieron con la sombra del baldaquín, se pararon.
—¿Quién eres? —le preguntaron los discípulos de Cristo, reunidos en torno al crucifijo, sin desmontar.
—Soy el decimocuarto discípulo —replicó el desconocido bajo el baldaquín, y Razín se despertó.
Tenía la cara llena de una suerte de arena, se la restregó y dedujo que eran lágrimas secas de los sueños. Lloraba en sueños por su hijo al que nunca había visto, y sin embargo sabía que existía. Evidentemente, los sueños y las lágrimas venían aún de su vida pasada, llegaban tarde. Entonces se levantó y quiso coger la pala.
Pero esa mañana no se la dieron. Le retuvieron en la barraca. Acudió a verle un hombre joven. Tenía las puntas de las cejas y del bigote cuidadosamente tapadas por la bufanda con que se cubría la cabeza. Su mirada cayó sobre la cara de Fiódor Alexéievich como polvo, el joven se quitó una manopla y en su mano apareció un cigarrillo encendido. Se puso el cigarrillo en la boca, sacó un afilado cuchillo para zurdos y un trozo de tocino, cortó con la mano izquierda un pedazo, se lo ofreció a Fiódor Alexéievich y a continuación fue al grano. El renombre de mejor trabajador del que gozaba Alexéi Fiódorovich (así se había presentado Razín en su nuevo lugar de residencia, y así le llamaban) obligaba a todos, incluso al mismo Alexéi Fiódorovich. Por lo tanto tendría que afiliarse al Partido Comunista. Cuanto antes mejor. Esto tendría mucha resonancia fuera del pueblo y desde una perspectiva más amplia...
Razín se quedó helado cuando oyó aquella propuesta y su cerebro empezó a trabajar deprisa, pero al oír toser al viento en la ventana renunció a seguir pensando, y dijo:
—Pero querido camarada, si yo soy analfabeto, ¿cómo voy a entrar así en el Partido?
—Eso no importa, Alexéi Fiódorovich, no importa. Tenemos muchos como tú. Natalia Filípovna Skargina les enseña las letras; dirige el curso para analfabetos, y en él te meteremos a ti con los demás ignorantes, y cuando aprendas, comenzarás a asistir a las reuniones, pero mientras tanto, durante un mes, no te molestaremos.
Así que Fiódor Alexéievich fue al curso de Natalia Filípovna. Se encontró en una bonita casa de madera, en el pasillo había un montón de palas y veinticuatro pares de botas. El también se descalzó y entró en una sala increíblemente baja llena de pupitres. En ellos estaban sentados veinticuatro asistentes al curso de Natalia Filípovna que, exhalando vapor de tan mojados como estaban, mordían las puntas de los lápices y escribían según el dictado de la propia Skargina la letra i: inclinada fina, recta gruesa... La estufa brincaba en un rincón y derramaba el agua puesta para el té. Natalia Filípovna estaba sentada tras la mesa y se volvió alegremente hacia el recién llegado que rozaba el techo con la espalda:
—Te agachas, ¿eh?, ¡agachas la cabecilla! Así se hace ante la profesora. Por eso desde que el mundo es mundo se hacen los techos bajos, cuanto más bajos mejor, para que no os pavoneéis.
Hizo sentar a Fiódor Alexéievich y le ofreció té, con lo que se vio que Natalia Filípovna Skargina en realidad estaba de pie tras su mesa y que su estatura era tal que parecía estar sentada cuando estaba de pie. Luego se volvió hacia la pizarra, sacó de la oreja un pedazo de tiza y comenzó la clase de matemáticas.
—Uno más uno —escribía y deletreaba en voz alta Natalia Filípovna—, ¡uno más uno: dos! Y esto en lunes y en martes, recordadlo. Y ayer lo fueron, y lo serán por los siglos de los siglos: dos y sólo dos.
En la habitación hacía calor, la estufa había comenzado a pasear, como desenganchada de la cadena, todos deletreaban: uno más uno son dos. Fiódor Alexéievich también tomó el lápiz para anotar lo que había en la pizarra y ya no se pudo contener. Sólo entonces comprendió que desde que había cogido la pala para quitar nieve no había vuelto a sudar, y que todo aquel sudor acumulado tenía que salir de él por alguna parte. Y por primera vez en todos aquellos años no se pudo aguantar. Se levantó decididamente, dio con la cabeza en el techo, salió a la pizarra, se dirigió con su convincente voz de antaño a Natalia Filípovna, que se quedó muda, y ante el estupor de todos los presentes dijo:
—Eso son matemáticas del siglo XIX, querida Natalia Filípovna. Permítame que se lo haga notar. Las de hoy, las matemáticas modernas, miran las cosas de forma diferente. Saben que uno más uno no tienen por qué ser siempre dos. Déme esa tiza un momento y se lo demostraré inmediatamente.
Y Fiódor Alexéievich comenzó a escribir en la pizarra los números con su velocidad habitual. Las ecuaciones se sucedían una tras otra, en la sala reinaba el silencio, el profesor por primera vez después de tantos años hacía de nuevo su trabajo, aunque, a decir verdad, encorvado de aquella manera no podía controlar muy bien los números; la tiza chirriaba de forma extraña y de repente el resultado fue, contra todas las previsiones de Fiódor Alexéievich, otra vez 1 + 1=2.
—¡Un momento! —exclamó Fiódor Alexéievich—, algo va mal, sólo un momento, pronto veremos dónde está el error.
Y mientras, un pensamiento descabellado le daba vueltas en la cabeza: ¡Todas las partidas de cartas perdidas componen un todo! Y esa ocurrencia no le dejaba calcular. Los pensamientos tronaban en su interior, y ese ruido ahogaba todos los demás. Pero su sin par habilidad le salió al paso, enseguida supo dónde encontrar el fallo y se lanzó con la tiza sobre las líneas de números escritos, de los que ya se desprendía un polvo blanco.
Y en ese instante toda la clase, los veinticuatro, todos excepto Natalia Filípovna Skargina, comenzaron a coro a soplarle la solución:
—¡La constante de Planck! ¡La constante de Planck!
Podríamos llamar ingenuos a todas las personas que confiaban en la cumbre antipederastia celebrada en el Vaticano como el punto de inflexión en la persecución de los delitos de abusos sexuales por parte de la Iglesia católica. Pero para la iglesia, el reino de dios no es de este mundo, y la ley divina que sostiene sus fantasías está por encima de la ley de los hombres. Un cura pederasta es solo una oveja descarriada, cuya vuelta al rebaño tras el correspondiente arrepentimiento ante los ojos de la iglesia es suficiente para limpiar la mácula del pecado. La ley humana solo puede desprestigiarles y estorbar su misión de proselitismo y evangelización.
La actuación de la iglesia católica ha sido paradigmática en este asunto, con una sistemática ocultación de los delitos de pederastia ocurridos en su seno por parte de frailes, curas y obispos. Bastaba alejar al culpable de sus víctimas, a veces a costa de acercarlos a otras víctimas potenciales ignorantes del peligro que se cernía sobre ellos. Esta negativa se vio prolongada y justificada por las supuestas actuaciones que se originarían en la reciente cumbre vaticana. Se llegó incluso a poner al frente de la comisión antipederastia al obispo de Astorga, criticado por las víctimas por sus anteriores actuaciones en estos temas.
Las organizaciones de víctimas claman ahora ante la ausencia de propuestas de acciones concretas tras la cumbre. Nada se ha hecho o decidido que augure que realmente algo ha cambiado en la iglesia. Todo el boato utilizado, tan propio de la iglesia por otra parte, no ha llevado a nada concreto. La reedición del parto de los montes.
Y precisamente a las víctimas sí que les ha sido fácil enunciar medidas concretas que pueden tomarse de inmediato:
- Expulsión inmediata de cualquier clérigo culpable de abusos a menores, así como de los encubridores.
- Envío de la documentación disponible a las autoridades civiles.
- Eliminación de la inmunidad para los diplomáticos vaticanos y que puedan así ser juzgados en los lugares donde cometen los delitos.
- Indemnización a las víctimas.
- Publicación de los registros y archivos con todos los clérigos que hayan cometido abusos a menores, incluso los ya apartados o fallecidos.
- Etc.
En definitiva, asunción de responsabilidades, colaboración con la justicia y transparencia en el futuro.
Sin embargo, el Papa Francisco ha ofrecido únicamente vaguedades en su discurso de clausura, sin ninguna acción concreta. Las mismas buenas palabras que usaba la iglesia con los papas anteriores para defenderse .
Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez, admitió que no piensa encargar ninguna investigación sobre los casos de abusos sexuales ocurridos en la iglesia española en el pasado. Su disculpa es que la CEE no tiene autoridad sobre las diócesis. Una disculpa ridícula si pensamos que son los propios obispos los que mandan en las diócesis y que forman parte de la CEE. Pide tiempo, pero como dijo el padre de una de las víctimas: “se necesita poco tiempo para abusar de un niño”
Visto que no quieren sacar a la luz los escándalos del pasado, ¿qué podemos esperar del futuro? Lamentablemente, poco o nada. Para ellos, siguen vigentes plenamente las mismas razones que les llevaron a proteger el prestigio de la iglesia a costa de ignorar a las víctimas y esconder a los delincuentes. Se consideran una organización superior a la sociedad mundana, con una misión divina a la que todo puede ser supeditado, ya sea público o privado. En España, están acostumbrados a no rendir cuentas sobre ningún asunto, a apropiarse de bienes públicos gracias a leyes que sus adláteres aprueban casi en secreto, a propagar sus creencias en la enseñanza en pie de igualdad con materias científicas, etc. No van a ceder fácilmente.
Salud
En un ataque sin con precendentes a la libertad de expresión han expulsado a @recauchutadospelaez cuyo único delito, además de hacer propaganda de neumáticos dudosos, fue amar la verdad, cubriendo valientemente los eventos más escabrosos y no escatimando ningún detalle en noticias de alto voltaje político, como la de aquella trabajadora de una morgue que se quedó embarazada de un muerto y exigía la manutención de la criatura, o aquella en la que un hombre enamorado trató de resucitar a su novia teniendo sexo con ella, una noticia silenciada por numerosos medios que solo la prestigiosa web noticiasya.com se atrevió a documentar desafiando a los poderes establecidos.
Una vez más los meneantes y las meneantas mostramos nuestra repugna hacia un suceso que consideramos SENSURA y exigimos la vuelta de ese gran periodista que siempre fue @sacreew @ciclistapelirrojo @vonneckruch, @recauchutadospelaez y unos cuantos más. ¡¡Basta ya de sensura!!¡¡Viva la libertad!!
Después de ver cómo todos ponéis medidas de mierda para salvar Menéame, yo en mi intrínseca negrura, propongo una serie de medidas eficaces para salvar tan digna web:
1) kit de bienvenida: toda nueva alta debe venir con algún souvenir, digamos, un poco de farlopa, ungüento potenciador de erecciones o un maromo.
2) Admin por un día: todo usuario antiguo sea quien sea tendrá derecho a ser admin por un día, si es izquierdoso podemita y planchabragas será Stalin, mientras que los trifachitos sodomitas serán Musolinis, así podréis desatar todo vuestro autoritarismo interior.
3) eliminación del voto negativo: si no estás de acuerdo con una noticia le chupas la polla al de al lado para que no vote. Ah qué eres mujer, no me consta en Menéame somos hombre o de la CIA, también hay algún sudaca desubicado.
4) Stricke griego: cuando alguien se saque una polla o teta de la boca para decir alguna estupidez, el subcontratado griego Nikopolidis los penetrará con su enorme sarisa.
5) Fin del servicio premium: Nada de pagar 45€ al mes por votar y tener derecho a babear. Basta, es estúpido, ni que mandarán a tías juntadas en Viagra. Menuda gilipollas para el paytowin este de mierda.
Normalmente, cuando sale el tema de la RB sale siempre el típico que dice que eso lo único que haría es que la gente se quedara en casa viendo la tele o en el bar.
La idea que creo que subyace a esa afirmación es que si tienes lo justo para no pasar hambre entonces no querrás hacer nada más, que se te quitarán las ganas de tener coche, de tener una consola, de tener ropa nueva, de viajar, ... cosas que necesariamente pasarían por tener un trabajo por mucha RB que haya.
Además, la eterna pregunta de "¿y cómo se va a pagar eso?", alegando que darle una paga a cada español sería carísimo. Dicen que con lo que se podría pillar del fraude fiscal no habría suficiente. Que el rescate a los bancos sería algo temporal "si se consiguiera recuperar". Que...
Pero hay un detalle que me parece que poca gente piensa cuando se habla del tema.
Pongamos un caso límite:
En esa situación, esa pareja, habiendo RBI/RBU puede aguantar, darle de comer al crío, llegar mal que bien a fin de mes, ...
Sin RBU/RBI la salida que les queda es bastante clara: "antes robo/vendo droga/me prostituyo que dejar que mi crío pase hambre".
Resultado:
Así que ¿qué se prefiere?
En un artículo reciente, miles de veces visto y miles de veces meneado, se proponía un crowfunding para denunciar por delito contra la salud pública a la nueva corporación municipal de Madrid si revertía Madrid Central.
Aparte de las consideraciones políticas que se me ocurren, y de otras de índole más futbolera (la gente siente los colores, oye), me gustaría hacer un par de apuntes de carácter jurídico para que, si lo tienen a bien, respondan los entendidos y comenten los no entendidos.
En primer lugar, si la nueva corporación es culpable de delito contra la salud pública si revierte Madrid central, es de suponer que serían igualmente culpables los alcaldes anteriores que, pudiendo decretar la medida, no lo hicieron. De hecho, sería culpable la propia Carmena por los dos primeros años de su mandato. ¿O antes de Madrid central los coches no contaminaban? El alcalde actual no crea un ilícto nuevo, sino que regresa a un ilícito anterior, igualmente punible.
En segundo lugar, me pregunto por qué la alta contaminación del aire en Madrid Central es delito contra la salud pública, pero no lo es en Vallecas o Tetuán por decir algo. Igual de exigible es mantener las restricciones en Madrid Centro como imponerlas en el resto de los distritos. ¿O sólo los del centro tienen derecho a aire más limpio?
En tercer lugar, si permitir circular a los coches por las ciudades es delito contra la salud pública, me pregunto por qué tiene que ser sólo en Madrid, y no encausamos a todos los alcaldes, puesto que la contaminación perjudica la salud igual en Madrid que en Zaragoza, igual en Barcelona que en Cádiz?
A lo mejor en Cádiz no, porque allí gobierna Kichi y eso son palabras mayores. ¿Pero y el resto?
¿Nos damos cuenta de las cosas que decimos a veces y para las que se pide financiación por crowfunding?
Cada día me asalta con más fuerza una sospecha: todos los partidos se presentan a las elecciones, a ver qué pillan, pero en estos momentos nadie quiere gobernar, porque el que más y el que menos se malicia que nos vamos comer una hostia como el sombrero de un picador y que el que ocupe en esos momentos el palacio de la Moncloa va a quedar marcado como un novillo.
Así estás las cosas: cada día depende menos de nosotros el camino que transitamos. Cada día hay más poder en manos de instituciones foráneas, empresas multinacionales y bancos emisores de casa Cristo. Cada día importa meno lo que votamos, porque como a Draghi, o la petarda que lo releva, les dé por no comprar deuda española, no nos libran ni la virgen de Covandonga y Confucio en coalición.
El poder se escapa, pero no las culpas. Cuando algo vaya mal, y no tardará, todo el mundo acu8sará al partido gobernante de no haberlas visto venir, de no hacer nada por evitarlo y de no ser capaz de gestionar la crisis. Y de nada servirá que ese pobre desgraciado, quien quiera que sea, señale al Banco Centra Europeo, al Fondo Monetario Internacional o al Cristo de la Farlopa: el culpable será él, también pro las decisiones que no le dejaron tomar, la soberanía de dibujo animado y la independencia de litrona y subidón.
Por eso no quieren gobernar: porque las ven venir. Porque el estacazo que se avecina va a ser de manual resumido de Historia Universal, porque es mejor parecer tonto dos días que hijo puta media vida. Porque es mejor decir que la abuela fuma, el niño sin piernas pidió una bici y los fachas luchan contra el feminismo que contar que las pensiones no se pueden pagar, la deuda no se puede pagar y algún día habrá que despertar y regresar a lo somos en realidad: un puto país más pobre de lo que creemos. Un país con más pobres de los que parece y menos ricos de los que suponemos.
Por eso nadie quiere gobernar. Por eso.
A Gonzalo Puente Ojea, preclaro debelador del mito religioso, le resultaba tremendamente revelador lo cómoda que se siente la iglesia católica con el régimen surgido en España tras la aprobación de la constitución de 1978. Basta considerar la historia de intolerancia que arrastra desde sus comienzos como religión oficial de imperio romano en tiempos de Constantino para sospechar de esa comodidad. En particular, es suficiente examinar el previo periodo dictatorial nacionalcatólico, instaurado tras un fracasado golpe de estado, que la iglesia amparó y justificó sin ambages desde el primer momento, y la posterior guerra civil que acabó a sangre y fuego con el legítimo régimen democrático de la Segunda República.
Tras la muerte del dictador, unas elecciones semidemocráticas surgidas de la Ley de Reforma Política de 1976 no podían otorgar en absoluto el carácter de constituyentes a las cortes elegidas. Aún así, en un lamentable proceso llevado a cabo de tapadillo y a espaldas de la opinión pública se elaboró el texto constitucional que se sometió a referendo a continuación.
Nada bueno podía salir de un proceso realizado bajo la vigilancia efectiva del incólume aparato estatal franquista: ejército, policía y poderes judiciales. Sin olvidarnos de la jefatura del estado, encarnada en el monarca borbón elegido por decisión personal del genocida dictador anterior, en evidente desafío a la legalidad republicana liquidada por la fuerza de las armas.
Y el texto constitucional evidenció que la supuesta oposición democrática resultante de las previas elecciones seudodemocráticas había mantenido incólumes los dos pilares básicos de la estructura dictatorial franquista: La monarquía borbónica personificada en el sucesor elegido por el dictador y los privilegios de la iglesia católica característicos del nacionalcatolicismo inherente a la dictadura.
Las artimañas utilizadas para perpetuar la situación preponderante de la iglesia resultan especialmente significativas para comprender el disimulado proceder utilizado. Por un lado, se negoció subrepticiamente una actualización del Concordato con el estado del Vaticano, que había sido el precio pagado por Franco para romper el aislamiento internacional al que se encontraba sometido después de que sus aliados nacionalsocialistas y fascistas perdieran la segunda guerra mundial.
Los nuevos acuerdos fueron por tanto negociados por autoridades preconstitucionales con la jerarquía católica colaboradora de la dictadura franquista. El resultado no podía ser más predecible: una sucesión vergonzosa de privilegios de la iglesia para asegurar el proselitismo en sistema educativo, la presencia en la fuerzas armadas, y todo tipo de ventajas fiscales y judiciales para apuntalar con recursos públicos su poder económico e inmobiliario.
Por otro lado, la validez de esos vergonzantes acuerdos con el estado vaticano debía ser refrendada por el texto constitucional. Una tarea a priori incompatible con la exigencia de laicidad del estado exigible a cualquier estado democrático moderno. Pero cualquier cosa es posible si se negocia a espaldas de la opinión pública. En un alarde de equilibrismo lingüístico, político e ideológico se redactó el punto 3 del artículo16: Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
Así se dice en el mismo párrafo una frase que parece asegurar la laicidad del estado para, sin solución de continuidad, decir justamente lo contrario al exigir al estado que, teniendo en cuenta las creencias religiosas (impuestas a la fuerza durante los 40 años anteriores), debe colaborar con la iglesia católica. El pretexto perfecto para aprobar, inmediatamente después del texto constitucional, los ya redactados acuerdos con el Vaticano. Un perfecto ejercicio de gatopardismo que permitió conservar la esencia del nacionalcatolicismo cambiando solamente la apariencia legal y la justificación constitucional.
El resultado es lo que se ha dado en llamar estado aconfesional, una perversión del significado de este adjetivo cuyo significado original es, evidentemente, independiente de las confesiones religiosas. Una denominación mucho más adecuada que describe de forma acertada la situación es la propuesta por Puente Ojea: Estado Criptoconfesional.
No se queda ahí el entuerto. El punto 3 del artículo 27 especifica: Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Desde luego, la redacción de este punto es mucho más aséptica, pero 80 años de privilegios hace que la jerarquía católica se sienta envalentonada y lo interprete de manera retorcida, deduciendo que en él se justifica la existencia de centros educativos religiosos que deben ser financiados por el estado.
Capítulo aparte merece la asignatura de religión, omnipresente en todas las etapas educativas por obra y gracia de los acuerdos con el estado vaticano. Recordemos que la génesis de esta asignatura se sitúa en la de carácter obligatorio que se impartía hasta el final de la dictadura, algo que no parecía causar problemas morales a la jerarquía católica y a los profesores que entonces se encargaban de ella. La existencia de la misma asignatura se garantizó en los acuerdos con el Vaticano, En la práctica se eliminó la obligatoriedad, pero se habilitó una asignatura simultánea de Ética para los alumnos disidentes (al principio escasos por razones obvias).
Naturalmente, esta solución era insostenible. Si los conocimientos impartidos en Ética eran realmente necesarios, debían serlo para todos los alumnos; y si no lo eran, la asignatura de Ética sobraba. Eso llevó al PSOE a eliminarla en la siguiente reforma educativa. Curiosamente, esto generó una batalla por las actividades alternativas que podían realizar los alumnos. La jerarquía católica sostuvo, en un alarde de arrogancia, que los alumnos que no asistían a las clases de catequesis no podían realizar ninguna actividad que les supusiera algún tipo de ventaja académica. Es decir, debían perder el tiempo en horario escolar (al igual que los otros). Incluso se negaban a que se impartiera al final del horario para impedir que los alumnos pudieran optar simplemente por irse a su casa. Aún así, la asignatura de religión comenzó una progresiva pérdida de alumnos motivada además por el imparable proceso de secularización de la sociedad española que puso en guardia a la jerarquía católica.
La ayuda les vino de la mano del gobierno del PP de Aznar, que se sacó de la manga una asignatura alternativa obligatoria que versaba sobre el hecho religioso, introduciendo además que la nota obtenida tuviera valor académico. Una jugada maestra que obligaba a los alumnos a elegir entre la catequesis que garantizaba a priori una buena nota, o su alternativa que podía conducir a un esfuerzo adicional de estudio y a una calificación de resultado al menos incierto. Solamente la imprevista victoria de Zapatero en las siguientes elecciones generales impidió que semejante atropello se llevara a cabo, pero era cuestión de tiempo que el PP volviera a gobernar. Uno de los principales puntos de la actual LOMCE vigente, aprobada durante el gobierno de Rajoy, es la restauración del valor académico de la Asignatura de catequesis religiosa. El desaguisado llega hasta tal punto que la nota de religión tiene valor académico hasta en segundo de bachillerato, un curso en el que el expediente es fundamental para después optar a los estudios de las distintas carreras universitaria. A tal punto que ha conseguido en los últimos años revertir el acelerado descenso de matriculados en religión en Bachillerato. Algo sobre lo que se pasa de puntillas cuando se cuestiona el sistema actual de acceso a la universidad. Desde luego, la jerarquía católica, para quienes parece que el fin justifica los medios, parece encantada.
Empero, se observan últimamente algunos conatos de rebelión. Algunos Institutos de Educación Secundaria han tratado de negarse a impartir religión y algunas comunidades autónomas han tratado de eliminar religión de segundo de bachillerato. Se han topado siempre con la justicia, que aduce siempre los vigentes acuerdos con el estado vaticano e incluso la redacción de la constitución para impedir cualquier avance hacia una administración y educación que sea realmente independiente de cualesquiera creencias religiosas.
El último movimiento ha correspondido al grupo parlamentario navarro de Geroa Bai en el Parlamento de Navarra que ha registrado dos proposiciones de ley dirigidas al Congreso de los Diputados para “garantizar la laicidad de la escuela pública”, proponiendo la reforma de la ley orgánica de Libertad Religiosa, la de Educación, en relación con la enseñanza de religión, y la modificación del artículo 27 de la Constitución. Aducen que: la necesidad de avanzar hacia un sistema educativo laico hace imprescindible emprender una reforma constitucional y las modificaciones legales necesarias para no impartir religión confesional en el currículo escolar.
Los profesores de religión se han apresurado a resaltar que tienen a su favor la carta magna y que la propuesta es imposible sin reformar la Constitución. Es decir, que todo quedó atado y bien atado, en palabras del dictador Franco. Al menos los nudos ya han aguantado 41 años. Más que la propia dictadura nacionalcatólica.
Salud
@Aaaadmin, @Aaaadmin, sal ratita que te vea la colita...!
En realidad ni me iba a ir ni nada, pero yo también quería ser popular. Chavalada, que los unfollows no se anuncian.
Hints: "Superioridad de los programadores con respecto al jugador mostrada en forma de texto aclaratorio."
El punto de partida de Age or Empire es simple: con unos recursos mínimos debes llevar a tu tribu primitiva hasta formar una gran civilización. Aunque deja abiertos los modos de llegar al final del juego, puedes dominar ganando en batallas a otras civilizaciones, explorar el mundo desconocido, conseguir la victoria a través de la superioridad económica, etc.
Las posibilidades que se abren ante los jugadores son múltiples, ya que se puede elegir seguir alguna de estas tácticas o parte de las otras en mayor o medida, por lo que se convierte en fuente de muchos "juegos" dentro del propio universo del juego. En realidad, lo que ofrece es un marco, con unas reglas concretas y unos objetivos a corto, medio y largo plazo.
Un modelo de selección natural.
Se parte de un escenario dado -terreno con mares, árboles, etc.- y un mínimo de humanos y edificios especializados en áreas concretas, estos "crean" o humanos que realizan diversas actividades o ingenios mecánicos diferentes -barcos, catapultas, etc.-. Cada edificio puede ser "upgradeado", con algún coste en materiales que hay que conseguir -como en el mundo real, nada es gratuito-. Una vez hecho esto, los edificios podrán producir humanos o ingenios de nivel superior al anterior. Este es el meollo básico del programa. Simple, eficaz y con muchas posibilidades. Ya que cada uno de los elementos se abre como una margarita mostrando diversas opciones. Es posible mejorar la fabricación y obtener humanos más hábiles, pero obliga a invertir recursos que deben sustraerse de otras actividades: los trabajadores que se ocupan de obtener madera para mejorar un edificio, no pueden dedicarse a defender la tribu o a reparar barcos. Las decisiones que se toman afectan a la evolución de la tribu y a sus posibilidades de supervivencia, enfrentada a un entorno con recursos limitados y la competencia feroz con el resto de las tribus. Así un edificio que crea arqueros, cuesta "x" cantidad en madera, pero ha de construirlo un humano que a su vez puede o talar árboles, construir edificios, obtener piedra, o reparar naves... Es el jugador quien decide cuándo, dónde, quién construye y qué se construye. Este edificio "crea" arqueros llamésmoles de nivel-1, pero el edificio es "upgradeable" a un coste de "x" en madera, "y" en comida y "z" en oro, una vez elevado el nivel del edificio éste adiestrará mejores arqueros, o cuádrigas, etc., etc. Esta misma técnica se usa para todos los edificos y humanos que se pueden utilizar en diversas actividades, ejército, agricultura, religión, y un largo etcétera.
A.O.E. es un programa que no tiene coste alguno para el usuario ya que ni necesita sofisticadas tarjetas gráficas, ni requiere un gran procesador... por lo que tiene garantizado el éxito en un gran número de máquinas de diferentes características. Esta sabia elección debe haber permitido su distribución de modo mucho más fácil y por tanto su aumento en ventas. Además, al margen de sus resultados comerciales, representa una posición frente a las posibilidades técnicas que muchos compartimos: el uso de máquinas más potentes no produce en sí mismo juegos más divertidos.
Ofrece también una documentada información sobre períodos concretos de la Historia donde se va a desarrollar nuestra acción. Su rigor a nivel de documentación sobre las culturas y las civilizaciones es interesante y arroja datos curiosos sobre hechos y batallas olvidadas o desconocidas. Por lo que, de alguna manera, estamos siendo testigos y constructores de una época de la Historia. Digo constructores porque estamos repitiendo -entre comillas- la evolución histórica. Si bien es cierto que a veces se sacrifican complejidad y sutilezas en aras de la "jugabilidad" del producto. Creo importante resaltar como otra parte fundamental de éxito, el uso de la Historia como excusa general de universo que crea el producto. Sin olvidar que esto y la parte de estrategia en tiempo real permite el uso del juego a padres-hijos de un modo "blanco" y agradable para ambos, asistiendo el primero al segundo en muchos casos y participando ambos de una conquista o una táctica adecuada. No hay que olvidar el mercado del video-juego y A.O.E. es un programa muy susceptible de ser comprado por padres a sus hijos, con plena satisfacción y confianza en lo que va a encontrar en él, por lo que las ventas aumentan considerablemente, al no ser un producto que tenga escenas que puedan molestar a estos compradores. Además el hecho de incluir datos históricos permite que se pregunte e indague sobre estas áreas.
La elección de un entorno casi plano y poco isométrico ayuda a la comprensión visual del juego, recordando un poco a los SimCity o SimEarth. Por lo que es de fácil uso a nivel de entorno. Esta elección de un entorno tan simple se debe a que se ha sacrificado este área -y otras- en aras de un complejidad táctica superior de los enemigos, la I.A. de estos es en ocasiones irritantemente grande. Son precisos y su táctica aunque simple, es muy efectiva para poner en jaque a cualquier jugador.
Antes había indicado que el marco y las reglas básicas de juego son simples, eso es cierto pero afinando un poco más... en algunos casos la táctica a seguir no es muy intuitiva, de hecho no es nada intuitiva en casos muy concretos. Cosa que creo el error más grande que posee el juego, siempre teniendo presente que se habla de un producto premiado como el mejor juego de estrategia de 1997. Pero, hilando fino, se ve que la necesidad imperiosa de ayudarnos con "hints" (pistas) en cada misión no es más que una manera de decir que quizás haya otras tácticas pero que ésa es la más conveniente, cosa que no le hace ningún favor al juego por el factor de complejidad o táctica casi obligatoria en algunos casos.
El juego es coherente con el entorno que crea en un principio, elementos con características diferentes que realizan labores especializadas, enfrentados a enemigos de escala evolutiva superior o más numerosos o situados estrategicamente mejor. Esta característica siempre es constante, por lo que una vez que sabemos esto se mantiene constante a lo largo de todo el conjunto que conforma el propio juego. Además la complejidad del juego va en aumento gradualmente por lo que se aprende a jugar mejor a medida que se juega. Se utiliza la típica técnica de psicología sistémica de la "escalada positiva", a medida que vas creciendo en poder el enemigo crece en un grado mayor, por lo que has de crecer también y así sucesivamente hasta llegar al final donde el "enemigo" es vencido.
Quizás la única pega es que en algunos casos las diferencias no son tan graduales y el enemigo "salta" dos escalones más que el jugador, con lo que es muy complicado y lento obtener un victoria. Digo lento, porque en algunas ocasiones se eterniza demasiado alguna fase del juego y sólo se ve uno asistido por la existencia de la posibilidad de salvar la partida, con la consiguiente ventaja que ello supone.
A.O.E. se basa en un estándar de juego donde se mezclan habilidades de simuladores antes citados y juegos de estrategia clásicos, con un interface bastante amigable -aunque mejorable- y misiones simples y claras. Tiene detalles que resultan curiosos como por ejemplo la posibilidad de crear un monje que convierta "literalmente" a un enemigo en alguien de tu bando. La posibilidad de combinar estrategia militar, con económica o de distribución de los edificios de la ciudad hace pensar que se han tomado ideas de algunos otros juegos, si bien integrados en un todo perfectamente.
Creo que, como antes he dicho, el sacrificar calidad en el aspecto visual y entornos gráficos, animaciones 3D -tan de moda hoy día-, en favor de máquinas más "pequeñas" es un gran acierto y además valiente.
El único truco de ilusionismo que he notado es uno muy curioso, me refiero a que has de jugar mucho a A.O.E. para darte cuenta de que lo parece un I.A. sofisticada es en realidad una línea muy básica de actuación. Por ejemplo, un barco se acerca a tus líneas de defensa cargado con cinco soldados y recorre todas tus empalizadas de piedra hasta que encuentra un hueco donde atracar, y ahí libera sus hombres. Si esto se hace en varios frentes a la vez, parece que el enemigo te acabará venciendo porque el ataque es por todos lados. Eso es lo que parece en un principio, pero mucho después detectas simpleza en el comportamiento, pero no por ello menos habilidad a la hora de diseñar ese simple proceso de ataque. Coste en esfuerzo de programación mínimo, resultado más que óptimo. Quizás éste sea el gran truco del software supuestamente simulador de inteligencia. Se me viene a la mente la "inteligencia" de los monstruos de Doom que por un sencillo truco de bloqueos de sonido entre salas o partes de salas, conseguían un gran realismo de "inteligencia de ataque y actuación" y que en QuakeII se sofisticaron tanto los parámetros de programación de los enemigos que, de tan complejo, a veces parecían enemigos simplemente tontos, tanto que se quedaban atrapados en las esquinas de las paredes. Esto me ayuda a defender la simpleza de algunos trucos usados en A.O.E. sobre la "inteligencia artificial" de los enemigos que a veces parecen grandes elucubraciones tácticas, cuando no lo son.
La elección de diseñar mapas muy simples y planos de un coste en esfuerzo mínimos y con la posibilidad de generar mapas propios me parece un gran acierto, por un lado el generador de entornos tan simples no es de gran conplejidad y si a la vez lo incluyes en el juego multiplicas la versatilidad de A.O.E., esto me parece un acierto. Si bien se echa en falta en los mapas concretos mayor rigor de documentación respecto al etrreno original en el que tuvo lugar la batalla o enfrentamiento entre culturas.
Esto me trae a la mente la posibilidad, no incluida en el juego de implementar elementos como efectos climáticos reales: lluvia que dificultara el avance de las tropas, nieve que dejara huellas que pudieran ser detectadas por el enemigo y hasta quizás cambios de estación en el transcurso del juego con un simple cambio de tonalidad general o algún pequeño truco gráfico sin mucho coste.
Otro gran acierto y que añade complejidad es que se necesita realizar una serie de acciones conjuntas y coordinadas por parte de todos los elementos en y del juego en tiempo real, o sea, debes tener siempre presente a tus recolectores de alimento, leñadores, guerreros, mineros, sistema de defensas, barcos, etc., etc., para que tengas el éxito en el juego por lo que el nivel de atención a de ser máximo y por tanto su adictividad. Quizás el sistema naval habría que haberlo sofisticado un poco más, añadiendo más tipos de barcos y por tanto mayor estrategia naval, no sólo de combate sino mercantil.
Está estudiado que en un largometraje te la juegas en los primeros quince minutos. En los videojuegos sucede exactamente lo mismo.
Ensayo-error: "Técnica repetitiva consistente en defender una tesis sin pretenciones científicas hasta llegar a un acto desacertado o sin tino con el fin de conseguir un acto acertado."
El juego Ubik tiene todos los ingredientes necesarios y suficientes para ser atractivo, es de estrategia en tiempo real y con personajes relativamente claros, libertad de acción, etc. Qué ocurre, que es tan complejo, tienes que andar siempre consultando ayudas y son tan rocambolescas algunas acciones que, lamentablemente, el juego se convierte en entender cuáles son las reglas del juego. Cosa que no ocurre con A.O.E., reglas simples y un marco muy claro desde el principio. Como la "misiones" van aumentando en dificultad, se aprenden las reglas del juego jugando y se va creciendo en complejidad y estrategia a medida que va avanzando el juego,se pasa de una tribu a usar la rueda, etc., etc., y sin que uno se de cuenta se han aprendido las reglas básicas que hacen comenzar a jugar y "evolucionar" dentro del universo creado por el juego.
Antes había indicado que el marco y las reglas básicas de juego son simples, eso es cierto pero afinando un poco más... en algunos casos la táctica a seguir no es muy intuitiva, de hecho no es nada intuitiva en casos muy concretos. Cosa que creo el error más grande que posee el juego, siempre teniendo presente que se habla de un producto premiado como el mejor juego de estrategia de 1997. Pero, hilando fino, se ve que la necesidad imperiosa de ayudarnos con "hints" en cada misión no es más que una manera de decir que quizás haya otras tácticas pero que ésa es la más conveniente, cosa que no le hace ningún favor al juego por el factor de complejidad o táctica casi obligatoria en algunos casos.
Inteligencia artificial.- Dispositivo o mecanismo con capacidad general de plantear y resolver problemas, de comprensión y de actuar con una finalidad completa. (No confundir con inteligencia artificiosa.)
La inteligencia artificial de las otras culturas no está bien desarrollada, ya que casi siempre uno se enfrenta a enemigos más numerosos o más avanzados en la Historia, eso y el hecho de capacitar la posibilidad de jugar contra otros humanos no hace más que indicarnos la merma en simulación de inteligencia de los enemigos cuando se juega contra la máquina. Si bien es cierto que simular algo tan complejo no es tarea fácil y hay que añadir que está más que bien disimulada esta sutil merma. A veces, incluso parece que piensan y actúan como tú (o tú acabas actuando como la máquina... hmmm, curiosa cuestión). Quizás éste sea el gran truco del software supuestamente simulador de inteligencia. Se me viene a la mente la "inteligencia" de los monstruos de Doom que por un sencillo truco de bloqueos de sonido entre salas o partes de salas, conseguían un gran realismo de "inteligencia de ataque y actuación" y que en QuakeII se sofisticaron tanto los parámetros de programación de los enemigos que de tan complejo a veces parecían enemigos simplemente tontos, tanto que se quedaban atrapados en las esquinas de las paredes. Esto me ayuda a defender la simpleza de algunos trucos usados en A.O.E. sobre la "inteligencia artificial" de los enemigos que a veces parecen grandes elucubraciones tácticas, cuando no lo son.
Una vez extraido la esencia del juego en una idea muy simple, como se ha demostrado que funciona, eso es lo que hay que mantener. Haría más secuelas con la misma herramienta: Intentaría dar el salto al futuro, o sea, la expansión al espacio y al futuro siendo todo lo fiel a las conjeturas de los tiempos por venir, o sea, intentaría seguir pautas lógicas de avance en el futuro, con el mismo rigor histórico de A.O.E., conquista del espacio, sondas espaciales a planetas cercanos, estaciones orbitales, paises en competencia por la conquista del espacio, algun viaje tripulado a algún planeta o satélite del sistema solar, economía, etc., etc. Con el fin de construir una Esfera de Dyson como fin del juego. Todo con el mayor rigor Futuro-Histórico posible.
Se podrían explorar a la vez otras culturas y su avance histórico como la China, o la India, incluso la Maya o Azteca. O para algo totalmente diferente y curioso como usar el marco de la Historia de la Industria del Automóvil, etc. Siempre con la pátina de la Historia y siempre manteniendo el espíritu del A.O.E., un marco sencillo y un interface amigable, escalado en dificultad y con la estrategia y la táctica siempre presentes. No trataría que el software demandara una máquina mucho más potente, ni sofisticadas tarjetas de vídeo, sino que intentaría ser honesto con el jugador y sus posibilidades de hardware. Ya que a la postre la clave no está ahí, sino en el espíritu del juego: la idea y la estructura. Quizás implementaría unidades especiales que adquieren experiencia, usando algún truco de programación. Quizás aumentaría la diversidad de terrenos, los haría dinámicos, donde la I.A. retrasara y reagrupara sus tropas en situaciones perdidas y analizara las mejores rutas, donde el enemigo observara las acciones enemigas y cambiara objetivos coordinadamente. Aumentando la fidelidad de los escenarios, colinas, lagos, montañas, etc.
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Para los que preguntéis, aceptaron mi CV y mi propuesta de trabajo en aquellos años pero no llegamos a acuerdo económico, como siempre. Por si acaso quedan dudas este texto es de 1998.
Nota: Artículo en respuesta directa al presentado el pasado 09/01/20 por el usuario @yeslibertarian títulado "El Salario Mínimo": www.meneame.net/m/Artículos/el-salario-minimo
Imaginemos que yo quiero construir un muro en un mes. Tengo dos opciones: contratar 2 obreros con mucha experiencia y darle a cada uno 2K€ (por un total de 4K€), o contratar 3 obreros jóvenes que se ofrecen para coger experiencia por 1K€ (un total de 3K€).
Aunque es más arriesgado por su inexperiencia, como es más barato elijo los 3 obreros jóvenes. Pero los obreros mayores dicen que les estoy explotando, que soy un facha, que hay que subir el salario mínimo. Los obreros jóvenes, convencidos de la injusticia, votan a los socialistas junto con los obreros experimentados (se ve que estos obreros jóvenes son incapaces de realizar exigencias desde criterios propios, solo son bobos manipulabes por esos malvados“obreros mayores”). Hay un cambio de gobierno, y sube el salario mínimo a 2K€, es decir, los obreros jóvenes duplican lo que cobrarían antes de esta subida (qué subida tan generosa esta que duplica salarios propuesta por el gobierno socialista presentada en este imaginario, fijénse si había opciones menos generosas desde el 1% hasta el 99% de subida... se queda corto el “coletas” en comparación con este gobierno socialista imaginario).
Por tanto ahora tenemos que para contratar a los obreros jóvenes debería pagar 6K€ (3*2). Pero los obreros experimentados, sabiendo que el hecho de que el gobierno socialista haya subido el salario mínimo no cambia la realidad de que ellos siguen teniendo más oficio que los jóvenes, subirán lo que piden por construir el muro, querrán mantener un diferencial en salario sobre los obreros menos experimentados en base al oficio que aportan a la tarea. Y además, como tienen experiencia y conocen de que va el asunto, saben que no podrán subir su salario en la misma proporción que este, tan espléndido y dadivoso gobierno socialista, aumentó el salario mínimo, es decir, no pueden duplicar su salario y pedir ahora 4K€ cada uno, porque nadie les contratará por ese precio. Digamos entonces que subirán su salario a 3,3K€ cada uno* (ver P.D.1 abajo).
¿A quién contrato yo? Si me quiero seguir arriesgando en contratar a los jóvenes ahora tendré que pagar 2K€ a cada uno, y como son tres los necesarios pagaré un total de 6K€. Y si quisiera contratar a los experimentados, que son dos, pagaré un total de 6,6K€ en total (3,3*2). Vaya, que el diferencial entre lo que me costaría antes contratar a un experimentado o a un joven (antes de la subida 1K€) se ha reducido ahora a 0,6K€. Que mis opciones para contratar a un joven o a un experimentado han aumentado si solo tomamos en cuenta el nuevo diferencial, Pero que la posibilidad de arriesgarme en seguir contratando jóvenes sigue existiendo porque, joder, ahorrarnos 0,6K€ tampoco es moco de pavo.
Y sí, también vemos que el precio por hacer el muro si contrato a los jóvenes se ha duplicado y tengo que acoquinar 3K€ más que antes, por lo que tendré que subir el precio del alquiler, cosas de la inflación... pero lo mismo los jóvenes que han duplicado el salario ahora se pueden permitir pagarlo... wso si no lo hacen en copas, videojuegos y el último Iphone. Vamos, si no prefieren gastárselo en otros bienes y servicios diferentes al que yo ofrezco (cosas del libre mercado).
Cualquier similtud con la realidad es pura coincidencia. Con este artículo no: www.meneame.net/m/Artículos/el-salario-minimo
*PD: Sí, lo de presentar subidas de salarios, Nº de trabajadores por tipo, decisiones de estos y demás para que el ejemplo se ajuste a mi discurso es mala práctica, pero en aras de un “combate” justo, permítanme hacer uso de estas mismas tretas simplonas que ya fueron empleadas en el artículo al que este que ahora se presenta trata de responder.
Como bien sabéis, desde siempre han existido los trolls en internet. Y desde que la red es la red, hemos tenido que soportar actitudes de algunas personas que solo buscan intoxicar conversaciones o hilos en cualquier chat, foro, o perfil (para los mas modernitos).
Menéame no ha sido la excepción, a nivel histórico ha pasado por sus altibajos y los que llevamos ya unos cuantos años sabemos de que pié cojea cada cuenta histórica. Sin embargo, los últimos años no han sido los mejores de la plataforma, y actualmente sufrimos un problema que, por interés o por dejadez, los admins y los webmasters parecen no estar interesados en solucionar: El abuso de cuentas trolls, creadas para cambiar la tendencia ideológica en las noticias, para reventar los debates sanos en los comentarios, y en fin, para tratar de convertir la plataforma en su cortijo de divulgación ideológica.
Dado que desde esta noticia (blog.meneame.net/2019/03/26/revision-de-las-normas-de-uso-de-la-comuni), la cosa ha cambiado poco, habrá que proponer algo desde "las bases" de meneame.
He aqui mi granito de arena: Propuesta para evitar la línea tóxica en meneame.
Todos tenemos la manía de, al ver un comentario o una noticia con pretenciones ideológicas contrarias a las nuestras, entrar al trapo a rebatir y discutir/pelear con las cuentras trolls de turno. Deberíamos evitar alimentar esos debates, porque hay un momento en el que en lugar de entrar para debatir sanamente, estás discutiendo con 5 cuentas al mismo tiempo, fundiendo el karma y basicamente perdiendo el tiempo.
Esta es la mas sensible, porque aqui los trolls es donde actualmente tienen el poder de hundir noticias a gusto. Es por ello que, crear una lista de sitios utilizados por los trolls para difundir mensajes ideológicos (DE CUALQUIER TIPO). Vamos, un nuevo boicot estilo AEDE.
Con tantas cuentas creadas con el fin de intoxicar meneame, reportarlos sirve mas bien poco (y menos cuando los webmasters no han tomado medidas aún para solucionar esto, sus motivos tendrán). Por tanto, usar el ignore va a resultar mas fácil para gestionar y ver contenido que realmente nos interese.
En lugar de mostar el karma (el cual es el que aprovechan los trolls) solo mostrar los botones de positivo o negativo. Además, en lugar de ocultar por defecto el comentario negativizado para todos, HACERLO PARA TODOS MENOS PARA EL QUE COMENTA. Explico este punto: Si yo soy un troll, y veo que karma tengo, aprovecharé para intoxicar los comentarios con soflamas, además de facilitar el trabajo de las cuentas coordinadas para saber si necesita mas votos positivos o no. Sobre la segunda parte, si yo soy un troll y soy incapaz de ver si mi comentario está ocultado o no, no sabre si realmente necesito parar para evitar perder el karma y quedarme sin opciones de seguir usando la cuenta (como detalle, mostrar todos los comentarios si no se ha iniciado sesión).
El hecho de poder crear 5 cuentas en un día por ejemplo, asegura que puede haber mínimo 5 noticias con 5 votos positivos desde el minuto 0 de su envío. Obviamente, ningun usuario "sano" entraría a meneame a lanzar tantas noticias enviadas de golpe, por lo que no es escusa de que "afectaría a la experiencia de usuario".
esto es más tecnico, pero podríais generar un hash unico por APP y vincularlo a la cuenta. Esto facilitaría muchisimo la verificación de usuarios y reduciría bastante (no del todo) las cuentas coordinadas.
Como es habitual, este artículo recibirá votos negativos (pronostico 3 en menos de 5 minutos) por lo que agradecería a la sana comunidad que debatamos sobre esta propuesta, para evitar que a los que no les interese, la terminen hundiendo en el olvido.
Saludos compis!!!
No sé si me ocurrió a mí hace algún tiempo o lo leí en alguna parte que no recuerdo, pero no creo que eso tenga mayor importancia. El caso es que me pareció un juego mental interesante y me apetece compartirlo con vosotros, a ver qué opináis.
La idea central es que la democracia se basa, entre otras cosas, en seguir las decisiones del pueblo. Los electores expresan sus preferencias mediante su voto y esto sirve para formar unas instituciones, etc.
A muchos, el procedimiento nos parece viciado o insuficiente, pero no es eso lo que pretendo debatir en esta ocasión. La cuestión viene de que los votantes tienen preferencias positivas, pero también tienen preferencias negativas y estas se deberían escuchar de algún modo. ¿Qué sucedería si se hiciera esto?
La hipótesis es la siguiente:
-Cada votante dispone de dos votos. Uno, que va a la urna blanca, y se SUMA al partido de su elección. el otro va a la urna negra y se RESTA al partido de su elección.
-No se puede votar a favor ni en contra de partidos que no se presenten en tu circunscripción.
-No es posible obtener un número negativo de votos. Todo lo que esté por debajo de cero, equivale a cero. Un exceso de votos negativos a un partido, son votos inútiles.
¿Qué creéis que pasaría? ¿Cómo pensáis que sería el resultado? ¿Quien os parece que gobernaría hoy en España?
Yo lo he intentado simular con un pequeño modelo en una excel y la verdad es que la cosa tiene tela...
;-)
Si os parece interesante, compartidlo, por favor, a ver si sale por ahí alguien que sepa montar un simulador. Porque es muy curioso y los resultados en un grupo de 16 personas, que fue donde lo probé, muy pero que muy interesantes.
Uno de los mantras más repetidos de estas semanas atrás con el asunto del coronavirus ha sido que esto al igual que la gripe estacional se iría en verano o que remitiría como la gripe con la llegada del buen tiempo... "esto se muere con el calor".
El problema de tomar decisiones en base a supuestos es que te puede equivocar y así parece que ha sido según se va siguiendo la expansión de este primer brote de COVID-19 en países con cierto número de casos y donde o bien es verano, como es el caso de Australia, o bien hace calor tropical por estar en el ecuador, como es Singapur.
Y es que todos los casos que tenían inicialmente eran importados, como ocurre ahora mismo en muchos países de Sudamérica donde es verano, pero han empezado a aparecer casos de personas que no han viajado y han contraído la enfermedad, algunos no trazables al igual que ha pasado en España… gente que no se sabe cómo se ha infectado y que se está investigando.
Todo esto demuestra lo que cae por su propio peso desde el minuto uno… que no sabemos apenas nada de como va evolucionar en el tiempo "SARS-CoV-2", el virus que parece haber venido para quedarse y con el que poca precaución es poca.
La información tanto de Singapur como de Australia la podéis consultar de las fuentes gubernamentales oficiales:
A fecha de hoy (09/03/2020) de madrugada Australia tienen 18 casos de contagio local de los cuales 2 ya han fallecido... en Singapur de momento son 14 casos de contagio local pero no ha habido muertes asociadas a COVID-19 ni en casos importados ni en casos locales, aunque tiene 9 casos graves.
Evidentemente hay que ser cautos pero lo que está claro es que el calor y el buen tiempo por desgracia no van a ayudarnos a frenar la expansión de COVID-19.
He calculado un modelo epidemiológico SIR para ajustarlo en lo mejor posible a los datos disponibles a nivel mundial, de modo que la curva predicha y la real cuadren bien hasta el día de hoy para extrapolar a partir de ahí.
En realidad, mi modelo infravalora el número de muertos e insiste en que la mortalidad del coronavirus es mayor de la estimada, pero he sido conservador y lo he dejado como dice la comunidad científica en torno al 5% de media.
Pues bien, según esos datos, que como digo cuadran bien hasta el día de hoy a nivel MUNDIAL, estos serían los datos en las próximas semanas en todo el planeta:
Es decir, que en un escenario en que las medidas de control se desboquen a nivel mundial por el motivo que sea: por ejemplo una conjunción de malas decisiones políticas, saturación de las UCIs en los países más desarrollados, falta de recursos de higiene y tratamiento: mascarillas, ventiladores, etc., países con sistemas sanitarios pobres o inexistentes que renueven las olas de contagio, altercados o revueltas políticas y/o sociales que imposibiliten continuar con el confinamiento, colapso económico, etc., etc; el resultado a mes y pico vista sería (según el modelo SIR) de 20 millones de muertos y 500 millones de infectados.
Insisto en que estos datos sólo son fiables en caso, como digo, de colapso global del confinamiento, en donde no se tomen ya apenas medidas de contención a nivel mundial. ¡La gripe española palidecería a su lado!
Los datos actualizados los he recogido de: www.worldometers.info/coronavirus/
No creo que sea momento de hablar de quien tiene más razón, pero hay algo que me queda claro: a quien deja morir a su propia madre no se le puede pedir que se sacrifique para salvar a la tuya.
Hay que ser más objetivos, amigos: lo que no nos gusta de la Europa del Norte son sus valores. Ellos no están diciendo que los nuestros se mueran porque van a emplear todos sus recursos en salvar a los suyos. Si fuese eso, podríamos decir que son egoístas, insolidarios y miserables. Pero el caso es que no es así: ellos están dejando morir en primer lugar a los suyos, y por eso mismo, se sienten autorizados a pedir que los demás hagamos lo mismo.
Es la vieja diferencia entre la ley de oro y la ley de hierro.
La ley de oro dice que no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Y muchas sociedades, creencias religiosas aparte, se basan en eso.
La ley de hierro dice que tienes derecho a exigir a los demás que soporten lo que tú mismo estás dispuesto a soportar. Y también hay muchas sociedades que se basan en eso.
En el sur de Europa rige la ley de Oro. En el norte, la ley de Hierro.
Y cuando llega la hora de la emergencia, los de la ley de oro defenderán a los débiles y se harán todos un poco más débiles, y los del norte defenderán a los fuertes y se harán un poco más fuertes.
Y no es un juicio moral: es un intento de explicar de dónde vienen las diferencias.
¿Tiene Madrid, como todas las autonomías, transferidas las competencias en Sanidad?
¿Las tuvo antes del estado de alarma y las mantuvo después una vez decretado el estado de alarma?
¿Celebró Madrid en IFEMA la feria ARCO entre el 24 y el 28 de febrero con una afluencia de 93.000 personas, que no se movían en masa, sino aleatoriamente por todo un recinto cerrado garantizando una proximidad de "todos con todos"? ( www.ifema.es/arco-madrid )
¿Celebró Madrid en IFEMA la feria AULA entre el 5 y del 8 marzo, con una afluencia de 170.000 personas, masificadas en recinto cerrado, con movimiento aleatorio que garantizaba la proximidad de todos con todos y con intercambio de material como flyers, revistas, merchandising, etc. además durante 4 días seguidos, que a quien no te cruzaras un día te lo podáis cruzar otro? ( www.ifema.es/aula )
¿Tuvo Madrid potestad suficiente para cancelar estos eventos por motivos sanitarios?
¿Mantuvo Madrid en normal funcionamiento, sin ninguna recomendación de evitarlo ni ninguna medida de distanciamiento, el transporte público donde diariamente se mueven millones de personas durante la primera mitad de marzo, todo febrero, todo enero?
¿Tuvo Madrid potestad para cerrar el transporte público por motivos sanitarios?
¿Envió la consejería de Sanidad una circular a día 5 de marzo transmitiendo tranquilidad, asegurando que se podía hacer vida normal, y pidiendo, "solo a quienes hubieran tenido contacto con infectados", que no fueran a lugares masificados, pero que siguieran haciendo vida normal y laboral, con las medidas higiénicas de lavado de manos y toser en el codo?
¿Es Madrid la región con más muertos de España?
¿Aporta Madrid más de un tercio de los muertos totales de España?
¿Sucedió el primer caso de Coronavirus en Canarias (La Gomera)?
¿Se aisló a este infectado y a sus compañeros al día siguiente confinándolos sin contacto?
¿Se puso en cuarentena un hotel completo en Tenerife por albergar contagiados y no se abandonó hasta tener la certeza de que no había más contagiados?
¿Es Canarias una de las regiones que afortunadamente mejor lleva esta crisis sanitaria?
¿Tiene relación al forma en la que una Consejería de Sanidad afronta un problema y el resultado futuro que derive de su actuación?
menéame