Una charla informal con una amiga me recordó hace pocos días algo que he oído ya varias veces. Hay parejas que todavía llegan vírgenes al matrimonio, parejas jóvenes, pese a que ellas se la han chupado a sus novios y ellos las han penetrado analmente. A mi me suena risible, pero especialmente entre miembros del Opus se ha extendido la idea de que todo lo que no sea penetración vaginal no es sexo, y así pueden cumplir sus preceptos religiosos y dar salida al impulso normal de cualquier pareja, que es follar. Mi amiga decía atónita que lo que menos entendía era que estuviesen más dispuestas a chuparla que a dejar que se la metan, porque una felación es algo mucho más personal. En realidad estaba dándole la razón a los del Opus, son novios de larga duración, tienen relaciones muy íntimas y personales antes de casarse.
No creería nada de esto, y menos aún escribiría sobre ello, de no ser porque no es la primera, ni segunda, ni tercera vez que lo oigo, y porque estando en contacto con personas de 25 a 35 años he visto un crecimiento de la fe católica que hubiera creído imposible a estas alturas. La última boda a que me invitaron acabó con canciones de misa a la guitarra por los novios y sus amigos, cosa que me dejó con el culo absolutamente torcido. Nada de copas de más y Bad Bunny o Rosalía.
No descarto que yo me haya relacionado por casualidad con una minoría que no representa a la sociedad en su conjunto, me creo más los análisis del CIS que dicen que los creyentes son cada vez menos. Pero algo muy insólito le pasa a una parte de la juventud española cuando abrazan la fe, la sodomía y la felación pero no la penetración, y cuando la extrema derecha les parece una opción política más atractiva que las demás. ¿Ahora rebelarse es esto?
El Partido Popular intenta dar un giro de 180 grados a la investigación por posible negligencia del ex-presidente de la Comunitat Valenciana el fatídico día de la dana del 29 de octubre y ha filtrado varios documentos que demostrarían que Carlos Mazón nunca estuvo aquel día en el restaurante El Ventorro. Concretamente, si bien es cierto que tenía reservada una mesa para dos en dicho establecimiento, el político popular no llegó a acudir y, por tanto, nunca llegó a reunirse con la periodista Maribel Vilaplana.

Dichos documentos aparecen después de que varios miembros del PSOE hayan sugerido durante la comisión de investigación con motivo de la dana que Mazón buscaba mantener una relación sexual con la periodista valenciana, algo que el afectado ha negado tajantemente.
En concreto, el documento filtrado es un albarán de entrega de la compañía de transportes Seur, a la que Carlos Mazón habría solicitado la entrega de un paquete en El Ventorro a la misma fecha y hora que la reserva en el restaurante, y en el que aparece dicho paquete como "sin entregar" ya que "el destinatario no se encuentra en el lugar", derivándolo a un punto de recogida cercano. Con ésta revelación, los consejeros del ex-president intentan demostrar que Mazón "nunca fue a El Ventorro" y que probablemente "estuviese organizando las alertas tempranas o rezando en una iglesia para que las lluvias no fuesen demasiado fuertes".
La autenticidad de dicho albarán no ha podido ser confirmada por fuentes independientes ya que ha resultado imposible ponerse en contacto telefónico con los responsables del área de logística de la compañía al "sufrir un retraso" las llamadas.
El economista Luis Garicano, uno de los hombres fuertes del extinto partido Ciudadanos, ha presentado junto a otros dos autores un paper en el que analizan las causas del estancamiento económico europeo y proponen una serie de medidas no ideológicas -según ellos- para recuperar la senda del crecimiento.
El artículo se puede leer aquí: constitutionofinnovation.eu/
La tesis central del artículo es clara: para mantener el nivel de bienestar al que estamos acostumbrados en Europa es necesario seguir creciendo. Desde 1995, la Unión Europea ha reducido su ritmo de crecimiento de forma constante, mientras que Estados Unidos se ha mantenido en torno al 2 % anual y China nos está adelantando.
Según los autores, las causas de este estancamiento son una sobrerregulación y una defensa débil del mercado único europeo. Cada país —e incluso cada región— mantiene sus propias normativas, además de las regulaciones comunitarias. Esto hace que productos que se pueden vender en Lisboa no se puedan comercializar en Berlín, lo que socava el libre comercio.
Dan algunos datos interesantes. Citan a Mario Draghi: en los últimos 50 años no ha surgido ninguna empresa europea valorada en más de 100.000 millones de dólares, lo que evidencia que el éxito industrial de los años 50 y 60 no se ha trasladado al mundo digital. Además, esto va muy en línea con el análisis de Forbes en su artículo “Quién heredará España”, donde apuntan que los multimillonarios españoles son en su mayoría personas de edad avanzada que han hecho fortuna en industrias tradicionales, con poca innovación y poco futuro. Ver en Forbes

Qué proponen
La propuesta no es especialmente novedosa: desregular y reforzar el cumplimiento del mercado único. Según los autores, la UE está atrapada en una burocracia casi kafkiana, legislando por legislar (desde derechos de los animales hasta regulaciones climáticas), cuando su prioridad debería ser garantizar la libre circulación de bienes y servicios.
Entre sus recomendaciones destacan:
Enfatizan que la UE debe priorizar claramente la prosperidad económica y la innovación, en lugar de dispersarse en demasiados objetivos no económicos.
Conclusión
No soy economista, por lo que no tengo la formación para hacer una crítica técnica exhaustiva, pero el sesgo liberal del paper parece evidente:
En resumen, el paper aporta datos e ideas interesantes, pero su visión es parcial: se centra casi exclusivamente en desregulación y libre comercio. Europa necesita más que desregular: necesita un modelo de innovación integral, con políticas públicas ambiciosas, inversión en talento y un ecosistema que conecte ciencia, empresa y capital.
menéame