Los rusos han usado siempre lo que ellos llaman “maskirovka” en su lengua. Una palabreja difícil de traducir en un solo término, ya que engloba varios conceptos, tales como: engaño, desinformación, manipulación, artimaña, etc. Ella implica que en las operaciones militares se usarán, no sólo técnicas directas, sino un complejo menú de medidas, físicas e intangibles, destinadas a confundir al enemigo con el objetivo de sorprenderlo. Colocarlo en los “cuernos de un dilema” como lo llaman algunos estudiosos.