La acusación se centra en los presuntos delitos de malversación y tráfico de influencias en relación con la contratación en dos empresas públicas de la expareja del exministro José Luis Ábalos.
Un juez fascista seguramente, a ver cuando le meten mano a eso y ya directamente evitamos estas cosas, que al final son alas a la ultraderecha, a Freezer y a Gargamel
#1 sus motivos son fascistas, pero el resultado es perfecto para la sociedad.
¿Hemos pagado a la amante de un político por no hacer nada, por un favor político, por algo que solo le beneficiaba a ella? Pues se le juzga. Y ojalá pague.
¿Hemos pagado a la amante de un político por no hacer nada, por un favor político, por algo que solo le beneficiaba a ella? Pues se le juzga. Y ojalá pague.