En mi artículo El Pilar Del Feminismo: El Patriarcado" class="content-link" style="color: rgb(14, 170, 116)" data-toggle="popover" data-popover-type="link" data-popover-url="/tooltip/link/pilar-feminismo-patriarcado">El Pilar Del Feminismo: El Patriarcado, expliqué cómo la Teoría Feminista ha popularizado una visión, con un cariz negativo, del concepto de patriarcado. De un tiempo a esta parte, esta noción se ha vuelto tan hegemónica en nuestra sociedad que disentir de ella pareciese algo ciertamente tabú. Es por ello que en este artículo me gustaría ofrecer al lector diferentes puntos de vista acerca de este concepto que tanto se ha popularizado en los últimos años. Como siempre digo, no pretendo sentar cátedra del asunto, pero sí que me gustaría aportar todos aquellos puntos de vista que he podido averiguar, y, especialmente, hacer hincapié en los que a mi juicio ofrecen la perspectiva más razonable del asunto.
En primer lugar, presentaré la Teoría Feminista; después, la Teoría de la ley de la exogamia de Levy-Strauss; después, la teoría de Daniel Jiménez y, por último, abordaré el concepto del patriarcado desde la perspectiva que, a mi juicio, mejor lo explica con todo lujo de detalles, que es la visión de Xeno Shenlong, que es capaz de unir en una explicación todas las perspectivas anteriores desde una aproximación evolutiva.
El artículo será largo, porque quiero ser exhaustivo, así que os invito a leerlo con calma. Espero que os guste.
TEORÍA FEMINISTA
Como ya se dijo, es la aproximación más popular que existe a día de hoy. Kate Millet en su Política sexual lo definía como un:
Sistema de dominación masculina que facilita la opresión y la subordinación de las mujeres.
Por su parte, la historiadora feminista Gerda Lerner lo definió en 1986 como:
La manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general.
Como dije en el anterior artículo:
Si nos fijamos, se puede observar cómo el patriarcado va unido al concepto de opresión, dominio, subordinación de la mujer con respecto al hombre. Para Lerner el patriarcado (opresión femenina) se inicia en el Neolítico, esto es, el periodo entre el 6,000 a. C. y el 4,000 a. C., lo cual significa que las mujeres han estado oprimidas durante unos 8.000 años y es, recientemente, ya sea con el protofeminismo de la Revolución Francesa o el feminismo de la primera ola de las suffragettes, cuando han empezado a liberarse del yugo de la opresión patriarcal.
Por su parte, Mala Fontenla, define el patriarcado intentando integrar las diferentes corrientes feministas:
El patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones sociales sexo–políticas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia. Los estudios feministas sobre el patriarcado, y la constatación de que se trata de una construcción histórica y social, señalan las posibilidades de cambiarlo por un modelo social justo e igualitario.
El patriarcado feminista lleva aparejada la noción de machismo estructural, es decir, la prevalencia del varón sobre la mujer. También lleva aparejada la idea de los roles de género, que son aquellas normas sociales que, desde esta visión, serían las responsables de perpetuar la opresión femenina, debido a que a las mujeres se las ha educado para ser sumisas, débiles, dependientes, dóciles, etc., y al varón se le ha educado en el ejercicio del rol dominante. Es por ello que la mujer estaría supeditada al varón en múltiples esferas, no porque sea inferior al él, sino porque se nos educa de esta manera.
De esta perspectiva, esta estructura de dominación es la madre de todas las estructuras de dominación existentes, pues es la más duradera en el tiempo y la que afecta al 50% de la población.
Críticas a esta teoría
Como expliqué en mi artículo, si se acepta esta visión, entonces se ha de aceptar, de forma inexorable, que somos descendientes de unos antepasados hombres canallas y unas antepasadas mujeres débiles y/o poco inteligentes. Esto es debido a que esa estructura de poder, con sus roles de género asociados, fue creada para beneficio de los hombres y en detrimento de la mujer. Aquellos no fueron portadores de ninguna empatía y sí de mucha maldad, pues fueron capaces de oprimir durante 8.000 años a sus mujeres, y estas fueron tan débiles e incapaces que durante ese tiempo no pudieron subvertir el yugo de la opresión siendo el 50% de la población.
También expliqué que no es posible salvar el escoyo de la culpabilidad masculina simplemente recurriendo a la idea de “no es que sean los hombres los culpables, sino que es una estructura que se ha conformado” debido a que, a no ser que se reconozca que las mujeres también participaron de esa estructura (y entonces no se puede hablar de opresión) o que las mujeres fueron estúpidas al elegir su propia condena, se ha de aceptar que esta estructura fue impuesta por la fuerza, en contra de los deseos femeninos. Por lo tanto, sí o sí, este relato nos lleva de vuelta al punto de partida: los hombres eran canallas, las mujeres débiles y/o poco inteligentes.
También expliqué cómo no es adecuado comparar esta situación con los esclavos negros, debido a que los negros también han sido esclavistas, no todos los negros han sido esclavos (pero sí todas las mujeres han estado oprimidas), los blancos también han sido esclavizados en ciertos periodos de la historia, y, sobre todo, un amo jamás daría la vida por un esclavo, pero muchos hombres sí que darían la vida por una mujer.
Otro de los problemas de esta visión maniquea de la historia, es que puede ser dada la vuelta. Es decir, siguiendo la misma lógica y con la misma imaginación, se podría llegar a argumentar que los hombres han sido el grupo oprimido a lo largo de la historia. Obviamente, yo no creo en esta visión, pero en los años 70, en plena explosión del feminismo, hubo una mujer que defendió algo parecido. Su nombre es Esther Vilar, médica, psicóloga y socióloga, autora del famoso libro El varón domado, el cual le valió amenazas de muerte de por vida. En la dedicatoria del libro ya se pueden observar las intenciones de la autora:
Este libro está dedicado a las personas que no aparecen en él: a los pocos hombres que no se dejan amaestrar y a las pocas mujeres que no son venales (*vendibles), y a los seres afortunados que no tienen valor mercantil, por ser demasiado viejos, demasiado feos o demasiado enfermos.
El libro comienza con un relato acerca de una chica a la que se le pincha una rueda del coche. Inmediatamente, un hombre se para a ayudarla. Ante la dulzura y la inocencia de la chica, el hombre decide hacer él mismo todo el trabajo por ella: busca en su furgoneta las herramientas, se mancha, le cambia la rueda, etc. Finalmente, la chica le da las gracias y le dice que no sabe qué hubiese sido de ella sin él. El hombre arranca su coche, y a pesar de que llega tarde al trabajo y se ha manchado la ropa, conduce con una sonrisa de satisfacción en la cara. ¿Cómo es esto posible? Esther Vilar diría que las mujeres no son oprimidas por los hombres sino que controlan a los hombres para su ventaja. Como afirma ella misma (¡Ojo! Yo no defiendo las siguientes ideas):
Los hombres han sido entrenados y condicionados por mujeres, no muy diferente de la forma en que Pávlov condicionó a sus perros para que se convirtieran en sus esclavos. Como compensación por su trabajo, a los hombres se les da el uso periódico de la vagina de una mujer.
En los años 70 se televisó un debate entre la feminista alemana Alice Schwarzer y Esther Vilar. En lo personal no estoy de acuerdo con el enfoque que adoptan ninguna de las dos, porque ambas me parecen visiones extremistas, pero reconozco que tiene cierta gracia ver a Vilar haciendo de espejo del feminismo, una especie de: “Tú me das una serie de argumentos para defender que la mujer está oprimida, y yo, usando la misma lógica, recojo tus argumentos y los transformo en lo contrario: el hombre está oprimido por la mujer”. Y la pregunta aquí sería: ¿por qué los argumentos de Esther Vilar serían menos válidos que los del feminismo? Al fin y al cabo, cada una, usando los datos, el argumentario y las interpretaciones que les interesa, crean una realidad concreta: los hombres/mujeres están oprimidos por las mujeres/hombres. ¿Quién lleva razón? En mi opinión ninguna, pues la relación entre hombres y mujeres nunca fue una historia de opresores ni oprimidos, sino de cuidado mutuo (aunque en ese cuidado esporádicamente también se puedan dar “guerras”)
TEORÍA DE LA LEY DE LA EXOGAMIA
Me gustaría explicar la teoría que Levi Strauss presenta su obra Estructuras elementales del parentesco, para ello me basaré en este vídeo de Leyre Khyal:
Levy-Strauss decía que el terreno de la vida sexual era con preferencia a ningún otro, el espacio en el que se daba el tránsito de la naturaleza a la cultura (…). En la búsqueda de indicios culturales universales, Levy-Strauss encontró que la restricción sexual constituye el principio cultural de toda sociedad. Esto quiere decir, por un lado, que hablar de cultura es hablar de orden, y, por el otro lado, de que ese orden es constitutivo a partir de una restricción, una limitación de carácter sexual.
¿Qué norma es esta?
Levy-Strauss encuentra en la ley de la exogamia (o prohibición del incesto) como la condición de igualdad de acceso al cuerpo de las mujeres, una condición de solidaridad que se impone a todos los hombres y les obliga al intercambio de estas, generando así una red estructural que sería una estructura elemental del parentesco y sería constitutiva de todo el aparato social. (…) Es decir, el tabú del incesto es una norma prosocial que se da en el terreno de la sexualidad y que constituye el cambio de “naturaleza” a “sociedad”. (…) El tabú del incesto es la restricción que impide a los hombres acceder ilegítimamente al cuerpo de las mujeres de su propio clan, tribu, linaje, familia… obligándoles así a su intercambio. Así, el tabú del incesto y la ley de la exogamia, son el cimiento constitutivo de toda sociedad. (…) El matrimonio (…) es el momento en el que el padre tras cumplir con la normativa de restricción sexual de acceso a sus hijas las entrega a otro hombre. De ahí que las numerosas pruebas a la virginidad (…) en realidad son pruebas al honor del padre; es decir, el hecho de que la pérdida de virginidad antes del matrimonio de una hija cuestiona en realidad el papel del padre. Por eso los símbolos de pureza como el color blanco (…) aparecen siempre asociados a la figura de la novia (…) pues representan el honor del padre, su valor, su cumplimiento a la normativa. Si observáis en nuestra cultura es habitual que los padres lleven a la novia al altar que va entera de blanco a entregársela al novio. Esto no quiere decir que en occidente se practiquen intercambios de mujeres, por suerte, al contrario, son las reminiscencias de antiguos significados de lo que suponía el matrimonio que fueron cambiados en todo el proceso de la modernidad por múltiples acontecimientos.
¿Cuál es el problema de esta teoría? Demostrar que la evitación del incesto es algo aprendido socialmente, como expone Strauss, y no algo innato. Me dice un contacto:
Creo que la falta de atracción sexual entre hermanos es algo innato, no construido. Otra cosa es que nosotros no tengamos un detector de genes e identifiquemos como hermano a una persona con la que no tengamos lazos de sangre, de la misma forma que dos hermanos separados al nacer se encuentran y, como nunca crecieron como hermanos, la atracción sexual puede surgir. Un hermano es una persona con la que compartimos nuestra infancia y competimos por la atención de nuestros padres. Generalmente, ese hermano es también hijo de los mismos padres.
A este respecto, el sociólogo finlandés Edvard Westermarck propuso en 1891 el “efecto Westermarck”, que sostiene la hipótesis de que las personas que conviven en una estrechez de proximidad doméstica durante los primeros años de sus vidas, se vuelven insensibles a la atracción sexual de una manera innata. No obstante, como podéis imaginar, esta teoría también cuenta con sus críticos, pero no es mi objetivo en este artículo indagar en profundidad en la veracidad de este efecto.
Otra aproximación que guarda similitudes a la teoría de Levi-Strauss la podemos ver en este vídeo del politólogo Santiago Armesilla:
El patriarcado fue una institución histórica que surgió para evitar la endogamia en las poblaciones humanas y asegurar la exogamia (…) Los padres, varones, eran los que dominaban el territorio de la economía doméstica que ya se había asentado en el neolítico, y eran los dueños de los bien inmuebles, es decir, de la casa y de lo que había que proteger mediante la guerra, las armas… (…) Ese gobierno de los padres se asienta históricamente a través de la guerra y de la propiedad, mediante el varón mayor, que suele ser el patriarca de los bienes inmuebles, y que hace que la mujer que vaya a vivir a esa casa mediante un aseguramiento de la exogamia exitoso (…) sea ella la dueña de los bienes muebles, los movibles (…), eso le convierte en una institución que tiene una evidente racionalidad antropológica clara, porque dura muchísimo tiempo, muchísimos siglos, porque permite entre otras cosas asegurar la recurrencia de sociedades que necesitaban de esa técnica para poder subsistir. (…) Lo que critican las feministas radicales del patriarcado, es una institución que no entendieron bien cómo funcionaba y que además en un sentido antropológico-histórico fue lo que permitió que muchas sociedades funcionaran de manera exitosa, y que fue, además, debido al propio desarrollo técnico y tecnológico que existía en esa época. (…) Fue una institución racional que a las mujeres les sirvió de mucha ayuda para progresar. (…) Fue un avance social porque ayudó a los pueblos sedentarios a generar algo que iba más allá de la barbarie del neolítico (…), fue esencial para la civilización, fue positivo para que haya civilización, es más, el patriarcado es civilización.
DANIEL JIMÉNEZ
Abordaré fundamentalmente este apartado en torno al conocido libro de Daniel Jiménez Deshumanizando al varón (libro que recomiendo encarecidamente a todo aquel que quiera acceder a una realidad diferente del relato hegemónico).
Primero, expondré lo que Jiménez entiende por patriarcado; después, expondré los tipos de poder femeninos que han existido y los hechos históricos que los sostienen y que contradicen la tesis feminista de la opresión de la mujer; por último, expondré la tesis de que los roles de género son un acuerdo entre ambos sexos.
Patriarcado
Como muchos sabréis, la palabra patriarcado significa literalmente “gobierno de los padres”. Según Jiménez, este significado puede ser un poco engañoso, pues no siempre fue necesario ser padre para detentar una autoridad. Un ejemplo claro han sido todas aquellas religiones en las que el celibato era obligatorio. Por otro lado, en el ámbito de la política también ha habido líderes que no fueron padres, como fue el caso de dos presidentes de los Estados Unidos (James K. Polk y James Buchanan). Jiménez propone que, si lo que se quiere decir es que el patriarcado es el “gobierno de los hombres”, entonces un término más adecuado sería “androcracia”. Por otro lado, el autor nos explica:
El uso de la palabra «patriarcado» para hacer referencia a un sistema que asigna roles de género tampoco es correcto. Los roles de género existieron antes, durante y después de las sociedades patriarcales: por ejemplo en la división sexual del trabajo de las sociedades cazadoras-recolectoras o en el Occidente contemporáneo.
Para el autor, la perspectiva adecuada con la que debe abordarse el término patriarcado es:
Para referirse a un sistema de organización familiar centrado en el padre que es apoyado por la ley y la costumbre, como por ejemplo la sociedad romana en la figura del paterfamilias. Es decir, el gobierno de los padres en sus respectivas familias, no el de los hombres en posiciones políticas o de autoridad. También puede emplearse para describir los papeles de liderazgo político o religioso que se asocian simbólicamente con la figura paterna.
Cuando Jiménez dice “no el de los hombres en posiciones políticas o de autoridad” entiendo que se refiere a que, en verdad, la gran mayoría de los hombres no llegaban a ninguna posición de autoridad en la esfera político-social, sino tan solo una minoría de ellos y que las mujeres aristócratas podían tener más poder que la mayoría de los hombres.
Pero, aunque el hombre en lo legal pudiera poseer una autoridad formal, eso no significaba que de puertas para adentro de su casa poseyera dicha autoridad. Para explorar el terreno del poder femenino, Jiménez realiza una distinción entre los conceptos “poder” y “autoridad”:
Para el propósito de este análisis utilizaré las definiciones de Max Weber, quien describía poder como la capacidad de ejercer o imponer la propia voluntad sobre otros, frente a autoridad, que es el poder aceptado por la gente porque proviene de una fuente que considera legítima. Dicho de otra forma: toda autoridad conlleva poder, pero no todo poder proviene de la autoridad.
El poder femenino en las sociedades campesinas
Jiménez nos dice:
En su estudio sobre las sociedades campesinas, Susan Carol Rogers reveló que, aunque los hombres detentaban la autoridad, las mujeres esgrimían el mismo o incluso mayor poder. Entre los motivos se encontraban: que las decisiones importantes para la comunidad solían ser tomadas por órganos políticos lejanos al pueblo o la aldea, limitando el poder de decisión masculino centrado en lo público; que ambos sexos realizaban tareas distintas, pero complementarias, creando una interdependencia entre los esposos; que el hogar era el centro de producción y consumo para el campesinado, área dominada por la mujer (…) Teniendo en cuenta que la mayor parte de la población mundial a lo largo de la Historia ha pertenecido al campesinado, no es una conclusión que debamos desechar a la ligera cuando nos planteamos si históricamente la mujer contaba con poder.
Stephanie Coontz nos señala acerca de la división sexual del trabajo en algunas sociedades medievales:
Ninguna persona, ni hombre ni mujer, podía manejar individualmente y por sí sola una granja. El hombre se dedicaba a los trabajos agrícolas de puertas afuera; en realidad a un campesino se le conocía generalmente como el labrador. Además de arar esparcía el estiércol, excavaba la hulla para obtener combustible y cosechaba a mano empuñando pesadas hoces y guadañas. Trillaba el trigo, daba vuelta al heno y a veces salía a trabajar a los campos de otros terratenientes. La esposa ordeñaba las vacas, fabricaba mantequilla y queso, alimentaba a las gallinas y los patos, limpiaba y escardaba la lana, preparaba la linaza (un proceso que comprendía quince pasos), elaboraba la cerveza y acarreaba el agua. Además, las mujeres eran las encargadas de llevar los excedentes de la producción al mercado, lavar la ropa en el arroyo de la aldea y moler el grano en el molino. Hombres y mujeres participaban en la cosecha, espigaban los campos y recolectaban leña. Las mujeres, igual que los hombres, a veces se empleaban para realizar labores agrícolas en otras propiedades.
Tipos de poder femenino
Para Jiménez habría tres tipos de poderes femeninos fundamentales: el poder maternal, el sexual/sentimental y el tradicional.
El poder maternal
El poder maternal derivaría de la condición de madre, y comprendería la dependencia emocional entre madre e hijo; la deuda de vida y supervivencia que consciente o inconscientemente se establece con la madre (quien suele estar más presente durante la infancia que el padre); la pervivencia de la autoridad materna que se extiende de manera informal más allá de la mayoría de edad del hijo; la influencia recibida por la educación materna y el respeto que la sociedad otorga a la maternidad y las madres en general, donde confluye con el poder tradicional. El hecho de que uno de los mayores insultos que se le pueda hacer a un hombre esté vinculado al honor de su madre constituiría un ejemplo del vínculo emocional establecido entre ambos.
En este apartado, Jiménez nos cuenta la historia de Lü Zhi, la cual, tras el fallecimiento del emperador Gauzo, y tras la sucesión en el trono de su hijo Hui de Han, se convirtió en emperatriz viuda. Lü Zhi, a pesar de que no detentaba la máxima autoridad formal, tenía más poder que su propio hijo emperador. La emperatriz, la cual odiaba profundamente a una de las concubinas del antiguo emperador Gaozu (la Concubina Qi), y en contra de las órdenes del nuevo emperador, decidió asesinar a esta y a su hijo Liu Ruyi, un chiquillo de doce años. Así nos lo cuenta Jiménez:
Sabedor de la enemistad de su madre con Qi, el emperador tomó medidas para protegerla a ella y a su hijo. Sin embargo, tras unos meses sin incidentes, Hui bajó la guardia y se fue de cacería sin él. A su vuelta, el emperador encontró que el hijo de Qi había sido envenenado. La propia Qi seguía con vida, pero le habían cercenado las extremidades, arrancado los ojos y cortado las orejas. Después de obligarla a tomar un ácido que la dejó muda, fue arrojada a las letrinas. La emperatriz madre la nombró «el cerdo humano». Estos hechos hicieron enfermar al emperador por un año y posteriormente abandonó el gobierno.
A pesar de que el nuevo emperador tenía una doble autoridad sobre la madre (la de ser emperador y la de la obediencia al hijo varón a la muerte de su padre), esta no fue suficiente para detener el poder de la madre. Como nos cuenta Jiménez:
El emperador fue ninguneado por su madre, y así es generalmente retratado Hui en la Historia de China: como una persona con buenas intenciones, pero impotente ante las maquinaciones de su progenitora. ¿Cómo es posible que la autoridad de Hui fracasara cuando se enfrentó a su madre? Si equiparamos autoridad y poder, sería incomprensible, pero cuando separamos ambos términos la razón queda clara. (…) Ninguna regla o ley puede controlar el poder que una madre puede ejercer sobre su hijo. Que el poder femenino no haya sido codificado como la autoridad masculina no lo hace menos real ni menos relevante. En este caso, como hemos podido comprobar, se impuso sobre la máxima autoridad del planeta (con permiso de los emperadores romanos). Cualquier consejero o político habría sido ajusticiado de haber intentado algo parecido, pero Lü Zhi pudo salirse con la suya no tanto por el cargo que ocupaba, sino por ser la madre de Hui.
Jiménez también nos cuenta que el poder maternal también se manifestó de forma política, por ejemplo, con Carrie Nation:
En su guerra contra el alcohol que precedió a la ley seca, se presentaba como una madre y adoptaba una actitud maternal para pedir a los dueños de los salones que le abrieran sus puertas. Seguidamente los destrozaba con un hacha de mano sin sufrir graves represalias por parte de las autoridades. Nation alcanzó seguidores en todo el país y consiguió endurecer las leyes contra el alcohol.
El poder sexual/sentimental
Derivaría de la expectativa de proporcionar o retirar atenciones sentimentales o sexuales al hombre. En este caso la mujer no tiene por qué realizar la promesa o amenaza de forma explícita (aunque en ocasiones se haga), sino que se insinúa como respuesta implícita en determinados escenarios o incluso puede asumirse de forma tácita. El escritor canario José Clavijo y Fajardo indicó en el Siglo XVIII cómo los hombres eran moldeados por la expectativa de recibir dichas atenciones:
Los hombres han fido fiempre lo que Vms. han querido que fean. Antiguamente se metieron Vms. en la cabeza el fer Dulcineas, y eramos todos Quijotes. Dieron Vms. en prendarfe de la valentía, y eramos matones implacables. Quifieron fer rondadas; y hechos poftes de las cafas, apenas havia nieve, agua ni fereno que no cayeffe fobre nuestros fombros; estimaron los verfos; y bueno, ó malo, fe encontraba un Poeta en cada efquina. Guftaron de hombres afeminados, y cambiamos la efpada y el broquél por cintas, bucles, tontillo y limpiadientes.
En este apartado, Jiménez hace referencia al conocido cuento medieval de Aristóteles y la princesa india Filis, que nos sirve para ejemplificar el enorme poder que puede tener la sensualidad femenina, aun incluso sobre uno de los mayores sabios que han existido. Resumidamente, el cuento viene a decir que Aristóteles, el cual fue maestro de Alejandro Magno, le aconsejó a este evitar a Filis. Ella, sabiendo que Aristóteles fue el responsable del nuevo comportamiento de Alejandro, planificó una venganza que consistía en seducirle para avergonzarle delante de este. Así, cuando lo sedujo, para probar su amor, le hizo prometer que la permitiría cabalgarle como si fuese un caballo. En ese momento, durante esa ridícula escena, acudió Alejandro Magno al lugar en el que Filis le había citado y presenció el suceso. Existen tres versiones de esta historia, en el que al final de ella Aristóteles:
1) Se disculpa ante Alejandro, diciendo Amour vainc tot, & tot vaincra tant com li monde durera (El amor lo conquista todo, y todo conquistará mientras dure el mundo).
2) Le dice a Alejandro que, si una mujer engañó al anciano más prudente, cuanto más puede hacer con un joven, a lo cual Alejandro lo perdona.
3) Huye a un país lejano, donde medita sobre la maldad de las artimañas femeninas.
Otros ejemplos de poder femenino fueron Madam Ke o Wu Zetian en China; en Japón, por su parte, la amante de Shogun Tokugawa Ieyasu, Onatsu:
Influía tanto en Ieyasu que alguien comentó que el caudillo estaba dispuesto a aceptar que lo blanco era negro, si así lo decía ella.
Por otro lado:
El último rival de Ieyasu, Toyotomi Hideyori, estaba incluso más influenciado por su madre, Yodogimi. Reconociendo su poder, Ieyasu envió justamente a otra mujer, la cristiana María Kyogoku, para negociar con ella un acuerdo de paz durante el Asedio de Osaka en 1615, acuerdo que Yodogimi aceptó y más tarde supondría su perdición
Otros ejemplos los tenemos en América, donde un cronista azteca describió al rey Texcoco como:
«totalmente dominado» por su segunda esposa, que ni siquiera provenía de la nobleza.
También en España hay ejemplos de poder femenino en la madre de Carlos III, la reina Isabel Farnesio, o la reina Bárbara de Braganza, esposa de Fernando VI. Sobre esta última, nos cuenta Jiménez:
Benjamin Keene se refirió al poder que esta última ejercía sobre su esposo Fernando VI afirmando que «puede persuadirlo como quiera, con tanto poder, pero con menos dificultad, que la emperatriz madre hacía con su marido, su padre». Y según el embajador portugués los ministros pasaban buena parte de sus documentos por ella debido a que «solo ella sabe lo que debe ser dicho u ocultado al rey»
Otro ejemplo de este tipo de poder lo tenemos en las huelgas sexuales, generalmente iniciadas por mujeres hasta obtener de sus parejas el comportamiento político deseado, a veces con éxitos y otras veces con fracasos.
El poder tradicional
No emana de las relaciones interpersonales, sino de las expectativas sociales y culturales marcadas por los roles de género. La mujer, particularmente en sociedades tradicionales, puede demandar que el hombre cumpla con su papel de protector y proveedor tanto como él espera que la mujer realice su papel de cuidadora del hogar y los hijos. Su primacía en la esfera privada, la más importante para la mayoría de las familias, la sitúa en una posición ventajosa para tomar la mayor parte de las decisiones importantes. Por ejemplo, un sondeo del Pew Research Center determinó que en un 31 % de las parejas estadounidenses la mayoría de las decisiones se toman de forma conjunta, en un 26 % el hombre toma más decisiones y en un 43 % es la mujer quien lo hace. Entre las decisiones se encontraban escoger las actividades compartidas el fin de semana, compras para la vivienda, decidir qué ver en televisión y manejar las finanzas del hogar. https://hbr.org/2009/09/the-female-economy
Comentarios
#15 Puede ser... El animalismo creo que existe porque existió la revolución agraria. Por ejemplo, hoy en día, alguien es vegetariano no solo porque pueda tener una mayor sensibilidad y ética, sino porque puede serlo sin tener que pagar un gran precio por ello. Es decir, ser vegetariano en España hoy en día no es muy difícil, tan solo has de ir a una tienda a comprar tus alimentos.¡ (aunque cierto es que todos tenemos la posibilidad y no todos lo somos); ser feminista en España hoy en día tampoco es difícil pues aquí no hay guerras, hambre...
Al esclavo que lucha para perpetuar el sistema que lo esclaviza lo vemos todos los días
¿A qué llamas esclavitud y qué relación tiene eso con el patriarcado? El patriarcado fue el sistema que mejoró la vida de hombres y mujeres con respecto a la barbarie de antes del Neolítico. El patriarcado fue un avance con respecto a lo que había antes, con sus cosas buenas y sus cosas malas, como es la vida misma.
Es una situación de desigualdad, injusticia, privilegios y abusos, pero no de buenos y malos que tengan conciencia de serlo.
¿Cuáles son las situaciones de desigualdad, injusticia, privilegios y abusos para con las mujeres en el patriarcado? ¿Y para los hombres? Si se hiciese una lista, ¿cómo se determinaría qué sexo sufre más desigualdad, injusticias, privilegios y abusos?
Es cuando adquirimos una determinada moral que lo vemos como algo desaconsejable
¿Cómo es que se llega a adquirir esa determinada moral? ¿Por qué ahora y no hace 15 siglos? Mi opinión es que las condiciones materiales cambian, y cuando esto ocurre, la moral puede cambiar. Por ejemplo, yo cito un ejemplo del Covid. Supón que saliese un cepa súper contagiosa y que se demostrase que sobre todo se contagia por los besos. Los besos pasarían a ser tabú en las parejas que se acaban de conocer, porque corres un gran riesgo. Entonces ese tabú pasaría a formar parte de la moral de la sociedad, pero no porque nadie lo imponga, sino porque viene precedido de cambios en el ambiente.
#2 pues llamo esclavitud a la esclavitud, pero también a diversas formas de explotación y autoexplotación dentro de nuestro propio sistema, donde la gente asume unas condiciones laborales lamentables impuestas por contratistas que no tienen ninguna conciencia de que están haciendo algo mal, al contrario, piensan que, gracias a ellos, los explotados pueden mejorar sus condiciones de vida. Sobre lo que dices del patriarcado estoy de acuerdo, y seguro que ambos sabemos las situaciones de desigualdad para ambos sexos. El punto en que seguramente discutamos es en la presunción de que las teorías feministas no te cuentan los costes que el patriarcado tiene para los hombres (una vida menos saluble, más violenta, más riesgosa en tanto los hombres se exponen al mundo, y por tanto menor esperanza de vida), pero no sólo te los cuentan, es que la posibilidad política y el modelo para que los hombres se liberen de su situación calamitosa en el patriarcado lo ha dado el feminismo. Los tradicionales críticos del feminismo ni han contado los problemas de los hombres en el patriarcado (hasta que tocó atizar a las feministas) ni han pretendido, en ningún momento, sacarnos de ese sistema.
El punto en que seguramente discutamos es en la presunción de que las teorías feministas no te cuentan los costes que el patriarcado tiene para los hombres (una vida menos saluble, más violenta, más riesgosa en tanto los hombres se exponen al mundo, y por tanto menor esperanza de vida)
Pues creo que todo lo contrario, ahí estamos de acuerdo. El feminismo -siempre en segundo plano, por supuesto, porque para el feminismo primero va la mujer- pone sobre la mesa los problemas de los hombres, pero los pone dentro del marco de su propia teoría. Es decir, como toda teoría, no puede ver más allá de sus propios limites. La teoría te diría que los problemas de los hombres vienen dados por los roles de género que aprenden, que tienen consecuencias negativas para ellos (aunque menos que para las mujeres). Es decir, si los hombres renunciasen a su masculinidad tóxica les iría mejor la vida. El problema de esta visión es que es extremadamente simplista y no contempla otra multitud de factores. No tiene en cuenta que los hombres y las mujeres tenemos estrategias reproductivas e intereses en promedio diferentes; no tiene en cuenta que factores como la pobreza, factores educativos (pero no educativos en plan machismo, sino de padres excesivamente autoritarios o sobreprotectores), enfermedades mentales, problemas de la vida misma que no tienen relación con los roles etc., son predictores de esos futuros problemas que podrán tener los hombres como son: mayor fracaso escolar, mayor riesgo de alcoholismo, mayor riesgo de suicidio, etc. Es decir, el feminismo es tremendamente reduccionista, y pone sobre la mesa algo como "el machismo" o la "masculinidad tóxica" como las causas de todos los males.
En primer lugar, que si se habla de un concepto es porque existe su contrario, es decir, que si existe el machismo es porque también existe el hembrismo; si se habla de masculinidad tóxica, es porque también existe una feminidad tóxica. Pero el feminismo no se ha encargado de popularizar estos términos.
En segundo lugar, estos términos solo explican los problemas de las personas en un bajo porcentaje. No puedes utilizarlos para todo. La vida es más compleja que todo eso y las cosas complejas hay que entenderlas de una manera holística.
Y, en tercer lugar, el feminismo plantea los roles de género como algo negativo por definición, y esto no es cierto. Los roles de género siempre han sido buenos y funcionales. Y siempre están en una constante readaptadción. Que ahora se cuestionen los modelos de antaño es lógico porque en la vida de la especie humana nunca hemos vivido una época de tan baja hostilidad ambiental y exceso de alimentos. Es decir, ¿para qué vale un hombre agresivo, súper fuerte y dominante si ya no hay nada de lo que proteger, si ya no hay nada que cazar? ¿Para qué una mujer ha de restringir su libertad de acción si ya no necesita que el marido la proteja, ni que el marido la provea? Entonces, es cuando surge este debate y no antes.
Sin embargo, los roles de género no desaparecen sino que se adaptan. La paradoja que se da en el feminismo es que termina siendo un movimiento que no es que pretenda ir en contra de los roles de género, es que es los roles de género. Si te fijas en las medidas políticas feministas siempre van en la línea de ofrecer protección a la mujer y ayudarla en el plano económico (laboral), es decir, lo que han hecho toda la vida los hombres. Lo que pasa es que ahora lo hace el Estado. Y luego al Estado se le critica por estar dominado por hombres.
En definitiva, el feminismo parte de una mala teoría pues el patriarcado nunca fue un sistema de opresión y no existe manera de demostrar que así lo fuese; parte de datos o equivocados y/o sesgados hacia el hombre: el hombre es el más maltratador en la pareja (cosa que ya demostré en otro artículo que no es cierta), el sistema judicial es patriarcal (los estudios demuestran que los hombres sufren penas mucho más altas por el mismo delito que las mujeres), las mujeres sufren discriminación salarial (que no hay manera de demostrarla), etc. Es decir, partiendo de una mala teoría no puedes obtener buenos resultados.
#4 Los problemas de los hombres estaban ahí antes del feminismo y no se han agravado con el feminismo, al contrario. Y bueno esto es como decir que el racismo no es un sistema de opresión efectivamente, no lo es en tanto todos se conformen con prosperar en “su lugar”. Un sistema patriarcal o un sistema racista no son opresivos por si mismos, lo son cuando el negro o la mujer quieren ejercer más libertad de la que el sistema puede darles, y pretenden entrar a un restaurante o en la universidad.
#5 Los problemas de los hombres estaban ahí antes del feminismo y no se han agravado con el feminismo, al contrario
Bueno, depende cómo se enfoque. Muchos te podrían hablar de las injusticias que gracias al feminismo se pueden llegar a estar cometiendo en los juzgados. Muchos te podrían hablar de que mucha gente interpreta el feminismo (porque da pie a ello) desde una posición misándrica. Muchos te podrían hablar de que el feminismo de las instituciones consume muchos recursos que no son nada efectivos. Muchos te podrían hablar de las 364 diferencias legales que hay entre hombres y mujeres en España gracias al feminismo (https://diferenciaslegaleshombremujerenespana.law.blog/). Muchos te podrían hablar de que gracias al feminismo se han popularizado una serie de creencias erróneas en la sociedad (que los hombres maltratan más, que la sociedad es machista para con las mujeres, que los clientes de prostitución colaboran de la trata, que en la sociedad hay una misoginia estructural hacia las mujeres, etc.)
Un sistema patriarcal o un sistema racista no son opresivos por si mismos, lo son cuando el negro o la mujer quieren ejercer más libertad de la que el sistema puede darles, y pretenden entrar a un restaurante o en la universidad.
El sistema ha sido opresivo, si se quiere decir así, para con hombres y mujeres a lo largo de la historia. También, el sistema ha otorgado beneficios a hombres y mujeres a lo largo de la historia. El problema es cuando se plantea como una imposición de un grupo sobre otro. Eso no tiene sentido. Si a día de hoy una mujer puede estudiar, votar, etc. es justamente porque ese malévolo sistema patriarcal, no es tal, sino que es un sistema que en el MOMENTO EN EL QUE SE HA DEMANDADO le ha concedido eso. Pero ese sistema ¿qué es? Ese sistema es las relaciones entre hombres y mujeres. No existe ningún sistema ajeno a las mujeres. Las mujeres son parte de ese sistema. Por eso este sistema es un acuerdo entre hombres y mujeres.
#8 aunque eso que dicen "muchos" fuera verdad, no tiene comparación la calidad y esperanza de vida de los hombre de antaño que la que tienen ahora, que hay más feminismo: las autolesiones (drogadicción, alimentación no saludable, suicidios por honor con katanas y otros métodos, etc), las perrerías que se hacían entre los hombres y la violencia entre ellos mismos (reyertas pandilleras, duelos, novatadas, violencia iniciática y ritual, acoso en el cole, en el trabajo, etc), todo eso o se ha extinguido o ha descendido muchísimo, o pervive en estratos marginales y minorías étnicas conservadoras. No hay que irse a libros de historia para ver ese cambio, con que hayas vivido medio siglo se percibe claramente. ¿Esto es producto del feminismo o de la necesidad material de crear otro tipo de civilización?, pues seguramente el feminismo es una consecuencia (a la que había que llegar, aunque no sin luchas y apalizamientos), igual que las leyes "feministas" aparentemente tan exageradas que yo, por cierto, no concluiría tan rápidamente que no funcionan porque, al igual que las leyes contra el maltrato animal, estas no sólo son un asunto de nuestra relación con los bichos, también favorecen la extinción de la violencia entre los hombres, porque los "juegos" violentos con los bichos son aprendizajes para perfeccionar la violencia entre nosotros, que es la violencia que debería preocuparnos a los hombres, pues es la que nos lisia y mata a mansalva. Sobre que el patriarcado es un acuerdo entre hombres y mujeres, pues SI no puede discutirse eso a estas alturas, y es una visión patriarcal pensar que las mujeres pintan menos en el sostenimiento del sistema. Que el sistema permite la posibilidad de cambios, claro, a base de dar palizas y meternos en "guerras culturales" interminables.
#9 "aunque eso que dicen "muchos" fuera verdad, no tiene comparación la calidad y esperanza de vida de los hombre de antaño que la que tienen ahora, que hay más feminismo"
¿Insinúas que las mejoras en la calidad y esperanza de vida tienen algo que ver con el feminismo? ¿Y no crees que eso puede tener que ver con la riqueza de un país (Mira las tasas de violencia, esperanza y calidad de vida en países pobres), con el acceso a la educación (mira el acceso a la educación en los países pobres y mira las tasas de violencia, calidad y esperanza de vida de esos países), con el desarrollo de la tecnología y la medicina (ídem), el sobreabastecimiento de alimentos (ídem)?
No se me ocurre manera de hilar la calidad y esperanza de vida con el feminismo, a no ser que me digas que la causa de todo lo anterior fue el feminismo (que seguro que algunos lo defenderían). Más bien me inclino a pensar que fue al revés: las mejoras en la calidad y esperanza de vida dieron lugar al feminismo . Si te fijas el feminismo tiene su arraigo especialmente en los países opulentos, en los países donde te puedes permitir cuestionar los roles de género clásicos porque ya no se necesitan tanto. Si vas Uganda y les llevas feminismo ellos te dirán: "danos formas de salir de la pobreza, danos alimentos, danos medicinas, pero nosotros no necesitamos esto".
Tampoco es casual que el feminismo surja a la par que el cristianismo comienza a desintegrarse en occidente. No es casual, de hecho, son un movimiento muy parecido aunque no lo parezca:
El cristianismo, en su orígenes, fue un movimiento por la igualdad: "todos somos hijos de Dios", "Todos somos pecadores" y un movimiento para la gente desfavorecida: los pobres, discapacitados, los repudiados por la sociedad, etc. Fíjate las similitudes del feminismo con el cristianismo:
1) El feminismo establece una moral a seguir (los comportamientos que están bien y los que están mal).
2) Tiene a su propio demonio: el patriarcado.
3) Intenta controlar la sexualidad (no a la pornografía, prostitución)
4) Establece un puritanismo bajo el prisma de la sexualización.
5) Establece dogmas incuestionables (la mujer está oprimida por el patriarcado, la sociedad es machista)
6) Repudia al hereje (censura a todo aquel que cuestione el patriarcado, la situación de la mujer...)
7) Desea convertir al infiel (deconstrucción de la masculinidad, enseñar feminismo en las escuelas)
Es un movimiento que juego muchísimo con la culpa, porque todo lo ve bajo el prisma de ser culpable de machismo, de misoginia, de la discriminación en alguna forma.
9) Establece un pecado original que todos hemos de expiar: la sociedad es machista, todos somos machistas.
10) Hace una separación sexo/género, al igual que el cristianismo separaba cuerpo y alma (supongo que sobre esto tendrás objeciones, te invito a leer mi artículo sobre la distinción sexo/género y los comentarios)
Mi opinión es que en la historia de la humanidad ya se ha dado todo esto. Como decía aquel: "no hay nada nuevo excepto lo que se ha olvidado". Creo que las cosas simplemente cambian de forma, nada más. Las personas siempre tenemos esa especie de arrogancia de querer creer que nuestra época siempre es la mejor, de querer sentirnos importantes y únicos en la historia. Pero no es cierto. No somos mejores que las personas que vivían hace 500, 1.000 o 2.000 años.
Yo no soy creyente, pero no tengo nada en contra del que sea cristiano, musulmán o budista, siempre y cuando estas personas me dejen tranquilo. Si alguien quiere ser feminista y creer en todas estas cosas me parece genial, pero lo que no me parece genial es que este tipo de enseñanzas que tienen más de creencias que otra cosa, estén en las instituciones y nos afecten a todos.
Por último, mi opinión es que la psicología y las normas de educación ya tratan y trataban mucho antes del feminismo muchas de sus reivindicaciones. No pienso que todo lo que hay en el feminismo sea locura. De hecho, hay ciertos reclamos que me parecen coherentes, pero no estoy de acuerdo con el enfoque que hay detrás.
#10 "Más bien me inclino a pensar que fue al revés: las mejoras en la calidad y esperanza de vida dieron lugar al feminismo"
Pues eso estoy diciendo yo. Pero añado que ese feminismo no es una consecuencia que ha venido con una "nueva civilización", forma parte de la lucha por esa "nueva civilización" que inicia la modernidad. El "pánico moral" por el maltrato de animales y mujeres (y no olvidemos la de discusiones que hemos tenido aquí mismo con el tema de "los cachetes" a los niños) influye, desde la base, en el maltrato que los hombres ejercen sobre otros hombres (que es la forma de maltrato más letal y mayoritaria), y forma parte de una pacificación general imprescindible para crear el medio favorable para la producción técnica y cultural de nuestra civilización.
#11 No logro entender bien qué estás queriendo decir.
#12 pues que el quilombo que montamos por la violencia hacia animales, mujeres y niños vehiculado por el feminismo, el animalismo y la pedagogía progresista forma parte de la desactivación de los fundamentos de la violencia que ejercen los hombres sobre los hombres.
#13 Cuando dices "los hombres sobre los hombres" ¿te refieres a "las personas sobre las personas" o al sexo masculino?
Si te refieres a "los hombres sobre los hombres", no sé muy bien cómo entenderlo. Es decir, pareciese que estuvieses asociando la violencia con lo masculino. Es decir, sí que creo que los hombres tenemos tendencias innatas que nos hacen sentir más atracción por los deportes, películas o actividades más violentas y de riesgo, pero a la vez que el hombre tiene esa atracción innata, también la cultura le enseña que ha de inhibirla para con la mujer ("a las mujeres no se las pega"). De todos modos, habría que definir "violencia".
#14 me refiero a la construcción de guerreros, que no es exactamente lo mismo que "hombres violentos" que pueden ser violentos pero tener límites a los que no se acostumbra al guerrero. Es verdad que el patriarcado desmantela esa violencia en parte, para un determinado tipo de relación y de mujer, lo que interesaba a las mujeres virtuosas, y al sistema, porque tampoco hace uno mucho negocio en casa con guerreros haciendo lío dentro de los muros. Pero no del todo, porque tampoco puedes prescindir de ellos. Con el feminismo, el animalismo y el resto de buenismos vamos hacia el desmantelamiento total del guerrero. Justo cuando empezamos a solucionar las guerras a base de drones.
Todos tus artículos y tu forma de proceder en esta web tienen una constante: los escribes partiendo de una conclusión y buscas las referencias de autoridad científica para hilarlas de tal forma que puedan dar la apariencia de que demuestran la tesis que presuponías. Eso se llama deshonestidad intelectual. Esas conclusiones, por supuesto, siempre son en contra de cualesquiera tesis feministas o de la izquierda. Y, además, viendo tu fijación por estos temas y tu nick... ¿Cuando te lo pusiste no temiste que te pudieran considerar neonazi? ¿No sabías que el 88 es un símbolo neonazi?
#6 los escribes partiendo de una conclusión y buscas las referencias de autoridad científica para hilarlas de tal forma que puedan dar la apariencia de que demuestran la tesis que presuponías. Eso se llama deshonestidad intelectual.
Comprobémoslo:
1) En mi artículo sobre la violencia de pareja cito la mayor revisión existente en el asunto. Buscar las referencias de autoridad científica para hilarlas con una tesis "x" sería citar estudios concretos y no otros para apoyarla y yo no hago eso. Cito la MAYOR REVISIÓN que existe.
2) En mi artículo sobre la violencia en las parejas LGB hago exactamente lo mismo.
3) En mi artículo sobre el mito del 80% de la prostitución es trata, me voy a todos los datos disponibles. Fíjate que seré deshonesto que cito todas las posibilidades que hay: que la trata teniendo en cuenta una serie de datos, la máxima cantidad que podría demostrarse es el 66%, que teniendo en cuenta otra serie de datos sería el 33%, teniendo en cuenta otros el 14%, teniendo en cuenta otros el 7%, etc.
4) En mi artículo sobre las denuncias falsas por VG cierto es que asumo la posición de "a pesar de que es IMPOSIBLE saber el número concreto de denuncias falsas, el número que se da del 0,01% voy a tratar de demostrar que es sensato sospechar de él" para ello demuestro que el Gobierno no informa de cierto tipo de denuncias falsas, que son el cuádruple de las que sí que informa, es decir, de un hecho comprobable, y de que los fiscales no persiguen aquellas denuncias falsas de las que hay claros indicios. Para ello cito varias sentencias para que el lector decida por sí mismo. Otro hecho comprobable. También demuestro que, aunque se hayan duplicado en los últimos años el número de denuncias falsas, el número de condenas continúa siempre constante. Otro hecho comprobable. Por último, lejos de la creencia popular, explicó por qué no es bueno para nadie que haya un número de denuncias falsas prácticamente inexistente. Aquí no es que ofrezca un hecho comprobable, sino un hecho lógico, pues intento a través de la lógica demostrar que no es bueno para nadie que prácticamente no existan las denuncias falsas.
5) En mi artículo sobre la distinción entre sexo y género, simplemente doy mi opinión y al inicio del artículo digo a los lectores que simplemente es mi opinión y que escribo este artículo para iniciar un debate en los comentarios, pues quiero poner a prueba mi tesis.
6) En este artículo sobre el patriarcado yo parto de la siguiente tesis y la explicó al principio del artículo: si se parte de la Teoría feminista, que es una teoría maniquea (blanco/negro), es IMPOSIBLE no caer en el siguiente callejón sin salida: los hombres fueron unos canallas y las mujeres seres débiles. No se puede evitar esa conclusión. Además de esto sostengo que perfectamente se podría generar el mismo relato pero al revés y no hay forma de establecer qué relato tiene más validez que el otro. Como esta teoría es la que más se ha popularizado quiero ofrecer al lector otras posibilidades que explico, A MI JUICIO, son más racionales, para que el lector pueda elegir la que a él le parezca la más interesante. En la segunda de las teorías (la ley de la exogamia) cito una crítica que existe por la que yo no estoy de acuerdo en considerar a esta teoría como un referente. Cierto es que, finalmente, yo me posiciono, y digo que a mí la Teoría que me parece más esclarecedora es la teoría de Xeno. La única crítica que se me ocurre que se me podría hacer es que al posicionarme ya no estoy siendo neutral. Cierto. Si la crítica es: "en este artículo te has posicionado". Estoy de acuerdo. Pero es que yo prefiero ser honesto y decirlo aunque ello me haga perder credibilidad, porque es que me parece de veras la teoría que yo he encontrado que mejor explica esto. Es decir, en este artículo yo no pretendo ser neutral, por así decirlo, si no que dejo claras mis intenciones al inicio: "No estoy de acuerdo con la Teoría feminista y voy a explicar alternativas que son más racionales y las voy a fundamentar" Creo que no siempre tiene por qué ser malo posicionarse.
Por lo tanto, no sé dónde está la deshonestidad intelectual.
Sobre lo de el número 88 no sabía que eso era un símbolo neonazi, creo que cualquier persona con dos de frente sabrá que es el año de nacimiento
#7 Yo he meneado tus anteriores artículos y este porque me gusta leer nuevas perspectivas, pero sí, lo del 88 también me dejó pensando. No creo que seas nazi, pero como consejo en los foros de internet, usa otro tipo de nick para que la gente no se confunda (hay aquí una usuaria de tu edad que tiene como nick su nombre + 1988). Chicle1988 no daría a equívocos
(La H es la octava letra del abecedario, los nazis se identifican con el 88 porque es la abreviatura de Heil Hitler. En Austria están prohibidas, por ejemplo, las matrículas con dicho número)
#17 Okay. Gracias por el consejo. Ya lo he cambiado
#0 pues no me parece que la teoría feminista excluya a mujeres fuertes defendiendo la opresión del varón desde un rol sumiso y dependiente, pero para nada débil (ver a Cate Blanchett haciendo de Phyllis Schlafly). Al esclavo que lucha para perpetuar el sistema que lo esclaviza lo vemos todos los días en bastantes más ámbitos, y no por masoquismo sino por convicción de que la sociedad no puede funcionar de otra manera. Es una situación de desigualdad, injusticia, privilegios y abusos, pero no de buenos y malos que tengan conciencia de serlo. Es cuando adquirimos una determinada moral que lo vemos como algo desaconsejable, pero eso no quiere decir que a causa de esa moral no seamos capaces de explicar el mecanismo, ni que dentro de ese mecanismo la gente tuviera consciencia de ser canallas, todo lo contrario. El patriarcado igual que una pirámide feudal es un mecanismo y el feminismo o el liberalismo lo pueden describir de esa forma pero también, por su propia moral, nos lo presentan como algo injusto y abusivo.