El rey Juan Carlos sacó 102.000 euros de la sociedad en que presuntamente ocultaba una fortuna millonaria, Fundación Zagatka, para comprar tres escopetas de caza en una armería del País Vasco. La adquisición se produjo en 2018, cuatro años después de renunciar al trono, y en ella participó uno de los supuestos testaferros del monarca, el abogado suizo Dante Canonica, investigado por la Fiscalía del cantón de Ginebra por el blanqueo de capitales del entorno del Rey emérito en su territorio.
Comentarios
Qué maravilla. Ningún trauma con las armas de fuego.
#2 ¿Que clase de persona se carga a su hermano de un tiro en la cara y no repudia las armas para el resto de su vida?
Ajá!.
#4 las armas no matan, matan las personas. En este caso el asesino es el emérito.
Si no matasen personas no se enviarían soldados a las guerras, bastaría con mandar armas.
#10 YEAH
#2 ¿Trauma? ¿Por qué?
#5 Hay que aclarar que aquello no fue un accidente de unos niños jugando con una pistola hurtada a su padre. Juan Carlos ya tenía 18 años y recibía formación en la Academia Militar de Zaragoza desde hacía un año. Sabía perfectamente cómo se debe manejar un arma de fuego y que no es un juguete.
#2 - ¡Jurame que no lo has hecho a propósito! - le dijo el padre al conocer que había matado de un tiro a su hermano.
¿Trauma? Pues va a ser que no...
#2 Si fue rey gracias a ellas
Una de ellas la debe tener Froilán.
La naturaleza ha desarrollado un mecanismo de autorregulación contra el superpoblamiento de Borbones haciéndoles tener una atracción obsesiva hacia las armas y una carencia de los neuroconectores que indican el peligro potencial de su manejo al cerebro, según estudios recientes.
Elconfidencial ¿ahora antimonarquico? Vamos por buen camino
Como sabe donde están las armas buenas