Publicado hace 10 años por tremolantepenacho a blancbotella.blogspot.com.es

La directora general de tráfico sigue con su campaña de criminalización del uso de la bicicleta. Traducción en el primer comentario

Comentarios

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El concepto de puerta giratoria se ha hecho por desgracia muy famoso en los últimos años. Para quien no lo conozca se refiere a la facilidad que tienen muchos de nuestros gobernantes de pasar a la empresa privada tras dejar su actividad política. Pero no a cualquier empresa privada, sino a las que han ayudado y favorecido desde su trabajo público. Por eso no es casualidad la última reforma eléctrica en la que se sube el plazo de potencia (el fijo que pagas gastas o no gastas) un 70% para compensar el déficit de tarifa (que digo yo, como se iba a creer que unas empresas que declaran cientos de millones de euros de beneficios nos están vendiendo la electricidad más barata de lo que les cuesta producir?) o la intención de gravar con un peaje la producción casera de electricidad ya que son muchos los políticos que después de su carrera política se han incorporado como asesores a empresas eléctricas, incluidos dos ex-presidentes de gobierno como González y Aznar (especialmente grave este último ya que está cobrando de la eléctrica que él mismo privatizan).

Pero no sólo es eso, hemos alcanzado un nivel difícilmente imaginable, que es el de tener políticos que se dedican a gestionar cosas con las que no están de acuerdo. Podría nombrar a todos los consejeros de sanidad y educación de gobiernos de derechas (incluyendo por supuesto a mi querida María José Catalán) pero la que por desgracia está ganando notoriedad rápidamente, María Seguí Gómez, directora general de tráfico. Ya se hizo conocida cuando intentó aprobar un nuevo reglamento general de circulación que hacía obligatorio el uso de casco en bicicleta en ciudad que por suerte al final ha sido suavizado y sólo es obligatorio para los menores de dieciocho años. Digo por suerte porque todos los países civilizados donde el uso de la bicicleta es mayor que aquí no obligan al uso del casco para ir en ciudad y presentan una menor tasa de accidentes simplemente porque al haber más ciclistas del automovilista está más concienciado y adaptado su circulación. Además de que no tiene sentido que en cualquiera de los pueblos pequeños de nuestra geografía los niños vayan a poner el casco para ir en bici a casa de su vecino por unas calles por donde no pasan coches.


De esta manera y siguiendo con su irresponsable campaña anticiclista, la directora general de tráfico se ha presentado así a la inauguración del servicio de bicicletas públicas de Málaga. La imagen que quiere dar está muy clara, poniéndose el casco, aunque no sea necesario, y un chaleco reflectante un día de agosto en Málaga (por mucho que la visibilidad sea óptima y que haya más peligro de sufrir un golpe de calor que un accidente) y es desgarradora: la culpa de los ciclistas lesionados y muertos no es del coche que les ha atropellado, sino de ellos mismos. A esta mujer no le importa que, por ejemplo, en el último accidente mortal en Valladolid los dos ciclistas muertos llevaron casco, que fueron por una recta perfectamente visible y que el autovilista que los pasó por encima diera positivo el control de alcoholemia ya que tiene muy claro que la responsabilidad es de los ciclistas muertos, ya que eran ciclistas y por lo tanto tienen menos derechos que los automovilistas. Si no pensara así habría propuesto una ley que obligara al uso del casco y de barras anti-vuelco en los coches ya que son muchos más los automovilistas muertos (ahora sólo dos mil al año) que ciclistas y además en muchos casos lo son por su imprudencia no atropellados por un vehículo quince veces más pesado que circula a mucha más velocidad.

Con sus medidas lo único que conseguirá es disminuir la utilización de la bici, aumentado así la contaminación y saturación de nuestras ciudades, culpabilizando de los accidentes a las víctimas, pero claro, eso es lo que pasa si pones a lobos a cuidar de ovejas, que cada vez te quedarán menos.

M

E internamente, la directora se preguntaba ¿en esta bici, dónde se pone el chofer?

wata

Pues ni una cosa ni otra. Estoy harto de ver incultos ciclistas hacer auténticas barbaridades en la ciudad... Y no es culpa de la bicicleta si no de los que van encima de ella. Y de igual manera los coches. Sinceramente no entiendo porque se es contrario al uso del casco ...¿alguien me lo puede explicar? Como tampoco entiendo que sea obligatorio hasta los 18 años... ¿Que pasa en esa edad para que la cabeza sea más dura.
Lo que creo es que falta EDUCACIÓN VIAL para todos...

jorso

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