En 1988, el historiador italiano Carlo María Cipolla publicó un librito, ‘Allegro ma non troppo’, en el que se enunciaba su famosa Teoría de la Estupidez. Según desarrolla Cipolla en este breve y divertido libro, la estupidez abunda mucho más de lo que podemos sospechar. Lo que define al estúpido es que sus actos (que pueden ser los tuyos) causan perjuicio a sí mismo y a los demás. El esquema que ilustra este artículo muestra los cuatro tipos de personas en función de las consecuencias de sus actos. A saber:
Yo corroboro muchas de esas cosas. Coñe, esta misma mañana cuando estaba saliendo del metro, abarrotadísimo de gente, y he visto la cola que había para cruzar el torno de la derecha. Diez personas una detrás de otra esperando para pasar ordenadamente. El de la izquierda, en el mismo sentido, estaba literalmente vacío. Me he acercado casi sospechando ¿Estará roto? No veo que hayan puesto nada. Lo empujo y me deja pasar.
Pues ahí se han quedado los demás, esperando su turno. Quizá no fueran estúpidos, tan solo seguían dormidos, era muy temprano.
Comentarios
Lo peor de todo esto es que cuando leemos la clasificación de Cipolla, nadie piensa que el estúpido es él.
#2 Claro, claro. Nadie. Yo tampoco. Ejem...
#9 Yo mismo tiendo a pensar que yo no soy el estúpido (pero me consta que ninguno lo pensamos, así que hay cierta probabilidad de que lo sea)
Perfecto para poder etiquetar a mis conocidos de forma apropiada
Muy chulo, pero ya ha salido varias veces por aquí #0 .
Para ahorrar chistes chorra con el apellido se pronuncia algo así como "tsi-pol-la"
#4 Sí, sí, pero vamos a lo importante. ¿La tortiglia con o sin Cipolla?
Cipolla y sus teorias sobre la estupidez solo han aparecido 20 veces por Meneame.
No creo que haya que apellidarse Cipolla para llegar a esa clasificación.Mas que Cipolla es Perogrullo.
Yo corroboro muchas de esas cosas. Coñe, esta misma mañana cuando estaba saliendo del metro, abarrotadísimo de gente, y he visto la cola que había para cruzar el torno de la derecha. Diez personas una detrás de otra esperando para pasar ordenadamente. El de la izquierda, en el mismo sentido, estaba literalmente vacío. Me he acercado casi sospechando ¿Estará roto? No veo que hayan puesto nada. Lo empujo y me deja pasar.
Pues ahí se han quedado los demás, esperando su turno. Quizá no fueran estúpidos, tan solo seguían dormidos, era muy temprano.