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#14:
De Goya se puede decir que yo me lo creo todo... recuerdo que en una ocasión leí una curiosidad suya en una enciclopledia de ídems: estaba veraneando en una finca con algunos amigos más, y un pintor inglés (cuyo nombre no incluía el artículo) había sido invitado también por el dueño de los terrenos. Una noche, entre los partidarios de uno y otro pintor surgió una discusión, acerca de cuál de los dos era mejor, en la que acabaron tomando parte los protagonistas. En el calor de la discusión, los dos se apostaron todo su prestigio a una sola carta: aquél de ellos que, de ahí a quince días, hiciese la pintura más realista, sería el ganador.
Al día siguiente, de buena mañana, el inglés cogió sus trastos de pintar y empezó a pasear por la finca hasta encontrar un paisaje que fue de su agrado, y se puso de inmediato a la tarea. Goya, como era su costumbre en vacaciones, no sólo no madrugó, sino que no cambió uno solo de sus hábitos de veraneo, y continuó dedicándose a la caza, las cartas y las demás diversiones que se disfrutaban en la finca, sin dar muestras de estar pintando nada, para desespero de sus propios partidarios, y para regocijo de los del inglés, que pensaron que Goya se lo había repensado e intentaría recuperar su palabra.
Desmoralizados, los que apoyaban a Goya fueron a verle y hablar con él, pero éste les tranquilizó: no pensaba abandonar la competición, y además iba a ganarla... pero siguió sin, aparentemente, trabajar en ninguna pintura. Pasaron los días, y se cumplió el plazo de la apuesta. La mañana en la que expiraba la fecha, el pintor inglés y sus admiradores fueron a buscar a los seguidores de Goya, para mostrarles la magnífica pintura. Un paisaje ejecutado a la perfección, y con un nivel de realismo maravilloso... de no haber sido porque la hora del día no coincidía con la luz, podía haber sido tomado por una ventana en un descuido. Con el ánimo por los suelos, pero fieles a la legalidad, insistieron los partidarios de Goya en ir a verle de todas maneras.
Llamaron a su cuarto, donde le suponían dormido aún, pero Goya les estaba esperando tranquilamente con un gatito en los brazos. Les pidió que pasaran y cerraran la puerta. Hecho esto, dejó al gatito en el suelo, y se puso a darle gritos y asustarle, de modo que el animal, con miedo, intentó huir por la gatera de la puerta... pero sólo logró golpearse la cabeza. La gatera, pintada con absoluta precisión, y mostrando incluso lo que había en la habitación contigua, era sólo un dibujo, con el que había logrado engañar al gato, a todos los asistentes y hasta a su propio rival. Nadie había dudado que el agujero era de verdad, y así, Goya ganó la apuesta.
Al día siguiente, de buena mañana, el inglés cogió sus trastos de pintar y empezó a pasear por la finca hasta encontrar un paisaje que fue de su agrado, y se puso de inmediato a la tarea. Goya, como era su costumbre en vacaciones, no sólo no madrugó, sino que no cambió uno solo de sus hábitos de veraneo, y continuó dedicándose a la caza, las cartas y las demás diversiones que se disfrutaban en la finca, sin dar muestras de estar pintando nada, para desespero de sus propios partidarios, y para regocijo de los del inglés, que pensaron que Goya se lo había repensado e intentaría recuperar su palabra.
Desmoralizados, los que apoyaban a Goya fueron a verle y hablar con él, pero éste les tranquilizó: no pensaba abandonar la competición, y además iba a ganarla... pero siguió sin, aparentemente, trabajar en ninguna pintura. Pasaron los días, y se cumplió el plazo de la apuesta. La mañana en la que expiraba la fecha, el pintor inglés y sus admiradores fueron a buscar a los seguidores de Goya, para mostrarles la magnífica pintura. Un paisaje ejecutado a la perfección, y con un nivel de realismo maravilloso... de no haber sido porque la hora del día no coincidía con la luz, podía haber sido tomado por una ventana en un descuido. Con el ánimo por los suelos, pero fieles a la legalidad, insistieron los partidarios de Goya en ir a verle de todas maneras.
Llamaron a su cuarto, donde le suponían dormido aún, pero Goya les estaba esperando tranquilamente con un gatito en los brazos. Les pidió que pasaran y cerraran la puerta. Hecho esto, dejó al gatito en el suelo, y se puso a darle gritos y asustarle, de modo que el animal, con miedo, intentó huir por la gatera de la puerta... pero sólo logró golpearse la cabeza. La gatera, pintada con absoluta precisión, y mostrando incluso lo que había en la habitación contigua, era sólo un dibujo, con el que había logrado engañar al gato, a todos los asistentes y hasta a su propio rival. Nadie había dudado que el agujero era de verdad, y así, Goya ganó la apuesta.
#1:
Cuando tus la integridad de tus pelotas está en juego, se puede lograr cualquier cosa... ¡incluso pintar una obra maestra en un día!
#6:
Hombre, tras ver el cuadro hay que reconocer que la Duquesa de Alba de joven era bastante guapilla. Es una pena que se haya estropeado tanto.
#4:
Hombre, la opción lógica es que primero la hubiera pintado vestida (mientras la iba convenciendo para la segunda parte), y que por eso tuviera el cuadro ya terminado.
Comentarios
De Goya se puede decir que yo me lo creo todo... recuerdo que en una ocasión leí una curiosidad suya en una enciclopledia de ídems: estaba veraneando en una finca con algunos amigos más, y un pintor inglés (cuyo nombre no incluía el artículo) había sido invitado también por el dueño de los terrenos. Una noche, entre los partidarios de uno y otro pintor surgió una discusión, acerca de cuál de los dos era mejor, en la que acabaron tomando parte los protagonistas. En el calor de la discusión, los dos se apostaron todo su prestigio a una sola carta: aquél de ellos que, de ahí a quince días, hiciese la pintura más realista, sería el ganador.
Al día siguiente, de buena mañana, el inglés cogió sus trastos de pintar y empezó a pasear por la finca hasta encontrar un paisaje que fue de su agrado, y se puso de inmediato a la tarea. Goya, como era su costumbre en vacaciones, no sólo no madrugó, sino que no cambió uno solo de sus hábitos de veraneo, y continuó dedicándose a la caza, las cartas y las demás diversiones que se disfrutaban en la finca, sin dar muestras de estar pintando nada, para desespero de sus propios partidarios, y para regocijo de los del inglés, que pensaron que Goya se lo había repensado e intentaría recuperar su palabra.
Desmoralizados, los que apoyaban a Goya fueron a verle y hablar con él, pero éste les tranquilizó: no pensaba abandonar la competición, y además iba a ganarla... pero siguió sin, aparentemente, trabajar en ninguna pintura. Pasaron los días, y se cumplió el plazo de la apuesta. La mañana en la que expiraba la fecha, el pintor inglés y sus admiradores fueron a buscar a los seguidores de Goya, para mostrarles la magnífica pintura. Un paisaje ejecutado a la perfección, y con un nivel de realismo maravilloso... de no haber sido porque la hora del día no coincidía con la luz, podía haber sido tomado por una ventana en un descuido. Con el ánimo por los suelos, pero fieles a la legalidad, insistieron los partidarios de Goya en ir a verle de todas maneras.
Llamaron a su cuarto, donde le suponían dormido aún, pero Goya les estaba esperando tranquilamente con un gatito en los brazos. Les pidió que pasaran y cerraran la puerta. Hecho esto, dejó al gatito en el suelo, y se puso a darle gritos y asustarle, de modo que el animal, con miedo, intentó huir por la gatera de la puerta... pero sólo logró golpearse la cabeza. La gatera, pintada con absoluta precisión, y mostrando incluso lo que había en la habitación contigua, era sólo un dibujo, con el que había logrado engañar al gato, a todos los asistentes y hasta a su propio rival. Nadie había dudado que el agujero era de verdad, y así, Goya ganó la apuesta.
Cuando tus la integridad de tus pelotas está en juego, se puede lograr cualquier cosa... ¡incluso pintar una obra maestra en un día!
Hombre, tras ver el cuadro hay que reconocer que la Duquesa de Alba de joven era bastante guapilla. Es una pena que se haya estropeado tanto.
Hombre, la opción lógica es que primero la hubiera pintado vestida (mientras la iba convenciendo para la segunda parte), y que por eso tuviera el cuadro ya terminado.
Goya, el pintor cuyo nombre rima con estantería.
Goya media 6 metros y echaba fuego por la boca y rayos por el culo.
Bueno, están Tàpies y Jackson Pollock, que han sido capaces de crear "obras maestras" en un ratillo suelto.
#18 De eso partimos en el artículo: de que es una leyenda que se contaba para explicar los dos cuadros.
Hay muchísimas anécdotas sobre las majas y hay algunas muy divertidas y curiosas como esta, aunque en realidad, la elaboración de estos dos cuadros, está envuelta en pocos datos confirmados... En el artículo partimos de que es una leyenda, pero... Incluso se duda si realmente fue la duquesa de alba o es posible que fuera una de las amantes de Godoy y que éste encargara el cuadro.
Pero si nos atenemos a lo que tenemos en realidad: Ni la mujer, ni las fechas, ni siquiera las circunstancias del encargo, se han podido establecer con claridad, aún así, esta, es una de las muchas anécdotas y leyendas que rodean los cuadros de las majas... y es bastante divertida
Un saludo.
#6 Es que después de 200 años, tal como está, podríamos decir que se cuida bien y todo.
Otra teoría: Francisco Goya pintó a la Duquesa de Alba en bolas y se vistió cuando el Duque fue a visitarlo.
Joder... realmente me parece imposible de imaginar que pintara la maja vestida en un solo día, si es así no hay palabras para describirlo.
#7 Porque soy un inculto en cuanto al arte. Digo yo.
#14 La historia mola aún más porque incluye un gato, aunque sea puteado...
Primero la debió pintar vestida y luego en bolas. Por si acaso el duque aparecia por allí
Todos los que hemos procrastinado alguna vez sabemos que bajo presión aumenta la creatividad.
#5, ¿por qué lo pones entre comillas?
#14 Qué cabronazo el tal Goya.
No sé por qué con ese caracter irreverente y esa chulería me recuerda un poco a House.
Y no sé, supongo que la excusa para dibujar a la maja desnuda es que hacía tan realistas sus pinturas que las dibujaba por capas (sobre todo con mujeres), primero sin ropa y depués con ropa.
En el museo del Prado dicen que un cuadro es de 1795 y el otro de 1800. En 1800 ya se había muerto el Duque de Medina-Sidonia (murió en 1796). Todos los sitios consultados dicen que es una leyenda. Ay, qué bonito sería.
Maja vestida:http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/la-maja-vestida/?no_cache=1
Maja desnuda: http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/la-maja-desnuda/?no_cache=1
XIII Duquesa de Alba: http://es.wikipedia.org/wiki/Mar%C3%ADa_del_Pilar_Teresa_Cayetana_de_Silva_y_%C3%81lvarez_de_Toledo
Joder, qué rápido. Eso no es pintar, ¡es renderizar!
#8, #9 Yo también pensaba que lo de Pollock era una chorrada (a fin de cuentas son lineas y manchas sin ton ni son) hasta que me enteré de que sus cuadros tienen propiedades "ocultas". Por ejemplo, por alguna extraña razón, puede autentificarse (¡y datarse!) un cuadro de Pollock viendo su dimensión fractal... (en inglés: http://www.physorg.com/news84452049.html).
#14: La historia es muy buena pero obviamente falsa. Los gatos no se dejan engañar por dibujos, y menos aún si son estáticos.
Y digo yo....¿Quién iba a demostrar que aquel cuerpo desnudo era o no era de ella?
Los cuadros de las majas eran un encargo de Godoy, tenia el de la vestida sobre el de la desnuda y accionando un resorte descubria el otro cuadro. La modelo puede que fuera una de las amantes de Godoy pero no se sabe con toda seguridad.
#15 leíste (y entendiste) el texto que envías?
Acaba diciendo, justamente, "fractal analysis should not be part of the debate regarding their authenticity." básicamente porque dice que se pueden hacer fácilmente falsificaciones que cumplan los criterios (con el Photoshop, en unos minutos, explican).
Goya alias el HP Laserjet
.
Nota: Aquí las siglas HP se refieren a Hewlett Packard y no a otras connotaciones...
¿Por qué al principio del texto le llama duque y al final marqués? Aunque tenga varios títulos, tendría que llamarle siempre igual, ¿no? ¿?
#6
Desde que Fraga le dejó hace dos siglos no ha vuelto a levantar cabeza...
#8 me uno al club de la incultura, pues mi opinion al respecto es que me parece una tomadura de pelo.
No fue tan dificil
Cogio la maja desnuda, hizo un guardar como...
y luego solo tuvo que ponerle la ropa
yo no lo creo asi!!!
Es que el miedo no anda en burro...