Era una violenta supremacista blanca, pero un encuentro en prisión cambió su vida para siempre. Angela King había ido a un bar sabiendo que habría problemas. La supremacista se dirigió al establecimiento en el sur de Florida con una banda de violentos skinheads. King, de 23 años entonces, llevaba una pistola de 9 mm en la cintura de sus vaqueros. Igual que sus amigos calzaba botas de combate y tirantes de colores. Su piel estaba cubierta de tatuajes racistas.
Comentarios
En la foto con el pelo corto me ha recordado mucho al gordo de American History X
Qué bonito es el amor.
El racismo es una soplapollez sin ningún fundamento. Lo importante para juzgar a los demás sus actos.
en la variedad esta la diversion
La típica adolescente que no quiere aceptar su sexualidad , que no encaja en el estereotipo americano y se junta con otro grupo de inadaptados
"Fui gilipollas hasta que me comí un coñete negro".
Y yo era una buena persona hasta que me enamoré de una asesina...
...y entonces se hizo feminazi.
#16 yo te lo preguntaba por saber
Los nazis no mataban a los gays?, no tiene mucho sentido ser gay y nazi a la vez, no?
Luego me dejó y volví a ser un puto neonazi.
#14 se cambió de sexo?
#15 ¿Por que no ? Puestos a rectificar principios...
El típico calzonazos. Hay que ser consecuente con las convicciones.
#2 Era una violenta supremacista blanca
La típica calzonzos, en todo caso.
#2 calzonazas mas bien.
#6 Encima cambia de sexo, deplorable.
#2 Pues menos mal que eres un superdetective
#8 Por eso lo se. Cuando como bambú soy infalible.
#8 Debe trabajar para la T.I.A.
Era eso o cambiar de acera...