ya se está hablando de una nave que, hacia 2010, se instalaría en órbita. Pero hay un desafío mucho mayor: penetrar la corteza de hielo de Europa, y llegar hasta su océano oculto. A pesar de que falta mucho, la idea va tomando color. Y ya existe un prototipo del submarino que podría realizar aquel alucinante viaje de revelación.
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