Un día jugué un partido con Valerón. Me dijo que empezara de delantero. «Tú, arriba», comentó con su voz fláutica. Y yo, arriba. Aquel día —hace un puñado de años, cuando arrancaba mi itinerario como periodista en el inefable mundo del periodismo deportivo— la plantilla del Deportivo de La Coruña tenía la jornada libre. Solo algunos jugadores subieron a entrenar de forma voluntaria a los campos de Abegondo, entre ellos Juan Carlos Valerón, mediapunta dorsal 21 e ídolo infinito del deportivismo.
Comentarios
Un jugador de futbol totalmente atípico, alérgico a la fama, el dinero, las fiestas y todas esas cosas superficiales del mundillo del futbol
Y un referente en cuanto al fair play y los nobles valores del deporte. Todo eso lo cuenta el autor en el artículo.
Que gozada ver jugar al superdepor,creo que nunca volveremos a tener un equipo así con jugadores tan buenos y carismáticos como los de esa época.
Valerón es todo lo que el autor del artículo dice,buen jugador y mejor persona que jamás dio una patada ni hizo un mal gesto en un campo de fútbol en Coruña es un ídolo y lo recordamos con mucho cariño.
Los pases de Valerón y los pepinazos de "Toro" Acuña, era la hostia, con perdón.
Salu2
Que maravilla de artículo. Hay esperanza en el periodismo futbolístico.
#4 Si lo he meneado es por eso, se sale de lo tradicional que podrías leer en el marca, que más parece el Hola pero para tíos
#5 acabo de ver que lo ha escrito el autor de Fariña
Se trata de un jugador de fútbol. Es un artículo irrelevante.