Hace 16 años | Por mayaD a diagonalperiodico.net
Publicado hace 16 años por mayaD a diagonalperiodico.net

El movimiento por la cultura libre se presenta como una alternativa en alza en un contexto en el que los gobiernos han olvidado defender el interés general -el acceso a la cultura- para legislar en beneficio de unos pocos: las sociedades de derechos de autor y las industrias culturales. Pero, ¿en qué situación se encuentra y qué desafíos afronta? Especial del periódico Diagonal.

Comentarios

sorrillo

Son los autores quienes tienen ahora que moverse.

Es muy lógico que los editores y distribuidores estén frontalmente en contra del cambio cultural que se esta produciendo, su negocio se basa en vender cultura enlatada y a día de hoy esa lata ya no es necesaria.

Los autores deben buscar otros sistemas para financiarse, vender trozos de plástico con música, trozos de plástico con películas y, pronto, trozos de papel con letras ya no es un negocio.

Eso no significa, para nada, que el contenido pierda importancia, simplemente es el continente el que la ha perdido. El hecho que estuvieran tan juntos que se confundiera lo uno con lo otro es puramente anecdotico.

Hay, incluso, quien dice que se ha perdido el respeto a la cultura y a los artistas. Eso es rotundamente falso, la gente respeta e incluso adora a aquellos que les están haciendo sentir, sufrir, llorar, reír, emocionarse, etc.

Es al trozo de plástico, al trozo de papel, antes adorado por ser el único capaz de contener esas notas, esas palabras, al que ahora se le ha perdido el respeto. Simplemente porque ha perdido su función. Tampoco merece mas respeto, es insultante comparar o confundir esos materiales con las personas que crean cultura, los autores.

Es un momento difícil para ellos, somos conscientes que el cambio no sera fácil. Pero retrasarlo es peor, negarlo es absurdo. No hay marcha atrás. No importa cuantas industrias se hundan o cuantas de ellas pataleen, el cambio ya se esta produciendo y es imparable.

Por favor, no sigamos criminalizando a la sociedad por hacer lo que ha hecho siempre, evolucionar.

c

Un artículo relacionado (y creo que muy interesante):
http://www.deugarte.com/estado-cultura-identidad-nacional-y-propiedad-intelectual

D

Me asalta la duda de si no estaremos confundiendo la gestión con la propiedad. Para mí que el verdadero problema está no en el copyright, sino en cómo se gestiona y para quién. Estoy a favor de que los guitarristas cobren por su trabajo y los pianistas por el suyo. Un buen pianista practica muchas horas al día. A lo mejor, más que discutir el copyright, habría que discutir el modelo de empresa capitalista, que se apropia de las plusvalías. En mis tiempos lo llamábamos alienación del producto del trabajo.

D

Hola, Vivaz33. A tu inteligente observación, añado otra: la cultura capitalista corporativa está a punto de no necesitar el copyright, porque no vive ya del consumo, es decir, de los oyentes, la audiencia o de los lectores, sino de la publicidad y del patrocinio. Los autores verdaderamente creativos ya casi les son un estorbo y prefieren los figurantes. De ahí que algunos creadores que se suman a la iniciativa sean en realidad asalariados de grandes medios o de fundaciones, etc.

D

#1 o del estado, como sugiere Gupequi, pero al contrario que ella yo no soy comunista, o sea que no estoy en contra del copyright, sino en contra de su gestión por empresas capitalistas. Estoy a favor de la participación de cada trabajador en la propiedad sobre su trabajo. Aunque el trabajador sea un artista o un intelectual. He dicho. Ya me puedo morir. Gracias por escucharme.

D

El primer periódico cuyo coste se cargó en la publicidad en lugar de en el lector surgió ya en el siglo XIX. Ahora veremos cómo se extiende el fenómeno de que el coste de la cultura lo asuma también la publicidad o, en algunos casos, las instituciones. Que los sueños de una cultura libre nunca nos impidan distinguir la realidad, amigo.