Gary Sleik y su buena amiga Darlene Cripps contemplan junto a una botella de vino, como la lava del volcán hawaiano Kīlauea devora lentamente su casa. Sentados esperan el inevitable e imparable avance del magma de este volcán, uno de los más grandes del planeta y hogar de la diosa del fuego, Pelé. Resignado y también aliviado Gary ha estado esperando este momento los 3 últimos años, tras sufrir la amenaza constante del flujo de lava del Kīlauea. Un volcán muy activo, cuya ultima erupción de 1983 aun continua en el 2010.
Comentarios
Por eso hay que tener contratado un seguro anti volcanes.
#1 Tu ves mucho Los Simpson... jejejeje
#12
#13 Nunca el facepalm tuvo tanto sentido
#12 Es Padre de Familia jejeje
#12 ¿Que dices? Pero si es una referencia a futurama.
Solo queda la resignación esa gran virtud.
Agáchense y cúbranse!
#5 Lo primero que he pensado
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youtube.comMejor no abrir la puerta.
Pues se podría haber salvado. No recuerdo donde fue, pero lo vi por aquí en meneame, en un pueblo costero la lava del volcán amenazaba con llevarse todas las casas por delante. Cogieron barcos y empezaron a lanzar agua del mar contra la lava, hasta que consiguieron pararla y petrificarla. Alcanzó alguna casa, pero se salvó prácticamente todo el pueblo.
#4 Hasta la siguiente. Cuando a la naturaleza se le mete en la cabeza pasar por un sitio...
#4 #19 En Japon con el Motomaki lo hicieron y en Islandia con el Heimayte.
http://en.wikipedia.org/wiki/Eldfell
http://anderiza.blogspot.com/2008/05/heimaey-un-pueblo-al-borde-del-infierno.html
¿Por qué me recuerda al chiste del paraguayo?
#16 ¿Porqué?
No es la primera, ni la última. Estuve por allá el 2005 y era curioso ver casas (o manzanas de casas) aisladas, con sus jardines todavía verdes (en Hawaii todo lo que no está cubierto de lava es verde :)), como islas en medio de la lava.
O andar por el campo de lava que se había tragado parte de la carretera de los cráteres y encontrarte un tramo de unos metros de carretera limpia, con una señal de limitación de velocidad allí solita...
¡Debe ser muy triste contemplar con un volcán cosume nuestra casa! De todas formas pudo haber evitado construyéndola en otro sitio.
Pues ya son ganas de quemar la casa. Que hubiesen llamado a la compañía que movió Sprinfield de sitio.
Es lo que tiene construir tú casa junto a un volcán en activo.
Buenos días señora lava, pase si quiere y tómese algo fresquito que la veo muy caliente...