Todos hemos visto a niños que se ponen a llorar escandolosamente pero enseguida, a poco que te avienes a cumplir sus deseos, el llanto desaparece como por ensalmo, quedan como única prueba de él unas gordas lágrimas de cocodrilo en la mejilla. ¿Hasta qué punto esa escena melodramática ha sido un teatro pergeñado por el niño con el ánimo de manipular nuestros actos?
Porque los niños tienen una respuesta más inmediata y sincera a un nuevo estímulo positivo. Y también aprenden a que deben pedir las cosas con cierto drama para ser atendidos. No se trata de mentes retorcidas, responden a expectativas y tienen caprichos y enganches como niños....y como muchos adultos.
Me cuesta imaginarme el berrinche de un pelícano. Los berrinches, las escenas de ira en las que el niño amenza incluso con hacerse daño, son frecuentes en la especie humana, y también entre los chimpancés y entre los pelícanos.
Es una habilidad que las mujeres no pierden con la madurez, lo que demuestra, una vez más, que las mujeres no son más que niños afeminados con cerebros infantiles aunque en cuerpos desarrollados.
Comentarios
Le das una buena hostia y puedes tener la seguridad de que está llorando de verdad.
#7 ¿Con el interior u exterior de la mano?
Supongo que ya que lo haces lo harás con gracia y salero.
#10 Hay que hacer las cosas con alegría, incluso dar hostias.
Pegándole un pellizco... Ehhh, no, creo que eso era para estar dormido.
#0 en crianza este tipo de noticias son bienvenidas
Porque los niños tienen una respuesta más inmediata y sincera a un nuevo estímulo positivo. Y también aprenden a que deben pedir las cosas con cierto drama para ser atendidos. No se trata de mentes retorcidas, responden a expectativas y tienen caprichos y enganches como niños....y como muchos adultos.
"Criminalizando" a los niños desde que son fetos. Así nos va.
A mi lo de los pelicanos ...me ha matao
Saludos
Me cuesta imaginarme el berrinche de un pelícano.
Los berrinches, las escenas de ira en las que el niño amenza incluso con hacerse daño, son frecuentes en la especie humana, y también entre los chimpancés y entre los pelícanos.
Yo les preguntaría a muchos jugadores de fútbol...
Salu2
Ago así como este
Es una habilidad que las mujeres no pierden con la madurez, lo que demuestra, una vez más, que las mujeres no son más que niños afeminados con cerebros infantiles aunque en cuerpos desarrollados.
Schopenhauer, lux mundi.