Es un hecho que gracias a la tecnología, cuando uno se va de vacaciones, se lleva también al jefe en la maleta. Los móviles, el wifi y los pinchos de internet no son sinónimos de libertad. Son el cordón umbilical inalámbrico que nos une a ese ser mitológico que envía correos de madrugada.
|
etiquetas: tecnologia , trabajo , verano , vacaciones