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![Se avecina un desastre para la democracia en Israel [Eng]](https://cdn.mnmstatic.net/cache/39/cc/media_thumb_2x-link-3787861.jpeg?1678052706)
#1:
Traducción con DeepL:
En la mayoría de las democracias, el poder del gobierno se controla y los derechos de las minorías se protegen mediante una serie de mecanismos, como una constitución, un Tribunal Supremo independiente, un sistema federal y el reconocimiento de tribunales internacionales. Ninguno de estos mecanismos se aplicaría en el nuevo régimen jurídico israelí propuesto.
En su retórica, el gobierno no reniega de la democracia. Al igual que la extrema derecha en otros lugares, afirma ser incluso más democrático que sus críticos. Pero esto se basa en una definición muy estrecha de la democracia, que se centra exclusivamente en una mayoría electoral y que, de hecho, equipara la democracia con una dictadura mayoritaria sin restricciones. Con el nuevo régimen legal, no está claro qué impediría al gobierno actual o a uno futuro aprobar leyes que, por ejemplo, cerraran periódicos de la oposición, negaran a los trabajadores el derecho a la huelga, abolieran la libertad académica, criminalizaran la homosexualidad, ilegalizaran partidos árabes, privaran del derecho de voto a ciudadanos árabes o -lo que quizá sea más importante- cambiaran el propio sistema electoral de forma que garantizara un control permanente del poder.
A la pregunta de qué impediría tales escenarios, protegería los derechos de las minorías y protegería incluso a la mayoría de los ciudadanos del abuso de poder gubernamental, los miembros de la coalición responden, en efecto: "Nuestra buena voluntad. Confíen en nosotros". Es una respuesta que hiela la sangre, familiar para las víctimas de todos los tiranos, mafiosos y cónyuges maltratadores de la historia. Los dictadores siempre dicen "confía en nosotros, te protegeremos. Pero ten cuidado de no perder nuestra buena voluntad, ¿sí? No queremos que te pase nada malo". Si por casualidad se encuentra con alguien que describa el golpe antidemocrático en Israel como una reforma democrática benigna, hay una pregunta clave que hacerle: "Explícamelo: ¿Qué mecanismo limitaría el poder del gobierno bajo el nuevo régimen? ¿Hay siquiera una cosa que el gobierno no podrá hacer?".
La amenaza es especialmente palpable porque Israel es una sociedad muy polarizada, y los miembros de la coalición de extrema derecha en el poder han expresado a menudo su desprecio por los grupos minoritarios. De hecho, cuando esta semana se debatía la legislación en la Knesset, el miembro de la coalición Almog Cohen, del partido Poder Judío, retransmitió en directo el debate mientras hacía comentarios racistas sobre los miembros de los partidos árabes, comparándolos con bestias. ¿Hasta qué punto pueden los árabes y otras minorías confiar sus derechos humanos básicos a la buena voluntad de personas como Cohen?
La inmensidad de la amenaza ha provocado el surgimiento de un poderoso movimiento de resistencia. Incluso parte del sector de la alta tecnología israelí, el motor económico del país de las start-ups, se ha declarado en estado de emergencia, dando a sus empleados tiempo libre para unirse a las protestas en las calles de Tel Aviv y Jerusalén. Mientras los inversores internacionales entran en pánico y miles de millones de dólares huyen ya del país, los magnates de la tecnología saben que sin un poder judicial independiente y una sociedad democrática, todo su sector está en peligro.
Si el movimiento de resistencia fracasa, ¿qué aspecto tendría un Israel antidemocrático y antiliberal? Mucha gente en Israel y en otros lugares lo compara con Hungría, sobre todo porque el régimen húngaro tiene lazos muy estrechos con el nuevo régimen israelí. Pero un Israel no democrático no se parecería en nada a Hungría.
En primer lugar, Hungría sigue siendo miembro de la Unión Europea, y quiere seguir siéndolo, lo que significa que las instituciones y leyes de la UE ponen un límite a lo que hace el régimen húngaro. Israel no forma parte de ninguna unión de este tipo, y no habría restricciones similares a los poderes y ambiciones del nuevo régimen israelí.
En segundo lugar, el gobierno húngaro gobierna a los ciudadanos húngaros. En cambio, Israel gobierna a millones de palestinos en los territorios ocupados. Por muy mal que los gobiernos democráticos israelíes hayan tratado a los palestinos, la situación probablemente empeoraría mucho más tras la destrucción de la democracia israelí.
En tercer lugar, la población húngara está envejeciendo, y el régimen de Hungría está apoyado principalmente por personas conservadoras de edad avanzada a las que puede gustar seguir a un líder fuerte, pero que tienen poco apetito por la violencia. Israel cuenta con una cohorte significativa de jóvenes radicales, muchos de ellos con experiencia militar y con opiniones religiosas mesiánicas.
En cuarto lugar, Hungría es una potencia militar insignificante que no se enfrenta a graves amenazas exteriores. Israel es una gran potencia al mando de una formidable maquinaria militar que incluye tanto un arsenal nuclear como armas cibernéticas de última generación que pueden golpear en cualquier parte del mundo. También alimenta un profundo sentimiento de inseguridad existencial, especialmente entre la extrema derecha.
Si sumamos estos cuatro factores, está claro que un Israel antidemocrático probablemente planteará un desafío muy diferente al de Hungría. Si el golpe antidemocrático en Israel triunfa, obligaría a los amigos de Israel en todo el mundo, a las comunidades judías en todas partes y, sobre todo, a los propios ciudadanos de Israel, a tomar decisiones difíciles.
Si se me permite terminar con una nota personal, nunca me he planteado seriamente abandonar Israel. A pesar de los muchos problemas que hay aquí, y a pesar de recibir muchas invitaciones de diversas universidades y centros de investigación de todo el mundo, siempre he pensado que era más importante quedarse e intentar cambiar las cosas aquí que marcharse a un lugar más tranquilo y seguro. Pero como mi trabajo consiste en pensar y decir cosas que a menudo no gustan a la mayoría, dudo que pudiera seguir trabajando en un lugar que carece de una protección significativa de los derechos de las minorías y de la libertad de expresión.
En la mayoría de las democracias, el poder del gobierno se controla y los derechos de las minorías se protegen mediante una serie de mecanismos, como una constitución, un Tribunal Supremo independiente, un sistema federal y el reconocimiento de tribunales internacionales. Ninguno de estos mecanismos se aplicaría en el nuevo régimen jurídico israelí propuesto.
En su retórica, el gobierno no reniega de la democracia. Al igual que la extrema derecha en otros lugares, afirma ser incluso más democrático que sus críticos. Pero esto se basa en una definición muy estrecha de la democracia, que se centra exclusivamente en una mayoría electoral y que, de hecho, equipara la democracia con una dictadura mayoritaria sin restricciones. Con el nuevo régimen legal, no está claro qué impediría al gobierno actual o a uno futuro aprobar leyes que, por ejemplo, cerraran periódicos de la oposición, negaran a los trabajadores el derecho a la huelga, abolieran la libertad académica, criminalizaran la homosexualidad, ilegalizaran partidos árabes, privaran del derecho de voto a ciudadanos árabes o -lo que quizá sea más importante- cambiaran el propio sistema electoral de forma que garantizara un control permanente del poder.
A la pregunta de qué impediría tales escenarios, protegería los derechos de las minorías y protegería incluso a la mayoría de los ciudadanos del abuso de poder gubernamental, los miembros de la coalición responden, en efecto: "Nuestra buena voluntad. Confíen en nosotros". Es una respuesta que hiela la sangre, familiar para las víctimas de todos los tiranos, mafiosos y cónyuges maltratadores de la historia. Los dictadores siempre dicen "confía en nosotros, te protegeremos. Pero ten cuidado de no perder nuestra buena voluntad, ¿sí? No queremos que te pase nada malo". Si por casualidad se encuentra con alguien que describa el golpe antidemocrático en Israel como una reforma democrática benigna, hay una pregunta clave que hacerle: "Explícamelo: ¿Qué mecanismo limitaría el poder del gobierno bajo el nuevo régimen? ¿Hay siquiera una cosa que el gobierno no podrá hacer?".
La amenaza es especialmente palpable porque Israel es una sociedad muy polarizada, y los miembros de la coalición de extrema derecha en el poder han expresado a menudo su desprecio por los grupos minoritarios. De hecho, cuando esta semana se debatía la legislación en la Knesset, el miembro de la coalición Almog Cohen, del partido Poder Judío, retransmitió en directo el debate mientras hacía comentarios racistas sobre los miembros de los partidos árabes, comparándolos con bestias. ¿Hasta qué punto pueden los árabes y otras minorías confiar sus derechos humanos básicos a la buena voluntad de personas como Cohen?
La inmensidad de la amenaza ha provocado el surgimiento de un poderoso movimiento de resistencia. Incluso parte del sector de la alta tecnología israelí, el motor económico del país de las start-ups, se ha declarado en estado de emergencia, dando a sus empleados tiempo libre para unirse a las protestas en las calles de Tel Aviv y Jerusalén. Mientras los inversores internacionales entran en pánico y miles de millones de dólares huyen ya del país, los magnates de la tecnología saben que sin un poder judicial independiente y una sociedad democrática, todo su sector está en peligro.
Si el movimiento de resistencia fracasa, ¿qué aspecto tendría un Israel antidemocrático y antiliberal? Mucha gente en Israel y en otros lugares lo compara con Hungría, sobre todo porque el régimen húngaro tiene lazos muy estrechos con el nuevo régimen israelí. Pero un Israel no democrático no se parecería en nada a Hungría.
En primer lugar, Hungría sigue siendo miembro de la Unión Europea, y quiere seguir siéndolo, lo que significa que las instituciones y leyes de la UE ponen un límite a lo que hace el régimen húngaro. Israel no forma parte de ninguna unión de este tipo, y no habría restricciones similares a los poderes y ambiciones del nuevo régimen israelí.
En segundo lugar, el gobierno húngaro gobierna a los ciudadanos húngaros. En cambio, Israel gobierna a millones de palestinos en los territorios ocupados. Por muy mal que los gobiernos democráticos israelíes hayan tratado a los palestinos, la situación probablemente empeoraría mucho más tras la destrucción de la democracia israelí.
En tercer lugar, la población húngara está envejeciendo, y el régimen de Hungría está apoyado principalmente por personas conservadoras de edad avanzada a las que puede gustar seguir a un líder fuerte, pero que tienen poco apetito por la violencia. Israel cuenta con una cohorte significativa de jóvenes radicales, muchos de ellos con experiencia militar y con opiniones religiosas mesiánicas.
En cuarto lugar, Hungría es una potencia militar insignificante que no se enfrenta a graves amenazas exteriores. Israel es una gran potencia al mando de una formidable maquinaria militar que incluye tanto un arsenal nuclear como armas cibernéticas de última generación que pueden golpear en cualquier parte del mundo. También alimenta un profundo sentimiento de inseguridad existencial, especialmente entre la extrema derecha.
Si sumamos estos cuatro factores, está claro que un Israel antidemocrático probablemente planteará un desafío muy diferente al de Hungría. Si el golpe antidemocrático en Israel triunfa, obligaría a los amigos de Israel en todo el mundo, a las comunidades judías en todas partes y, sobre todo, a los propios ciudadanos de Israel, a tomar decisiones difíciles.
Si se me permite terminar con una nota personal, nunca me he planteado seriamente abandonar Israel. A pesar de los muchos problemas que hay aquí, y a pesar de recibir muchas invitaciones de diversas universidades y centros de investigación de todo el mundo, siempre he pensado que era más importante quedarse e intentar cambiar las cosas aquí que marcharse a un lugar más tranquilo y seguro. Pero como mi trabajo consiste en pensar y decir cosas que a menudo no gustan a la mayoría, dudo que pudiera seguir trabajando en un lugar que carece de una protección significativa de los derechos de las minorías y de la libertad de expresión.
#6:
Qué pena que nuestros demócratas de toda la vida ya no podrán decir aquello de la única democracia de oriente medio y tendrán que reconocer simplemente que apoyan al régimen sionista porque matan moros.
#9:
Tendría que ir alli nuestro cgpj para asesorar a sus jueces de como apalancarse aún con el mandato caducado.
#5:
Creo que van 7 sábados de manifestaciones multitudinarias, por ahí hay varias dos, si bien no he visto nada en la tele, aunque es cierto que la pongo poco
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Traducción con DeepL:
En la mayoría de las democracias, el poder del gobierno se controla y los derechos de las minorías se protegen mediante una serie de mecanismos, como una constitución, un Tribunal Supremo independiente, un sistema federal y el reconocimiento de tribunales internacionales. Ninguno de estos mecanismos se aplicaría en el nuevo régimen jurídico israelí propuesto.
En su retórica, el gobierno no reniega de la democracia. Al igual que la extrema derecha en otros lugares, afirma ser incluso más democrático que sus críticos. Pero esto se basa en una definición muy estrecha de la democracia, que se centra exclusivamente en una mayoría electoral y que, de hecho, equipara la democracia con una dictadura mayoritaria sin restricciones. Con el nuevo régimen legal, no está claro qué impediría al gobierno actual o a uno futuro aprobar leyes que, por ejemplo, cerraran periódicos de la oposición, negaran a los trabajadores el derecho a la huelga, abolieran la libertad académica, criminalizaran la homosexualidad, ilegalizaran partidos árabes, privaran del derecho de voto a ciudadanos árabes o -lo que quizá sea más importante- cambiaran el propio sistema electoral de forma que garantizara un control permanente del poder.
A la pregunta de qué impediría tales escenarios, protegería los derechos de las minorías y protegería incluso a la mayoría de los ciudadanos del abuso de poder gubernamental, los miembros de la coalición responden, en efecto: "Nuestra buena voluntad. Confíen en nosotros". Es una respuesta que hiela la sangre, familiar para las víctimas de todos los tiranos, mafiosos y cónyuges maltratadores de la historia. Los dictadores siempre dicen "confía en nosotros, te protegeremos. Pero ten cuidado de no perder nuestra buena voluntad, ¿sí? No queremos que te pase nada malo". Si por casualidad se encuentra con alguien que describa el golpe antidemocrático en Israel como una reforma democrática benigna, hay una pregunta clave que hacerle: "Explícamelo: ¿Qué mecanismo limitaría el poder del gobierno bajo el nuevo régimen? ¿Hay siquiera una cosa que el gobierno no podrá hacer?".
La amenaza es especialmente palpable porque Israel es una sociedad muy polarizada, y los miembros de la coalición de extrema derecha en el poder han expresado a menudo su desprecio por los grupos minoritarios. De hecho, cuando esta semana se debatía la legislación en la Knesset, el miembro de la coalición Almog Cohen, del partido Poder Judío, retransmitió en directo el debate mientras hacía comentarios racistas sobre los miembros de los partidos árabes, comparándolos con bestias. ¿Hasta qué punto pueden los árabes y otras minorías confiar sus derechos humanos básicos a la buena voluntad de personas como Cohen?
La inmensidad de la amenaza ha provocado el surgimiento de un poderoso movimiento de resistencia. Incluso parte del sector de la alta tecnología israelí, el motor económico del país de las start-ups, se ha declarado en estado de emergencia, dando a sus empleados tiempo libre para unirse a las protestas en las calles de Tel Aviv y Jerusalén. Mientras los inversores internacionales entran en pánico y miles de millones de dólares huyen ya del país, los magnates de la tecnología saben que sin un poder judicial independiente y una sociedad democrática, todo su sector está en peligro.
Si el movimiento de resistencia fracasa, ¿qué aspecto tendría un Israel antidemocrático y antiliberal? Mucha gente en Israel y en otros lugares lo compara con Hungría, sobre todo porque el régimen húngaro tiene lazos muy estrechos con el nuevo régimen israelí. Pero un Israel no democrático no se parecería en nada a Hungría.
En primer lugar, Hungría sigue siendo miembro de la Unión Europea, y quiere seguir siéndolo, lo que significa que las instituciones y leyes de la UE ponen un límite a lo que hace el régimen húngaro. Israel no forma parte de ninguna unión de este tipo, y no habría restricciones similares a los poderes y ambiciones del nuevo régimen israelí.
En segundo lugar, el gobierno húngaro gobierna a los ciudadanos húngaros. En cambio, Israel gobierna a millones de palestinos en los territorios ocupados. Por muy mal que los gobiernos democráticos israelíes hayan tratado a los palestinos, la situación probablemente empeoraría mucho más tras la destrucción de la democracia israelí.
En tercer lugar, la población húngara está envejeciendo, y el régimen de Hungría está apoyado principalmente por personas conservadoras de edad avanzada a las que puede gustar seguir a un líder fuerte, pero que tienen poco apetito por la violencia. Israel cuenta con una cohorte significativa de jóvenes radicales, muchos de ellos con experiencia militar y con opiniones religiosas mesiánicas.
En cuarto lugar, Hungría es una potencia militar insignificante que no se enfrenta a graves amenazas exteriores. Israel es una gran potencia al mando de una formidable maquinaria militar que incluye tanto un arsenal nuclear como armas cibernéticas de última generación que pueden golpear en cualquier parte del mundo. También alimenta un profundo sentimiento de inseguridad existencial, especialmente entre la extrema derecha.
Si sumamos estos cuatro factores, está claro que un Israel antidemocrático probablemente planteará un desafío muy diferente al de Hungría. Si el golpe antidemocrático en Israel triunfa, obligaría a los amigos de Israel en todo el mundo, a las comunidades judías en todas partes y, sobre todo, a los propios ciudadanos de Israel, a tomar decisiones difíciles.
Si se me permite terminar con una nota personal, nunca me he planteado seriamente abandonar Israel. A pesar de los muchos problemas que hay aquí, y a pesar de recibir muchas invitaciones de diversas universidades y centros de investigación de todo el mundo, siempre he pensado que era más importante quedarse e intentar cambiar las cosas aquí que marcharse a un lugar más tranquilo y seguro. Pero como mi trabajo consiste en pensar y decir cosas que a menudo no gustan a la mayoría, dudo que pudiera seguir trabajando en un lugar que carece de una protección significativa de los derechos de las minorías y de la libertad de expresión.
Qué pena que nuestros demócratas de toda la vida ya no podrán decir aquello de la única democracia de oriente medio y tendrán que reconocer simplemente que apoyan al régimen sionista porque matan moros.
#6 Y cuantos de esos diran algo bueno politicamente del ISIS legal, es decir Arabia saudita?
#6 Lo van a decir igualmente...
Que democracia?
#3 ahora podrán apoyar a Rusia a gusto.
Y luego acabarse de alinear con Mr bin salman
"We do not view Israel as an enemy, but rather as a potential ally in the many interests that we can pursue together, but some issues must be resolved before we can reach that.”
#3 Siempre han sido una teocracia, venian pintados de democratas occidentales, pero con tal que rascas un poco te das cuenta que no tienen tantas diferencias con Iran.
Y el que no se lo crea, que se de un paseo por los barrios ortodoxos, a ver que les dicen por ser turistas o que vaya una mujer sin tapar, los mismos que viven a costa del Estado y son una gran fuente de votos.
#3 alguien me dijo en Menéame que democràcia és el derecho a votar (y entro en pataleta al indicarle que ignorar todas las otras partes necesarias es antidemocrático de facto), así que siguen a salvo, AÚN les dejan usar las papeletas así que son democratas. Circulen.
Tendría que ir alli nuestro cgpj para asesorar a sus jueces de como apalancarse aún con el mandato caducado.
#9 Tú comentario tiene mucha gracia, y lo mejor es que no sabes porqué
Un señor con bigotillo va a subir al poder ??
#2 Netanyahu se afeita
#2 Desde que asesinaron a Isaac Rabin allá por los 90 están en ello y hace tiempo que lo consiguieron.
Creo que van 7 sábados de manifestaciones multitudinarias, por ahí hay varias dos, si bien no he visto nada en la tele, aunque es cierto que la pongo poco
#5 un país no democrático donde la gente se manifiesta sin que sean arrestados
Les dan un país y en poco más de medio siglo se ponen bigotillo
¿Democracia en Israel?
Es lo que tiene dar demasiado poder a los ultraortodoxos....
El país más ultraderechista del mundo se prepara como sólida base para torcer elecciones, y urdir conflictos...el país que inventa el hacking de bulos, con varias empresas ¿Legales? dedicadas al respecto, y uno de los principales suministradores de drones bélicos y armamento...unos verdaderos angelitos, vamos...
Cuando se llega a ciertas realidades , mantener las misma palabras para definir, cuando no cumplen muchos de los patrones que llevan implicito palabras como democracia.
El lenguaje es poderoso , pero necesita una realidad en la que sustentarse.
#4 en Europa me temo que la están usando tanto que al final la gente no va a creer en ella, tal vez porque en el fondo se intuya que cada vez tenemos más bien oligocracias y pintamos menos que una mona a la hora la verdad, que también
#7 Ultimamente he pensado que somos , y creo que Deudocracia seria mas adecuado , paises con deuda con gobiernos esclavos por ella y los que no lo son acaban invadidos o con presidentes decapitados.
#8 pero la cobardía no es excusa, que hablen claramente a la gente y se vea que resolución se toma, lo demás es engañar, si no, mejor que no se presenten, perpetuar la mediocridad no me parece bien camino, aunque no sabe uno si es cobardía, corrupción o lo más probable, ambas cosas a la vez
#10 Es un "el fin justifica los medios" en toda regla... pero como dices, mientras, a darse golpes en el pecho porque Rusia invada Ucrania, mientras miran para otro lado cuando la invasión de Irak, destrucción de Libia o los 75 años de ocupación y masacre de Palestina (aquí, incluso, optan por ponerse del lado del ocupante...). Cinismo.
PD y menos pelis de Nazis... que, al fin y al cabo, también justificaban sus atrocidades: ¿Qué asesino no lo hace?
La demografía es lo que tiene. Mientras los israelíes "laicos" tienen pocos hijos, los ultraortodoxos tienen una media de seis hijos y no parecen que estén parando.
Antes esto se compensaba con la entrada de judíos de otros países que compensaba la balanza, pero desde hace años esto prácticamente ha parado con lo que no hay entrada de personas con ideas no-retrógadas.
Esperad que estos gobiernos de ultraderecha sean en el futuro la norma y no la excepción...
https://theconversation.com/israels-new-hard-line-government-has-made-headlines-the-bigger-demographic-changes-that-caused-it-not-so-much-197263
Pff menuda cosa, todo eso lo tenemos ya aquí con nuestra partitocracia sin separación de poderes y el tribunal constitucional puesto a dedo por políticos para interpretar la constitución a conveniencia.
Quién te ha visto y quién te ve.
Se avecina dice...
Pero quién se cree que un régimen que asesina a diario a los dueños de las tierras puede ser democrático?
Israel es un estado asesino, profundamente fascista y racista.
¿Quién podía esperar esto?
Después de 75 años haciendo impunemente lo que les sale del rabino, con armas occidentales, y blanqueamiento, victimismo y justificación continua en medios occidentales... Era inimaginable.
Siempre he dicho que Israel es el sueño húmedo de cualquier fascista europeo. Hacer por la fuerza lo que quieran sin dar explicaciones.
No es casualidad que Aznar fundara "Friends of Israel" y a Ayuso se le caigan las bragas por estrechar relaciones con ellos...
Al parecer, el judaismo, como religion e idea politica es el fascismo A.C.
Tened en cuenta que se trata de una articulo de opinión. Y quien lo firma tiene fundados miedos sobre el futuro que le depara a su nación, empezando por la pasmosa afición de los israelíes a terminar con los que son minorías o piensan distinto, ambas categorías en las que el autor de la nota se encuadra perfectamente .
La cruda verdad es que es muy difícil que exista una verdadera democracia, para lograr tal hito se requiere que cada ciudadano, sólo para empezar, estudiara a fondo las propuestas políticas, evaluará su viabilidad y votará en consecuencia. En la práctica, los ciudadanos votan según el panfleto y propaganda haga más bulla o por fanatismo ideológico, eso no es una democracia real,
Esto es como lo del niño que había sido maltratado que al crecer se convirtió en un maltratador.
Cada día se cortan menos en demostrar que son los nuevos nazis.
La que tienen colgando de su entrepierna, o de su prepucio.
La derecha y su afán por controlar la justicia es algo común en todo el mundo.
La interpretación de la ley es el comodín de los jueces conservadores.
La "democracia en Israel" no ha evitado el Appartheid ni el genocidio, así que poco se va a perder.
Como en todos los sitios, es cosa de las partitocracias.
Me importa tanto la democracia israelita como a los israelitas la vida de los palestinos. Es decir, una puta mierda.
#25 pero el problema es que todo odio y fascismo, los primeros que sufrirán (aún más) las consecuencias son los palestinos, sus "punching ball" personales.
#42 Pero si da igual que gane la extrema derecha o la izquierda radical. Anda que no he visto entrevistas a judíos colonizadores que se consideran de izquierdas pero por encima de su ideología política está su religión que les dice que ellos están privilegiados por su dios. Los sionistas son basura humana los mires como los mires.
Según meneame los israelís votan mal
podrían ser como Irán