Decía el poeta: La tarde más se oscurece; / y el camino que serpea / y débilmente blanquea / se enturbia y desaparece. Sirva esta evocación al genial Machado para mostrar, no caminos, sino aceras que "se enturbian" y desaparecen. Hecho arropados, en muchas ocasiones, por en medio de una cultura de falta de consideración hacia el peatón.
En el último ejemplo, el tejado que se come la acera, a lo mejor es la acera quien acecha al tejado.
Es posible que el tejado estuviera allí ya antes y el lumbreras del que diseñó la carretera no lo tuviera en cuenta.
Comentarios
Yo voy soñando acariocas.
#1 Es lo que tienen los sueño, que no se pueden controlar.
Muy bien, pero sin bolardos.
En el último ejemplo, el tejado que se come la acera, a lo mejor es la acera quien acecha al tejado.
Es posible que el tejado estuviera allí ya antes y el lumbreras del que diseñó la carretera no lo tuviera en cuenta.
#4 Totalmente de acuerdo. El tema es que, al final, el que se jode siempre es el peatón.