Hace tres años se nos quemaba la Sierra de la Culebra, el mayor incendio forestal de España.
Descubrí, sin sorpresa, que los responsables políticos fueron negligentes en la prevención, irresponsables durante la extinción y soberbios cuando todo terminó.
Juan Carlos Suárez-Quiñones, en primera persona, debería haber asumido las consecuencias y dimitir ante un historial absolutamente demoledor de gestión del medio ambiente.
Se organizaron manifestaciones, se leyeron comunicados, se llevaron árboles quemados a la sede de la Junta de Castilla y León, se protestó durante todo el verano y el resto de año.
En mi caso arranqué una campaña de recogida de firmas y traté de hacer algo de ruido mediáticamente. Todos sabemos que change.org no es más que una plataforma de recogida de datos personales, poco le importan tus causas, pero fue una forma más o menos efectiva de llamar la atención.
En esta misma casa publiqué varios artículos describiendo el asunto:
- Sierra de la Culebra: crónica de un incendio anunciado
- La Culebra no se calla: ayuda, movilización y dimisión
- Sierra de la Culebra: Pedro Sánchez, "ve y quémala"
- Impacto del mayor incendio forestal de España en este siglo en los resultados de las elecciones
Y aquí estamos, de nuevo, con un Quiñones más Mazonizado que nunca.
En sus espaldas los incendios forestales más grandes de la historia reciente de España. Con muertos, heridos, evacuados, tirando de voluntarios... con un Patrimonio único arrasado.
Siempre pensé que Quiñones debería tenerle miedo a poner los pies en Zamora, pero la única pregunta que me hago ahora es si ganarán con mayoría las siguientes elecciones o con mayoría absoluta.