Al ser elegido decano de la Facultad a principios de 1998, me planteé que, casi veinte años después de promulgarse la Constitución, ya era hora de dar cumplimiento al principio de aconfesionalidad del Estado. Me aconsejó mi sagaz maestro: ¿las paredes de las aulas no están un poco sucias? Pues ordena pintarlas y deposita los crucifijos en el almacén para que no se deterioren". Y añadió con sorna: "Supongo que no habrá que volver a colgarlos. Pero no olvides decir a los pintores que quiten las alcayatas".
Comentarios
En mi instituto un año le dio al cura del pueblo (que impartía las clases de religión) por poner posters de la virgen local, uno por aula. Para que fuera "democrático" lo votaban sus alumnos durante las clases de religión, mientras los demás estábamos en alternativa.
El caso es que, sí el puede poner posters, yo también, así que me lleve a clase mi poster de Alien de un metro y pico y lo puse al lado del suyo .
El resto de alumnos, incluso los que daban religión, también pusieron los suyos y quedó bien bonita la pared. Sin embargo, a la semana siguiente el cura quitó el póster de la virgen y se fue cabreado amenazando con que "la virgen sabía quiénes habíamos sido"
Lo de las alcayatas es muy grande!!!
Y estoy de acuerdo en que cuanto antes se acabe con ilegalidades, mejor para todos.
Que historia tan curiosa. Pena que no llegue a portada por la saturacion del tema.