Hace 15 años | Por carlio2 a elmundo.es
Publicado hace 15 años por carlio2 a elmundo.es

Comía con la cadencia de quien respira, aquel estómago era un fondo abisal y el verbo saciarse no acertaba a conjugarlo la niña en primera persona. Alarmados los padres, un día hicieron la prueba cuando la hija contaba con cuatro años: En la cena, le pusieron delante una caja de galletas de casi un kilo. -No puede comerse la caja entera, Valentín -hablaban atribulados los padres en la cama-. No puede ser. Le pasaría algo... Se la comió entera. A la mañana siguiente, allí estaba 'la pitu' (de pitufa), tan pancha y recién levantada.

tsakurai

No texto entero no meneo

D

#1 Yo con lo que he leido es suficiente, aunque no esté entero como tu dices, lo cierto es que tener álguien así en casa debe de ser estresante cuando menos.

a

Artículo tierno y humano donde los haya.

El párrafo de sus múltiples "embarazos", precioso.

kumo

...

tsakurai

#2 Ahora aparece el texto ampliado. Por si acaso, para el momento de #1 el texto sólo estaba hasta la frase: "Nada, nada... Pues se lució la pediatra." Y muy poca cosa decía la historia hasta ahí. Tampoco estaban los otros dos subtítulos que explicaban mejor de qué iba el trastorno (tuve que ir a la wikipedia para saber de qué hablaban).

Ahora sí meneo