El embarazo transcurrió con normalidad, sin tropiezos, pero en el momento del alumbramiento el supuesto bebé empezó a ir adelante y atrás, como vacilando. Parecía que podíamos sacarlo pero luego se retraía, y todo esto sin dejar de oír chasquidos y unos extraños chillidos. No eran lloros, era algo muy agudo.
Comentarios
Jooor, no puedorrr...
Pero nacería despúés de los dolores, no?
si es un "fistro pecador", bienvenido sea!
Sería Martínez Camino: "¡Pecadores de la pradera!"
A la mierda!!
Elmundotoday está bien, pero más espaciado, pecador de la pradera.
jarl !
No pasa nada, coparde, los fistros en cuanto se hacen mayores se convierten en torpidos sesuales y se pueden integrar normalmente en la sociedad.