El NY Times publica un reportaje en profundidad (6 páginas) sobre el toreo. No es la típica crónica de viajes, es un análisis para quien no conoce nada del tema, intentando explicar lo fundamental de la lidia, y todos los puntos de vista (protagonistas, aficionados y opositores), y sus implicaciones (o no) sociales. Como este punto de vista, neutral por extranjero y con voluntad de objetividad puede ser interesante para el intenso debate de Menéame sobre la tauromaquia, me metido la currada de traducirlo entero en los comentarios 1, 3 y 4.
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TRADUCCION DEL ARTICULO
EL TOREO ESTA MUERTO, LARGA VIDA AL TOREO
Fue durante las Fallas, el festival anual de primavera en Valencia. Figuras gigantes de papel maché de Sinbad y Blancanieves y grupos de bailarines amateur con el pelo engominado y trajes de lentejuelas. Señoras en traje de noche se unían a los adolescentes y a los caballeros de traje que atestaban la plaza de toros. El matador José Tomás ha venido a lidiar.
A las 5 en punto una muchedumbre cargada con pequeñas almohadillas blancas se había lanzado sobre las gradas de cemento. Yo estaba allí, como todo el mundo, para ver a José Tomás, y me encontré entre un anciano valenciano con ojos de reuma y una gorra, y un comentarista taurino de televisión española aprovechando su día libre mientras se ocupaba de su cigarro. El olor de la tierra húmeda, estiércol y arena dejaban paso al after shave y los puros.
José Tomás Román Martín (los aficionados le conocen por José Tomás) es una figura mística en España. Quijotesco, propenso a las disputas públicas con los notoriamente sórdidos empresarios, y raramente dado a hablar con los medios, se mantiene muy apartado de sus compañeros toreros y torea mucho menos que ellos. Su inaccesibilidad, por una parte, tiene que ver con el creciente desapego que una creciente parte de España siente hacia el toreo, aunque su arte y gracia, junto con su valor (que llega a impactar a otros matadores), le convierten en una figura que despierta una amplia fascinación. La contradicción parece incrustarse en algo muy profundo de la psique española.
El anuncio de su actuación en Valencia causó un pequeño terremoto a la búsqueda de entradas por toda el país, y la vieja España, la que todavía adora el toreo, apareció en bloque. Cuando Mariano Rajoy, el líder del conservador Partido Popular que acababa de perder las elecciones frente al socialista Jose Luís Rodríguez Zapatero, llegó a la plaza, recibió una atronadora ovación, algo que no le sucedió muy a menudo durante la campaña electoral. “Aún será la ruina de Zapatero”, dijo un hombre de cara enrojecida en voz alta. Localicé al padre de José Tomás unos asientos más allá (bajo, pelo gris, con un jersey de cuello no muy cuidado), con una ansiosa mirada perdida. Ahora todo el mundo se puso de pie, apareció una banda de música, y los matadores, después de santiguarse, hicieron el paseíllo siguiendo a caballos blancos. La multitud finalmente se aposentó esperando a José Tomás.
Como vaya España, así va el toreo. Es un viejo dicho. En los años 1940 Manolete fue un torero de gravedad estoica, reflejando el triste estado de ánimo de país que estaba bajo una dictadura tras una sangrienta guerra civil. Durante los 1960, El Cordobés, un provocador rompedor de reglas personificó la apertura del país tras años de aislamiento. En los 1990, Espartaco fue llamado tecnócrata en una época tecnocrática. Esta especie de metáfora es simplista, pero sigue siendo cierto que se puede ver la evolución del país en el toreo.
Hoy en día, junto a José Tomas, ha surgido una variedad de talentosos matadores (Enrique Ponce, El Juli, Cayetano Rivera Ordóñez, Morante de la Puebla, Juan Bautista, Miguel Angel Perera) justo cuando parece que al país les importa lo que hacen menos que nunca. Es también reveladora la curiosa división española entre indiferencia y fascinación que alguno de los más glamorosos y atractivos toreros ocupe las páginas de cotilleo como lo hacen las estrellas del fútbol.
Lo primero es lo primero: los aficionados te dirán que el toreo no es un deporte. En los periódicos españoles nunca sale en las páginas de deportes. El deporte implica una lucha limpia entre oponentes voluntarios. Excepto en el infrecuentísimo caso de que el toro sea indultado por mostrar una bravura fuera de lo común en el ruedo, todos los toros mueren. Incluso en Portugal, donde los toros no mueren en el ruedo, se les mata después, una hipocresía que protege al espectador pero no al animal. Cada lidia es un ritual orquestado para herir y dejar exhausto al animal para que pueda ser más fácilmente ejecutado. Sea lo que sea (y los opositores le llaman tortura), no es deporte.
La tradición es llamar arte al toreo, y recibí respuestas positivas de aficionados y matadores cuando sugerí una analogía con el jazz, ya que de la combinación de cada torero con cada toro produce un resultado diferente, irreproducible, impredecible e improvisado. Para los aficionados, el objetivo es sacar a relucir la bravura y nobleza innatas, y el carácter particular de cada toro, y dicen que no hay mayor desgracia que una lidia en la que los cuernos del toro hayan sido afeitados (es ilegal, pero pasa constantemente, de todas formas), o en la que el toro haya sido demasiado debilitado por el picador, o en la que el toro sea despachado de forma torpe y poco limpia. Los aficionados más radicales se lamentan de que hay una vergonzosa tendencia en la crianza de toros para que estos sean menor fieros, para comodidad de los toreros. En una ocasión en Sevilla esta primavera, donde activistas por los derechos de los animales cantaban fuera de la plaza, los devotos de dentro chillaban porque los toros eran tan blanditos que se caían. Fue el habitual lío de dos caras, como siempre es el toreo.
Si no eres español, o de algún sitio donde el toreo sea parte de la cultura, como México o el sur de Francia, o te aproximas con curiosidad, o has decidido que está más allá de consideraciones morales (como las peleas de perros o gallos), aunque la diferencia crucial es que los humanos se ponen a sí mismo, no solo a los animales, en riesgo de muerte. Alguien que llegue de nuevas puede llevarse la impresión del toreo de que es algo a la vez repulsivo y artístico, una paradoja que sigue presente en los españoles.
“La única forma que tengo de explicarlo es que es como ver a un tigre, ir hacia él y ser capaz de tocarlo”, dice el matador Cayetano Rivera Ordóñez. “Algunas veces a un toro tienes que decirle lo que quieres, otras preguntarle, y lo mágico es que cada toro es diferente”. Y luego, anticipándose a las críticas, añade “a veces me siento mal por los toros, ojalá no lo tuviese que hacer” (ahora habla de matar al animal) “cuando el toro te da tanto, lo único que sientes es gratitud.
Es el punto de vista del matador. Para el público el toreo, una vez pasatiempo de las masas, se ha convertido en algo como el vino bueno. Es “territorio para consumidores de élite” según Lorenzo Navarrete Moreno, sociólogo y secretario de la Asociación Nacional de Sociología y Ciencias Políticas, ubicada en Madrid. “Hace medio siglo, esta era una sociedad homogénea, los hijos compartían valores y gustos con sus padres”. La mayor parte ya no va a la iglesia. Dicen que están en contra de matar toros, pero en contra también de prohibir las corridas. La gente se sigue aferrando a un signo de identidad nacional aunque les vincule a algo que no les gusta. En el caso del toreo, lo aceptan porque no es algo manipulado o impuesto por el poder que sea, la iglesia, el estado o la unión europea, e incluso si es un artículo de lujo, tiene su aspecto popular. Pero ese conflicto no puede ser mantenido indefinidamente.
Tal vez no. Zapatero ganó las elecciones este año poniendo en su agenda legislativa una mezcla de matrimonio gay y divorcio exprés con otra legislación social pensada para llevarse por delante a la vieja España. Hace tres años, el parlamento europeo votó la eliminación de las subvenciones a los ganaderos (que irritaban especialmente a los antitaurinos), mientras que una votación en la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo el año pasado para declarar el toreo como tortura perdió por poco. La televisión estatal española anunció, para horror de los aficionados, que tras cincuenta años no volvería a retransmitir corridas en directo, relegándolas al cable. La mayor parte de los españoles podrían no haberse enterado. En 1971 el 55% se declaraba interesado en el toreo. En 2006, solo el 27%. Los españoles jóvenes encuentran diversión ahora en el fútbol y los videojuegos. Una buena entrada a una corrida cuesta a grandes rasgos lo que una ópera o un partido de fútbol americano en Estados Unidos. Los políticos regionales también conspiran contra el toreo; la reciente campaña para prohibir las corridas en Cataluña es una declaración de independencia por otros medios.
Pero hay más corridas que nunca: cerca de 1000 al año, frente a las 300 de la llamada época dorada antes de la guerra civil, cuando la rivalidad entre Juan Belmonte y Joselito revolucionó el toreo, estableciendo el estilo moderno de lidia, con los toreros plantando los pies y haciendo que los toros den cercanos pases coreografiados. Giorgio Armani acaba de contratar a Rivera como modelo. Sus anuncios están por todas partes. Claramente, Armani cuenta con que el toreo todavía vende. Y todos los pueblos de España parecen querer una corrida con un matador famoso para sus fiestas mayores. El escritor español Javier Perez de Ayala dijo al principio del siglo pasado “si fuese presidente del gobierno prohibiría las corridas de toros, pero hasta entonces continuaría yendo”; esa parece seguir siendo la actitud.
Los españoles le dicen a sus hijos que traten bien al perro, pero hablan de toreo entre ellos. Y si pueden, compran entradas para José Tomás.
Cuando surgió hace algo más de diez años, José Tomás sacudió el mundo del toreo. Su estilo fue comparado con el de los grandes matadores del pasado, como Juan Belmonte y Manolete, y su valor se volvió legendario. “Sus detractores se quejaban de solamente se dedicaba a matar a la gente de miedo” dice Bill Lyon, un periodista americano que ha vivido en España casi medio siglo, y que ha visto a todos los grandes toreros de ese periodo.
Alguna gente llama a José Tomás “el extraterrestre”, porque casi parecía desear la catástrofe, siendo repetidamente golpeado y corneado y aun así seguir extrañamente impasible, implacable,
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con la mente puesta en la lidia, sus pies inmóviles en la arena mientras un inmenso animal que le intenta matar le pasa una y otra vez a milímetros de distancia.
Y en el 2002, a la edad de 27 años y en el culmen de su fama, José Tomás desapareció durante cinco años. Dijo luego que fue por el stress y el peligro, las constantes disputas con los empresarios, y la presión de las expectativas puestas sobre él. Naturalmente, su ausencia alimentó la mística en torno suyo. Cuando volvió el año pasado, su regreso fue el primer lleno de las 19000 localidades de la plaza de Barcelona en 20 años. La reventa llegó a 4000 dólares. “Y el mito se hizo carne” fue el titular del día siguiente en el periódico conservador ABC.
Tomás racionalizó su regreso simplemente diciendo “vivir sin corridas no es vivir”. Para los tradicionalistas, eso lo explicaba todo.
Pero para Theo Oberhuber y otros como ella, es un sinsentido. Es la coordinadora nacional de Ecologistas en Acción, una organización ecologista y de derechos de los animales que presiona para que se acabe con las corridas. “El hecho de que las corridas sean una tradición no significa nada; las tradiciones son cosas que la gente ha estado haciendo mucho tiempo. Hay malas tradiciones que hemos eliminado, y otras que deberíamos conservar porque contribuyen con algo positivo en nuestras vidas. Si un hombre quiere poner en riesgo su vida, que lo haga, pero sin matar a otro ser”, dijo.
Ese argumento es tan bueno como cualquier otro que haya oído contra el toreo, y sin duda José Tomás tendría una respuesta. Lo que pasó es que su apoderado, Salvador Boix, anunció que el matador estaría en una comida en el restaurante de su hotel antes de la corrida, y que tal vez hablara. Allí, en una larga mesa, varios miembros de su cuadrilla devoraban jamón y cerveza. Solo levantaban la vista para murmurar que no tenían ni idea de donde podría estar José Tomás, momento en el que una figura larguirucha, felina, con zapatillas de deporte blancas y gafas del sol, y una gorra calada sobre el ondulado pelo castaño bajó por las escaleras del lúgubre hotel y salió a la calle.
Cuando Boix se volvió le dije que Tomás se había ido, y se rió como Sidney Grennstreet en el Halcón Maltés. Llevaba detrás a Luís Corrales, quien maneja la Plataforma para Defensa de la Fiesta, una organización que ha surgido para apoyar el toreo frente a abolicionistas catalanes y grupos como el de Oberhuber. Tomás, como todos los matadores, lleva una cuadrilla de unas doce personas que viajan con él: banderilleros, picadores, ayudantes, chóferes, un hombre que le ayuda a seleccionar los toros que toreará, y Boix, una anomalía ya que es ajeno al mundo de los toros. Es un ligero, moreno y gregario hombre de pelo rizado, un músico pop (toca la flauta) que lleva camisas de cuello abierto abotonadas un poco demasiado abajo.
En un oscuro bar lleno de humo a la vuelta de la esquena del hotel, él y Corrales despliegan la habitual verborrea. Tomás es “el torero del pueblo”, empieza Boix. El matador forma una especial “comunión con la audiencia” y ha devuelto al toreo corrompido por cinco años de “espectáculo barato” a su estado puro “a la esencia de la fiesta, que es una lucha de vida y muerte, un ritual litúrgico”.
Los partidarios del toreo pueden pasarse horas hablando así. “El toreo es una lucha entre la naturaleza y el hombre que se remonta al Paleolítico, pero de algún modo nuestro mensaje no está siendo captado”, añade Corrales. Luego reconoció que “es un circuito cerrado formado por periodistas, empresarios y apoderados, muchos de ellos mediocres y anticuados, y si eres un joven español no de derechas, y has crecido oyendo que los animales tienen derechos como los humanos, probablemente sientas rechazo por el toreo sin realmente conocerlo. Lo mejor que podemos hacer para convencer a alguien es llevarle a ver a José Tomás”.
De vuelta al hotel me encontré una furgoneta parada en la calle. Los banderilleros de José Tomás se habían vestido y estaban esperando en la recepción del hotel, nerviosos en sus trajes brillantes, zapatillas, y coletas de quita y pon (el símbolo tradicional de los toreros) con sus capas de gala en el brazo, el sombrero en la mano. Un rechoncho anciano español, molesto por el lío de gente buscando autógrafos que bloqueaba la acera, pregunta qué pasa.
“Estamos esperando a José Tomás”, le digo. El hombre le da la vuelta a su esposa se pone cara a la puerta del hotel. “José Tomás”, exclama por si ella no lo había oído. Rodeado por su séquito como una estrella del rock, Tomás, mirada baja, pasa con su apretadísimo traje rosa y oro y la furgoneta se lo lleva. He estado cerca de José Tomás por segunda vez y me lo he vuelto a perder. Me imaginé a los banderilleros riéndose en la furgoneta. ¡Olé!
La corrida empezó mal. Había tres matadores, como de costumbre. Vicente Barrera, un veterano de Valencia, fue el que abrió. Su primer toro, demasiado castigado por la puya del picador, o tal vez simplemente débil por naturaleza, tuvo que ser devuelto a corrales perder muchas veces las manos. El sobrero salió con fuerza al ruedo. Barrera, un antiguo abogado que se hizo torero, es un rocoso matador pero no es una estrella. Con las caderas hacia delante, con esos extraños pasitos de centímetros que los toreros dan hacia el animal, agitando ligeramente la muleta (la más pequeña de las capas usadas para provocar una embestida), se pavoneaba de espaldas al toro después de cada serie de pases. Era la teatralidad habitual, no mal ejecutada, pero el público, inquieto y a la espera, parecía entregado solo a la mitad.
Entonces salió José Tomás, y la plaza despertó. Como otras superestrellas, tiene el privilegio de que la gente espere un milagro. Tomás es aplaudido incluso cuando su actuación es normalita. En su tumultuoso retorno el año pasado en Barcelona, para nada una de sus mejores actuaciones, el público puesto en pie le brindó tres ovaciones incluso antes de que su primer toro hubiese salido del corral. Hoy, apenas comenzada la lidia, la capa se enganchó en un cuerno y se rasgó. Tomás se paró cerca del centro del ruedo, mandíbula hacia delante, esperando con calma que un banderillero la recuperara mientras el animal corría por las cercanías. El valor del matador (no olvidar que la situación la provocó un error suyo) hizo que los aficionados aplaudieran como locos.
Todo en el toreo es extrañamente amanerado, pero José Tomás se mueve con una peculiar gracia, paciencia y lentitud, casi con relajación, que paradójicamente dispara la tensión. Incluso cuando perdió la muleta por segunda vez y tuvo que correr de espaldas (con pasos de puntillas, como un bailarín) para escapar de los cuernos del toro, su sangre fría provocó rugidos de admiración.
Tomás finalmente empujó su espada entre los hombros del toro, impidiendo a sus banderilleros que siguieran intentando agotar todavía más al animal moribundo. El matador esperó, mirando, que el toro primero doblara las manos, y luego, como un edificio en demolición, se derrumbara. La gente tiró flores, sus almohadillas y animales de peluche mientras los caballos arrastraban el cadáver y Tomás, satisfecho consigo mismo, dio una triunfante vuelta al ruedo.
Su segundo toro fue completamente diferente. El toro salió al ruedo, pura energía, pero rápidamente se vino abajo, dañado por el picador, cayendo al suelo incluso antes de que Tomás pudiese empezar. Los banderilleros le golpeaban y le tiraban de la cola para que se levantara. El toro, con los flancos cubiertos de sangre, jadeaba fuertemente. El público, incómodo, mantenía silencio. Tomás, en su mejor versión, tiene la capacidad de crear drama incluso en las situaciones aparentemente menos propicias. Esta vez lo intentó todo para que el toro se pusiera en acción, pero el toro siguió cayéndose hasta que, de algún modo, casi como un hipnotizador, Tomás hizo que el tambaleante toro herido se levantara hacia su cebo, toro y torero consiguieron una serie de cardiacos pases que ponían los pelos de punta. El público resucitó. Según el punto de vista, Tomás había prolongado la tortura de esa pobre criatura, o la había inspirado, milagrosamente, para hacer lo que nadie, quizás incluso el propio toro, creyó que era posible.
La muerte fue horrorosa. Tras la estocada de Tomás, conseguida tras un primer fallo, un ayudante apuntilló al agonizante animal caído en la base de la cabeza once veces antes de liquidarle cortándole la espina dorsal. Fue asqueroso. El público, descontento, contó cada puntilla con sorna. José Tomás se fue, avergonzado y molesto.
Unos días más tarde, entrevisté a Cayetano Rivera en el hotel Wellington de Madrid, tradicional parada para los toreros. Tiene un pedigrí supremo en el mundo del toreo. Su abuelo, Antonio Ordoñez, un torero legendario, fue idolatrado por Hemingway. Su padre, Francisco Rivera, conocido como Paquirri, fue un matador que murió en el ruedo en 1984, cuando Rivera tenía 7 años. Su primo es matador, y también su hermano. “Todas las mujeres de mi familia se han casado con toreros”.
Si José Tomás es hoy en día la mayor estrella en el ruedo, Rivera, atractivo, expresivo, encantador, y un talento emergente del toreo, es probablemente la mayor esperanza del toreo para ser algo así como su imagen pública, alguien de dentro que puede representar al toreo de forma humana y clara ante los escépticos del mundo moderno.
“Durante años me mantuve alejado: estudié en Suiza, me centré en el cine y la televisión, viví en Los Angeles. Pero cada vez más me preguntaba que es lo que mi padre y mi abuelo sentían tan apasionadamente que les hacía arriesgar sus vidas. Así que me hice torero hace algunos años, ya mayor en comparación con otros. Y descubrí lo poderoso que es el sentimiento cuando estás tan cerca de la muerte. Es muy real, fuerte y adictivo”.
“Es indescriptible, estás en las nubes con el toro, y tienes que improvisar
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“Es indescriptible, estás en las nubes con el toro, y tienes que improvisar pero también pensar en el conjunto de forma que tenga sentido, que fluya, ahí estás tú queriendo crear algo en directo con un toro que está intentando matarte”.
Hace poco Rivera andaba tan perdido en las nubes que cuando el toro le corneó en la pierna, ignoró el sentido común médico, se hizo él mismo un torniquete y siguió toreando. “A veces se arriesga más para ganar más”, explica de forma un tanto ingenua, pero también satisfecha por su valor. “Pero una cosa es arriesgar tu vida, y otra invitar a la tragedia”.
Ahí hablaba de Tomás, con una ligera puya al estilo temerario de su colega, para en seguida corregir alabando a Tomás, diciendo que cada matador establece su propio nivel de riesgo para sentirse inspirado. “Yo me arriesgo si veo una oportunidad de hacerlo mejor, y como todos los toreros, acepto que voy a ser herido.
Se para. “no soy un cazador, y la primera vez que maté un toro, no me sentí bien. Fue un choque. Nadie quiere a los toros más que los toreros, eso seguro. Pero es una responsabilidad, y no sería justo que otra persona matara al toro. Es justo porque yo arriesgo mi vida cuando lo hago”
“Hoy la gente tiene muchas formas de divertirse: películas, internet, deportes, televisión. Tal vez el interés en el toreo viene de que no haya nada que sea tan real como esto. Es lo que mi abuelo le dijo a mi hermano: algunas corridas son tan importantes que tu vida no importa. Y a veces sucede que te entregas completamente, hay un momento en el ruedo en el que de verdad no te importa, te olvidas de tu cuerpo. Es increíble”.
Me pareció que sonaba como un artista. El toreo sobrevive a su propio anacronismo socia no solo por su mitología machista, sino por una respuesta irracional, puramente visceral de los toreros y los aficionados, como la que explica Rivera. Como es irracional, desafía la normalización, y se mantiene como algo exótico incluso en España. En el fondo describe como funciona el arte. No hay juicio moral. Simplemente, ayuda a explicar la elocuencia que algunos encuentran en lo que a otros les parece profundamente inútil y despreciable.
Billy Lyon, el aficionado americano, quedó conmigo para ver una corrida el domingo por la tarde. Es un educado y simpático obsesivo, un periodista que se fue a vivir a España a principio de los 1960 porque se enamoró del país, y que intenta no perderse una corrida o novillada en Madrid, donde vive. Tomamos el metro hacia la plaza de toros.
Había prevista una novillada esta tarde, pero estaba lloviendo, así que fuimos a tomar anís en el bar bajo los tendidos, esperando que anunciaran si la corrida se cancelaba o no. Turistas japoneses con ropa chillona se mezclaban con los aficionados españoles de siempre, creando una mezcla extraña. Un antiguo torero, acabada su fortuna, vendía billetes de lotería.
“El toreo se mantendrá como un acto heróico”, dice Lyon, “el último mito tras los astronautas, aviadores y montañeros, que ya no son míticos”. Mencionó un estudio veterinario al que se han aferrado últimamente los partidarios del toreo, que dice que los toros no sufren en el ruedo de la forma que uno se puede imaginar, que su nivel de ansiedad baja cuando ya no están encerrados sino en la lidia. Dije que sí, pero me pregunté si ese argumento les serviría de algo a los opositores. La gente que se opone al toreo igual come carne y acepta el sacrificio industrial de miles de millones de animales bajo las condiciones más inhumanas. Con esa lógica, un estudio veterinario no va a salvar las distancias entre aficionados y detractores con las que los españoles, en esta época de cambio, han aprendido a vivir. Lyon añadió: “cuidado con establecer demasiadas conclusiones sobre España a partir del toreo, porque a la mayor parte de los españoles no les interesa y muchos están en contra; al menos, hasta que alguien de fuera intenta prohibirlo”.
En ese momento llega el anuncio por los altavoces. Novillada cancelada. Terminamos el anís, pasamos junto a los decepcionados novilleros mientras se metían en las furgonetas tapados por paraguas con sus todavía impolutos trajes y llegamos a un pequeño y húmedo bar de ambiente taurino calle arriba, luego a otro más igualmente poco atractivo pero cálido, y luego a un tercer, donde las tapas eran buenas.
Los turistas estaban ahora lejos. Lyon parecía encontrarse en casa. Otros aficionados llegaron, se sacudieron el agua y rieron en grupos bajo las fotos de antiguos toreros y las cabezas disecadas de los toros masacrados.
#5 #6 Me parece positivo que cada cual aportemos cosas al sitio para que entre todos lo enriquezcamos. En mi caso, llevo ya tiempo aportando artículos de fuentes en inglés traducidos completos para que todos puedan tener acceso a ellos, aunque es cierto que ninguno tan largo como este. Me ha llevado cinco horas de trabajo, pero era una ocasión muy especial porque es de las muy escasas veces en las que un medio tan importante como el NY Times se meterá a fondo con un tema genuinamente español.
Pablicius tu sabes que con este curro que te has metido, has trabajado mas por la libertad y la informacion que la mayoria de los politicos de España en toda su vida???
Gracias y felicidades.
#16 Creo que la traducción es únicamente "El toreo está muerto". El toreo es muerte sería "Bullfighting is Death".
Muchas gracias Pablicius
#1 Jodó que curro te has metido.
#2 #5 #6 #9 #11 #15 #17 #20 y los que puedan venir despúes de este comentario: muchas y sinceras gracias a todos por el reconocimiento al trabajo.
#11 Gracias, pero tal vez sea excesivo tu comentario. Lo mío es solo una traducción.
#14 Hay un intenso debate en el sentido de que es un tema que interesa, sobre el que se menea y comenta con mucha frecuencia.
#15 En realidad el artículo intenta mostrar todos los puntos de vista, a favor y en contra, y en ese sentido no resulta especialmente favorable a la tesis antitaurina. No obstante, me pareció interesante por dar una (en mi opinión) equilibrada visión global del tema, y por venir de donde viene. En ese sentido, no me estoy mojando especialmente en ningún sentido, solo por haberlo traducido. Sí que me mojo en este momento, en este comentario, declarándome antitaurino.
#20 Hay más detalles (cuatro o cinco) como ese que corregir en el texto, pero cuando he terminado estaba tan harto que no me ha dado la gana de repasar la mecanografía. He dicho "a la porra, como esté, así se va a quedar".
La tortura no es arte ni es cultura.
Vi una entrevista con Orson Welles hace poco en la que habla de los toros y de España en el año 74. Welles era aficionado a las corridas, incluso toreó algún novillo cuando estuvo en España. Bueno, en la entrevista decía que la fiesta de los toros como espectáculo le resultaba irresistible, pero reconocía que era indefendible moralmente; y que quizás había coreado la muerte de cientos de nobles animales para nada, por mera diversión.
Es lo que no entiendo de la gente que disfruta con los toros. Estás presenciando la tortura de un animal, sacrificándolo por mero placer estético, y al mismo tiempo alabas su nobleza y bravura, o incluso te "solidarizas" con el bicho. Es de un cinismo apabullante; seguramente los que crían perros para peleas se enorgullecen también de la nobleza de los pobres animales.
?Hay un intenso debate en meneame sobre la tauromaquia?
Creo que aun no he visto un comentario defendiendola...
"Torero, eres la vergüenza de una nación". Ska-P dixit.
Querido #42. Yo hablo muy bien el inglés(5años en EEUU, 2 en Londres) y muy muy bien el español (soy española) y a excepción de algún leve matiz que no desvirtúa la traducción, pablicius ha hecho un trabajo de titanes y de PUTAMADRE. Tu comentario me ha parecido absolutamente fuera de lugar, porque aunque la traducción hubiera sido mala, se merece nuestro respeto por querer, y poder ayudarnos. Un saludo. Sanchesky.
#0 Joder pablicius, deberían hacerte usuario del mes, ¡menuda currada!. El artículo, además, parece francamente interesante por lo que estoy leyendo.
#42 Y yo te recomiendo a ti que propongas aquí tu versión alternativa y las comparemos, superestrella de la traducción.
#76 En contra de lo que te hayan enseñado, ponerse delante de un toro medio drogado en un recinto cerrado, con el suelo de arena, vestido de payaso, y enfrentarte con armas a un toro no es naturaleza.
Yo espero sincerametne que el toreo este muerto!
En pleno siglo XXI deberia estarlo.
Ante los esfuerzos de las autoridades (incompetentes) por revivir al muerto del toreo con subvenciones y propaganda, se agradece el esfuerzo de particulares como pablicius para equilibrar esta desigual lucha.Lucha desigual tanto dentro de la plaza como fuera.Es nuestro sino, sufrir hasta que se acabe este despropósito.
Hace poco hubo un meneo sobre toros:
Cuando los toros ganan (por lo menos un rato)
Cuando los toros ganan (por lo menos un rato)
dailymail.co.uken el que había una foto del tal José Tomas:
http://i.dailymail.co.uk/i/pix/2008/05/29/article-0-016925B700000578-696_468x469.jpg
Creo que ilustra bastante bien el artículo.
Por cierto, gran artículo y pedazo de curro, pablicius
#14 a mi me gusta el toreo y lo defiendo. Es mas me dejo el karma en el camino. Incluso llegue a publicar una redonda faena de Jose Tomas aqui en meneame pero no se llego a publicar. La gran imaginacion de muchos usuarios les hizo llamarme asesino o torturador. Sin animo de crear enemistades, con gente como yo que nos gusta el toreo y vamos a verlo, perdurara (al menos eso deseo) muchisisimos años, y a quien no les guste que no vayan.
Los aficionados al toreo han ido descendiendo con la progresiva alfabetización de la población. En unos añitos desaparecerán.
Yo creo que los toros representan la vida y la muerte. La vida por un lado, el ganadero se tira 5 o 6 años criando al toro con todo el cariño, esperando que llegue el momento de llevarlo a la plaza para sacrificarlo, y la muerte por que cuando vas a la plaza la muerte está alli.
Hoy en dia la sociedad intenta alejar la muerte de lo cotidiano como sea.Al reves de antes, cuando los animales no se iba uno al supermercado a comprarlos, si no que los cojian del corral y los sacrificaban. Y hoy en dia estan alli, detras de una vitrina, plastificados como nunca hubiesen estado vivos. O te vas a un tanatorio, y el muerto esta en una sala fria, detras de una vitrina, cuando antes los muertos se velaban en las casas.
#33 Es neutral en el sentido de que refleja la visión de todos. Te entiendo porque tú ves el tema así, pero hay aficionados que realmente lo ven en la forma en la que están redactados esos párrafos que citas. No te parece objetivo porque para ti es evidente que el toreo es una aberración, y quien no lo refleje así no es objetivo. Pero el artículo da voz también a los que no lo ven como una aberración sino como algo fascinante.
Que conste que este comentario es mi opinión sobre la redacción del artículo, no sobre el toreo en sí. Para mi opinión sobre el tema, me remito a #22.
Yo soy asquerosamente antitaurino en su formato actual, pero se podría llegar a un acuerdo para convertir dicho "espectaculo" a los requerimientos del siglo XXI.Y ese requisito no es otro que no herir al animal.
Toda la parafernalia que acompaña al circo, las lentejuelas, las poses chulescas del torero etc etc se pueden dejar como están.Pero desangrar y ejecutar vilmente a un animal en inferioridad, eso es inaceptable, se ponga como se ponga Asnard, Zetapé, el New York Times, Orson Welles, Hemingway, el Papa o el Susum Korda.
#60 Es sádicamente irónico que emplees la expresión "vive y deja vivir" para defender a los aficionados al toreo.
#14 incluso sin ser favorable, a mi se me ha votado negativo en alguna ocasión por solo mantenerme neutral.
#45 y tu te crees de una casta superior por estar aquí comentando en meneame, ¿no?
A pesar de que no tengo nada contra el toreo lo veo en coma profundo.
Hace 40 años en España sólo se hablaba de toros, iglesia y del Real Madrid porque así lo mandaba el Generalísimo.
Hoy en día el toreo es un espectáculo más del montón. Ahora a los toros le toca competir con el futbol, el baloncesto, el motociclismo, la F1, la lucha libre, deportes de aventura y por supuesto contra las videoconsolas.
¿Qué emoción puede tener un torero delante de un toro para un chaval que ha pasado las 3 últimas horas luchando contra monstruos a lo largo de 10 galaxias, que se lanzó al vacio desde 40 metros haciendo "puenting", que está acostumbrado a ver pilotos corriendo a 300Kms/h por las calles de Montecarlo, o a un tío disfrazado de pájaro-RedBull lanzándose desde un globo aerostático a 20 Km de altura, viendo las expediciones al K2 de un grupo de locos suicidas, F18 rompiendo la barrera del sonido en Youtube o megaestrellas del porno montándoselo con cuatro rubias al mismo tiempo?. Probablemente no mucha.
O modernizan los toros para adaptarlos a los tiempos que corren o poco tiene que hacer un tío marcando paquete delante de un rumiante tan grande como tonto acompañados por la estridente música trompetera de charanga de pueblo.
Como dijo Darwing, adaptarse o morir.
En el último tercio del artículo encuentro esta frase:
"La gente que se opone al toreo igual come carne y acepta el sacrificio industrial de miles de millones de animales bajo las condiciones más inhumanas"
Efectivamente, sí, como omnívoros que somos. La denuncia de los "anti-taurinos" es que se haga un espectáculo de una matanza.
a #45, hoy he perdido el hola, a misa nunca voy aunque viva en un barrio tan tradicional en lo religioso como es la Macarena (Sevilla) y en cuanto a lo de hacer el capullo (me gustan los toros, por si no eras capaz de deducirlo) destrozando animales lo entendere como llevarle la contraria a otro capullo (a ti, te lo facilito porque no creo que seas capaz de deducirlo)
despues de esto odio mas a los toreros, son unos desgraciados hipocritas, que lo digan bien claro, el toro me importa una mierda quiero inflarme los bolsos con el dinero de los necios que vienen a verme.
#76 no solo he estado cerca de una vaquilla. He estado con cerdos, con toros, con caballos, gallinas, conejos, perros, gatos, ovejas, cabras. He tenido ranas, renacuajos, pajarillos, salamandras, arcángeles y un sinfín de bichos variados que la mitad de los que aquí comentan (haciéndose los machotes, por cierto) no tocaría ni mediando un palo.
Y de esa experiencia he aprendido que son seres vivos exactamente igual que yo. Que sienten, que padecen, que se asustan. Y que nada me da derecho a dañarlos gratuítamente, solo por diversión. Porque eso es propio de seres humanos con psicopatologías mentales diversas, y de diferente gravedad. Las personas equilibradas son capaces de hacer suyo el dolor ajeno, y no provocarlo y regodearse. Los que sabemos cómo funciona la naturaleza de verdad, sabemos que no está para nuestra diversión y controlamos el sadismo, que al fin y al cabo, es nuestro sello distintivo como especie.
Toreo = hacer un "espectáculo" con la muerte de un animal. Si pillan al torero, que se joda. Gajes del oficio
#86 Tienes razón, la vida es dura. ¿Para qué luchar por que mejore? Sigamos matando por diversión, no vaya a ser que nos volvamos unas "mariconas".
Y el cuento de la lucha a vida o muerte contádselo a alguien que no sepa de estadísticas. A ver cuando cobramos entrada por ver a albañiles y transportistas haciendo su trabajo, que se juegan más la vida y sin torturar seres vivos.
Lo meneo por ser un interesante punto de vista distinto al de los dos bandos que tenemos en nuestro pais. Es triste que nosotros mismos no seamos capaces de alejarnos de nuestras posiciones y ver las cosas de modo objetivo.
#14 Meneame es el paraiso de lo politicamente correcto.
Si sale álguien en contra de la moda lo frien a negativos.
#50 Gracias por tu apoyo. Siempre hay pequeños detalles que pulir que no te dejan totalmente satisfecho, tanto de concepto como mecanográficos (me remito al último punto de #22), pero estoy dispuesto a defender (como se hace: con el original inglés y la traducción al lado) que la mayor parte de los giros y las construcciones que he establecido son las que mejor mantienen el sentido que verdaderamente le quiso dar el autor a su frase, aunque no sean siempre una traducción estrictamente literal.
PD: yo también soy español y he vivido un año en EEUU y llevo toda mi vida laboral en negocio internacional, hablando en inglés prácticamente a diario. Y también hablo francés e italiano.
#95 hombre, si no sabes diferenciar la necesidad de alimentarse, que de no ser satisfecha lleva a la muerte; de la necesidad de diversión, que si no se satisface lleva al aburrimiento, es tu problema.
no voy a entrar en un argumento tan cutre y demagógico, no merece el esfuerzo de teclear. Pero ya que te pones contéstame, ¿es lo mismo encarcelar a una persona porque si-porque me sale de los pinreles- que encarcelar a un criminal, no? porque vale, el motivo puede ser más o menos loable... pero acaso el hecho no es el mismo? no se encarcela a alguien, sea por el motivo que sea?
¿ves? los argumentos demagógicos son muy aburridos. Busca algo mejor.
#25 sí señor, un razonamiento aplastante...
pero vamos a ver... ¿bello espectáculo de juego a muerte? Dice el refrán "cuando uno quiere, dos no riñen" pero aquí no es así. Es un uno contra uno totalmente desnivelado, y lo más importante, no es un juego. Si el toro hablara, seguramente no querría jugar a esta sucia matanza.
Yo defiendo la tauromaquia, pero no cómo aficionado, sino como admirador de la pasión, valentía y respeto que despierta esta Fiesta. Para muchos la tortura del animal es de mal gusto, lo respeto e incluso lo admito, no es para todos los públicos (reitero que yo ni siquiera soy aficionado), pero me parece hipócrita condenar el asesinato de animales y lo mal que mueren cuando luego nos hinchamos a comer pollos que se han pasado la vida hacinados en una jaula siendo cebados y engordados hasta su hora final. Seguro que esos pollos preferirian haberse pasado la vida como un duque aunque su muerte fuera más lenta... así que o sois todos vegetarianos o vuestras réplicas son tan contradictorias como este arte llamado toreo.
#92 lo que me parece muy, pero muy muy tonto es no saber distinguir la diferencia entre matar para comer (jodida manía de no sintetizar proteínas y tener que comernoslas o enfermar) y matar por diversión (por estar por civilizar o ser un śadico, me da igual el motivo). Eso si que es jodidamente tonto. Y que en algunas explotaciones no se cumpla la legislación vigente (que es muy severa en las normas a seguir cuando se sacrifican animales) no es excusa para portarse como bestias, digo yo...
#37 Correcto, pero igual hay expresiones por cuenta del autor en sentido contrario, como la descripción del horror de la puntilla al segundo toro de Tomás en Valencia, o el cierre final del artículo, describiendo como en el bar la gente ríe "bajo las cabezas disecadas de toros masacrados". Es por eso que digo que el artículo me parece, al final, equilibrado.
#56 Correcta la primera frase de tu comentario. La segunda no.
#53. Claro que tienes mi apoyo!! Yo me paso la vida cambiando de país (En septiembre me mudo otra vez) y he tenido que luchar con la soledad y el aburrimiento de no hablar un idioma. Pero ahora hablo como tú inglés, francés, tailandés y mandarín. Ninguno como el español, es imposible. Y siempre se me escapan matices, o tiendo a buscar traducciones literales que en la realidad no existen. Pero los hablas y te expresas, y te adaptas. Mejor que el notas este (#42).
Lo siento, pero yo no puedo decir que este artículo sea neutral.
Expresiones como "figura mística", "talentosos matadores", generalizaciones muy atrevidas como "En el caso del toreo, lo aceptan porque no es algo manipulado o impuesto por el poder que sea, la iglesia, el estado o la unión europea" (pues yo no lo acepto) ...
La frase "alguien de dentro que puede representar al toreo de forma humana y clara", que muchos vemos una contradicción/oxímoron, la atención desigual a las distintas posturas, etc.
Qué ganas de que desaparezca ya ...
#14 Normalmente los que estan a favor de los toros, las mantillas, los principitos y demas jauria no estan por meneame, estan leyendo el hola, en misa o en la plaza de toros viendo a su "jesulin" haciendo el capullo mientras destroza a un noble animal.
El toreo ha muerto, pero desgraciadamente sólo para las personas que lo odiamos
Enhorabuena por tan fantástica traducción, pero he de decir que el artículo es muy tramposo. El uso de una buena retórica, o sea, el escribir bonito es pura traición a los sentidos. Y si no, os propongo lo siguiente: coged el artículo entero traducido y cambiad cualquier alusión al toro por otro ser humano a merced, cread la ficción de que el reportaje trata sobre una hipotética lucha entre hombres armados y otros no tanto y veréis como incluso los tiempos de la muerte a los esclavos cristianos en las arenas romanas pueden ser románticon, heroícon y granden.
Hay quien juega demasiado bien a las palabras, pero también quienes sabemos leerlas de verdad.
#10 o el toreo es el arte y cultura de la tortura...
Me ha llevado un tiempo leerlo, como para traducirlo. Muchas gracias.
Me ha parecido un reportaje interesante, y objetivo excepto en la última palabra en la que el autor expresa su opinión. Pero lo importante es que huye de tópicos.
#63 goto #46
#46 Claro, el que estemos por encima de la cadena alimenticia no significa que podamos masacrar a un animal ni abusar de el.
Es como si tu vas por la calle y un capullo hijo puta esta matando a golpes a un perro, es un criminal en toda regla.
De eso a alimentarnos con carne de ternera va un abismo, pero cuando se les acaban los argumentos ya no saben que decir para seguir con su "fiesta nacional" y demas memeces.
No entiendo que a alguien que lleva escribiendo sobre la matanza de los toros defendiendo esa aberración, se le premie con más de 800 puntos de karma.
#81 Totalmente de acuerdo, los animales sufren cuando se les hace daño y NADIE ABSOLUTAMENTE NADIE se puede arrogar, en el nombre de lo que sea, ese derecho de herir quien nada les ha hecho.
#90 sadismo: crueldad refina con placer de quien la ejecuta.
¿no es esto lo que van a ver los aficionados? un "arte" refinado" que causa dolor, todo ello produciéndoles placer?. Esa es la definición de sadismo. Así que si, es la palabra perfecta.
Puestos a querer diferenciarme, prefiero hacerlo por vivir en un país con más de cuatro lenguas. Por un país riquśisimo en patrimonio arquitectónico, en arte sacro. Por ser del mismo país que Quevedo, Cervantes o Lorca. Por la gastronomía, por los paisajes,por las diferencias geográficas y así seguimos largo y tendido. Prefiero que me conozcan por cosas elevadas que por ser un bárbaro de la época delas cavernas.
Si me van a identificar con un país que tortura toros, tira cabras desde el campanario, prefiero ser apátrida, estar globalizada y no sentirme un ser atávico que no ha sido capaz de asimilar la evolución que ha sufrido la humanidad.
#68 Bien, en ese caso, a mí no me gusta ver a la gente sacrificada en ofrenda a los dioses, pero tendré que defender a los que sí lo apoyan porque si no seré un fascista. Yo con mirar para otro lado, ya tengo bastante. Es lo que tiene la libertad. Qué hipocresía.
#65, ¿todos iguales? Bajo ningún concepto querría ser igual a ti, antes muerta que idiota.
Para la CIVILIZADA Sicología: La Real Academia Española ha aceptado que se escriba psicología sin P. Ambas formas son aceptadas. Sicología es una castellanización de psicología. Ve y buscalo que no eres infalible. Habras fallado tambien en lo de tortura excelsa diferenciadora de donde usar la p y la tortura?
#74 Así es EBMer, lo has bordado.
Esta gente no puede ponerse frente a una vaquilla...sólo su olor les desagrada.
No han cogído en su vida un saltamontes. Ni han nadado en una charca tragando renacuajos. Lo humano les molesta profundamente. Son los hijos naturales de Walt Disney, donde la naturaleza es azucarada y sin tensiones.
#86 Mi mayor-mono se niega a servirme el te, dice que se va a los toros...como está el vicio, digo el servicio.
#22 Lo entiendo
El toreo está muerto. DEP.
(gracias pablicius)
#14
Normal.
A los que decís que el toreo os impresiona como arte, solo una recomendación: Nunca, nunca pero nunca, bajo ningún concepto, escuchéis un pedo. Creeréis que es música.
Segundo, una persona que arriesga su vida por torturar a un animal no es un valiente. Es un śadico que por ver sangre se juega (poquito, seamos realistas que todos sabemos como saltan los toros al ruedo) por su falta de empatía y su sed de dolor ajeno, la vida. Admirables valores sin duda (y por cierto, autoestima más baja para compararse y medirse con un herbívoro).
Tercero, comportarnos como bestias nos pone en ese lugar. Lo siento mucho, pero algunos no tenemos la culpa de que siga habiendo gente si civilizar con las que tenemos que compartir terruño y no queremos que se nos asocie al barbarismo gratuito, nos avergüenza.
menuda discusión os traeis. Lo único que me demuestra la gente aquí es que no saben discutir como personas (ni un bando ni otro); No me gustan los toros ( y me da igual si los radicales antitaurinos que existen por meneame me quieren creer o no ), pero no creo que todos los aficionados a los toros (alguno habra) sean personas por civilizar, ni de derechas, ni señoritos (me parece que es hacer un estereotipo facilito).
La solución para todo esto no es prohibir los toros, eso solo lograría que los taurinos (que son muchos) se levantaran en "armas" dificultando las cosas mucho más, la solución sería adaptar el toreo a los tiempos que corren y lograr que los animales no sufran y que no se les mate.
Por cierto, un mensajito a los que dicen que no es lo mismo matar a un animal que muera un toro en el ruedo, a los animales de granaja se les mata muchas veces de forma mucho más cruel que a los toros, la diferencia reside en que las corridas son públicas y de lo otro no te enteras, sólo comes. Algunas veces pareceis o tontos o demasiados inocentes.
Interesante la traducción. Te doy mil gracias.
Quiero establecer un pequeño símil:
Hace un tiempo ya un artista sudamericano (uruguayo creo) cogió un perro de la calle y lo dejó atado en la exposición. Las idea principal de su obra da lo mismo, porque la gente enseguida creyó que el animal estaba siendo maltratado por lo que se armó la gorda, con peticiones por Internet incluidas para conseguir hundir al artista.
Uno de los aspectos del toreo es la cuestión artística que yo sí creo que la tiene. El toreo tiene un ritual, unos movimientos y se necesitan de unos tiempos igual que en un concierto o el teatro.
Pero claro esta todos los actos humanos se rigen por la moral en tanto que somos libres para elegir. Y en este caso el torero prefiere pasar de la ley moral que dice que esta mal matar a un animal si no es para poder sobrevivir.
Mi conclusión. Es que un torero es un artista sin cultura, que no es capaz o no quiere encontrar otro medio expresivo que no es el que le han puesto delante, aunque ese arte conlleve masacrar animales. Pero también es un loco en busca de adrenalina, de eso estoy seguro; y una persona que tiene muy dentro todos los valores mas antiguos de la sociedad machista: poder, hombría, valor, etc...
Dios nos libre, #76 de que haya algun tipo de desastre en el mundo y volvamos a tiempos pretecnologicos. Básicamente, porque aqui ibamos a quedar dos, y mal contados.
#25 Tienes razón, es un resto de la prehistoria. Digo yo que va siendo hora de pasar página y civilizarse un poco, ¿no?
Llevare mi pedo a eurovision 2009. Que suerte ser tan iluminado y ser capaz de diferenciar lo que es arte por encima de los demas. En serio no seras critico de arte o de musica?. No seras tambien sicologo o escritor? (que bien sabes utilizar las palabras autoestima, empatia, sadico... y sicoanalizas a todos los toreros, como el que vive con ellos en su misma casa). O simplemente pueda que seas lider delos civilizados frente a los incivilizados en su paricular cruzada, como cuando la iglesia trataba de evangelizar. Gracias por definir donde estamos los que vamos a los toros.
#38, me parece muy descompensado el nivel de atención a una postura y a otra, y las generalizaciones son demasiado atrevidas.
Ahora pondré yo en el nótame que "los españoles aceptamos el toreo porque no es algo manipulado o impuesto por el poder que sea, la iglesia, el estado o la unión europea", y que alguien me lo discuta. ¿Por qué ir alternando comentarios sesgados para parecer neutral?
#79 lo primero, cuando uses el prefijo Psico, recuerda pornerle la "p".
Lo segundo, pues visto lo visto, si soy crítico de arte, además de músico, escritor, psicólogo y muy civilizadita. Si no sabes diferenciar arte de tortura, es tu problema no del resto
Y no es que trate de civilizar a nadie (lo que no hayan hecho ya los papás correspondientes no me va a tocar mi), trato simplemente de que ciertas aberraciones no continúen en el lugar donde vivo, porque hacen que sienta vergüenza ajena, que sienta un retroceso en la cultura y en la civilización que me aterra y porque no tengo la culpa de que existan sádicos
#36 , las expresiones relativas al talento deberían ir en boca de los defensores, no de quien firma el artículo. Cuando van entrecomilladas por venir de uno de sus defensores, no tengo nada que decir. Pero visto neutralmente, esas expresiones sobran en la redacción.
Buen trabajo y gracias.
Me gusta el artículo, es bastante imparcial. Mis amigos de otros paises me preguntan mucho por las "bullfightings", parece ser que la imagen que tienen ellos del toreo es que el torero sale a jugar con el toro al "corre que te pillo" y poco más, alguna vez les he explicado en que consiste, lo de las banderillas, el picador,... etc... y las caras que se les quedan... no tienen precio.
Espeoro que mis hijos puedan preguntarme algún día por el torero y contarlo como una cosa que paso a la historia como los americanos hablan a sus hijos de la esclavitud.
Pablicius de 20 karma YA! ...
#54 por desgracia VIENE de misa ...
#84 cierto que está aceptado por la RAE, como la forma vulgar de la palabra así que supongo que en tus comentarios, está oportunamente elegido el término
Y ya que te gusta tanto la RAE, enlace a la definición de tortura http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=tortura
#48 obrero muerto accidente laboral torero muerto heroe nacional.
#62 Si, es sádicamente irónico. Y me importa un rábano. Los que van a los toros no obligan a quienes no están de acuerdo con ellos a ir a verlo. Sin embargo, los antitaurinos intentan obligar a quienes disfrutan de las corridas a que quienes si les gustan no puedan verlas. Me recuerdan mucho a los antiabortistas y al fascismo en general, intentando imponer su opinión. Por eso aunque a mi ver morir un toro me da asco, defiendo plenamente el derecho a que los que si que quieren verlo puedan hacerlo. Es lo que tiene la libertad: te ves obligado a defender y respetar cosas que quizás a ti no te gusten. Los antitaurinos por desgracia no saben mucho de esas cosas.
Al final de la descripción pone me metido. Pon me he metido, pero vaya crack traduciendo todo, y buen artículo
#42 Eres un.....
Te voy a explicar lo que eres para que todos te conozcan bien:
Tu sabes ingles y te crees que por eso todos debemos conocer esta lengua, asi ya no nos haria falta escribir en español ni hablar español.
Tu eres uno de esos que piensa que todos tenemos que profesar la misma religion tener al mismo presidente, la misma moneda, el mismo idioma y el mismo pensamiento.
Eso, es lo que eres.
Ahora que el pueblo DE ESPAÑA te juzgue.
A mi no me gusta el toreo, pero igualmente odio a quienes pretenden impedir que se celebren corridas entre quienes si que lo disfrutan. Vive y deja vivir,
#45 Entre los aficionados a los toros se encuentran muchos de los más prestigiosos intelectuales que ha habido y hay en este pais.
#63 Que le den por culo al toro, total... se come igual que la vaca. Me da lo mismo un toro, no me pongan un ejemplo con un perrito u otro animal doméstico. Toro para la cena, cocodrilo para mi billetera.
Me sumo al agradecimiento por la traducción. Bello artículo.
#75 ¿¿qué es arte después del posmodernismo??
será por algo que la mayoría de artistas valoran el toreo como un arte igual que a los cortes de Marina Abramovik.
vulgar != sinónima
gracias por la traduccion, esta muy correcta. un articulo bastante interesante, pero no diria q es neutral, mas bien, intentemos entender de qué coño va esto del toreo que les vuelve loco a algunos españoles.
#96 , claro que es lo mismo... tu misma te respondes... el tio esta en la carcel, sea por el motivo que sea. Otra cosa es que sea mas o menos justo, otra cosa totalmente distinta.
y digo yo, #94 ,que diferencia hay entre matar por diversion y matar por necesidad? vale, el motivo puede ser más o menos loable... pero acaso el hecho no es el mismo? no muere algo, sea por el motivo q sea?
#51 lo que ESPAÑA vota, va a misa.
Muy buen trabajo pena que no pueda darte karma T_T
#10 lo mismo digo
Fíjate... yo era antitaurino... hasta que vi a a José Tomas. Y me di cuenta, de que detrás de toda esa barbarie, y de todo el sufimiento del animal, que es lo que primero se ve, hay un tio, que esta peleando con un bicho de 600 y pico kilos. Un tanque con cuernos, que te quiere matar. Porque tu le estas tocando los cojones, vale, pero te quiere matar. Y que tu, en vez de darte la vuelta y salir corriendo... te quedas ahi plantado, estatico. Y le das un muletazo... mientras el asta del toro te roza el pecho. Mientras al rozarte con el cuerpo, su sangre empapa tu ropa...
Se nota que a dia de hoy, somos todas unas mariconas (sin animo de ofender a ninguna identidad sexual, que todo hay q decirlo), que no aguantariamos ni un segundo viviendo en la verdadera naturaleza, que es infinitamente mas cruel que lo que podemos llegar a ser nosotros.
#11 Tranquilo que su karma lo ha agradecido. La faena no la ha hecho en balde.
Muchas gracias, pablicus.
#42 ¿?
Hace poco fui a Las Ventas a mi primera corrida. Me impresionó, ética y estéticamente, contradiciéndose entre si. Finalmente ganó el Arte.
Quedé fascinado, y ya solo espero tener ocasión de ver a José Tomás.
Anda, a negativizar, que así funciona Menéame.
Me ha sorprendido enormemente la descripción que hacen de Jose Tomas, me parece exagerada. Yo he podido hablar personalmente con el varias ocasiones, ya que es primo de uno de mis mejores amigos. Me parece una persona de lo mas normal y corriente, es mas cuando me lo presentaron no tenia ni idea de quien era, dado que no tengo ninguna afición por el toreo.
Por cierto, creo que se escapa el juego de palabras en ingles "bullfighting is dead, long live to bullfighting"
ya que "bullfighting is dead" puede leerse como "el toreo esta muerto" o "el toreo es muerte"
#3 Adaptarse o MORIR.
#69 Antes MUERTA que idiota
Qué pobreza !!! Esto es ecologísmo en acción. Sencillamente Darwin y los tiempos, ganan la partída. Hay que amoldarse aunque suponga forzar a los demás. Los demás deben pasar por tu dios: el paso del tiempo y la Ley Evolutiva. Todo lo demás, es rancio, indecoroso, retrógrado ... porque se estanca en la tradición. ¡¡ Y no hay que estancarse !! ¡¡ Hay que evolucionar a cualquier precio !! Hoy prohíbes los toros y mañana quién sabe qué ... Qué peligro tenéis !! Decorosos con los pollos: les dais la extremaunción antes de comeroslos.
#81 "nada me da derecho a dañarlos gratuítamente, solo por diversión" ... yo no veo la diversión ni el sadismo por ningún lado. Es un arte muy serio: no es un circo con payasos. Y no es una MATANZA indiscriminada, anónima y cruel como si fuera un holocausto. Si vas a dormir mejor porque quiten las corrídas, pues me alegro por tí. Yo paso de la anestesia globalizante.
#25, por desgracia para ti y por fortuna para el resto, esa fiesta sangrienta, restos de nuestra ancestral "civilización" bárbara, va a desaparecer. La lástima es que no desaparezcas tú con ella también.
No me molestan los votos negativos, solo que con la ignorancia y la estupidez de bandera se crea SEA QUIEN SEA superior moralmente a mi por mis gustos. Y de moralemente superiores que se creen en la necesidad de enseñar al resto de la plebe (me incluyo) sobran en esta plural España nuestra
Creo que aqui mucha gente deberia volver al mundo de la piruleta, donde nadie hace daño a nadie, y el mundo es bonito, y hay flores. Y la electricidad se obtiene de los pedos de las vaquitas, y los tigres cuidan a nustros hijos, mientras un mayor-mono nos sirve el te de las 12...
#56 Qué buena persona y qué civilizadíta estás...da gusto gente como tú. Y, por supuesto, Goya o Picasso estaban sin domesticar y hay que prohibirles a los niños ver sus dibujos, por animaladas !!!
La barbarie es lo que tú apoyas. La barbarie civilizada del "todos iguales" porque lo manda Bruselas o lo manda el SunsumCorda.
¿Yo y el resto? Noooo....todavía hay cuerda para rato. O, éso espero.
Pablicius, este texto me ha emocionado mucho. Infintas gracias.
Entonces, ¿Está condenado a desaparecer este bello espectáculo de juego a muerte?
No creo que seamos capaces de domeñarnos a designios de fuera.
Esta celebración es lo único que prácticamente nos queda de común a muchísimos compatriotas. Es una fiesta claramente Apolítica : porque es ANTERIOR a que nos "civilizaramos" politicamente. Es un "resto" de la prehistoria, un sello de nuestra tierra, de nuestra península.
Solo alguien que no sepa inglés puede darte la enhorabuena. Te recomiendo primero aprender bien español y luego ingles. Deja de hacer favores, chapuza.