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#5, a Luis Filipe Madeira, se le conoce como Judas desde hace mucho tiempo. Es un ser despreciable que mintió, engañó, jugó con los sentimientos de millones de personas y luego los traicionó por un puñado de monedas. Es un mentiroso embaucador y traidor, una persona mediocre.
El Camp Nou le hizo sentir su miseria moral en toda su crudeza regalándole billetes del Monopoly en su primera visita tras la traición. Pero a él no lo importó. Seguro que al final del partido se quedó solo en el campo a recoger esos billetitos. No sea que se colara alguno de verdad.
Vuelve a la madriguera de la cual jamás debiste salir, Judas.
[c&p] Amarrar un barco bajo la lluvia, en la atmósfera gris de un puerto mediterráneo, suscita a veces una melancolía singular. Es lo que ocurre hoy. No hay sol que reverbere en las paredes blancas de los edificios, y el agua que quedó atrás, en la bocana, no es azul cobalto a mediodía, ni al atardecer tiene ese color de vino tinto por cuyo contraluz se deslizaban, en otro tiempo, naves negras con ojos pintados en la proa...
Artículo de opinión sobre nuestros jóvenes. De recomendable lectura.
El conocido periodista deportiva analiza la situación de la Liga.
El técnico madridista analiza el partido que les ha dejado por quinto año consecutivo fuera de la Champions League en octavos de final. Entre otras cosas, el entrenador manchego declara: "El Liverpool ha estado mejor"
Afirma que el Real Madrid acabará la temporada con un doblete · Apuesta por la continuidad de Juande Ramos la próxima temporada y descarta despedir a Mijatovic por el momento · Asegura que si no le ratifican en la próxima asamblea blanca, se levantará y se marchará
Hay una relación casi directa entre la presión urbanizadora y el fracaso escolar. Oh, qué sorpresa.
#5, a Luis Filipe Madeira, se le conoce como Judas desde hace mucho tiempo. Es un ser despreciable que mintió, engañó, jugó con los sentimientos de millones de personas y luego los traicionó por un puñado de monedas. Es un mentiroso embaucador y traidor, una persona mediocre.
El Camp Nou le hizo sentir su miseria moral en toda su crudeza regalándole billetes del Monopoly en su primera visita tras la traición. Pero a él no lo importó. Seguro que al final del partido se quedó solo en el campo a recoger esos billetitos. No sea que se colara alguno de verdad.
Vuelve a la madriguera de la cual jamás debiste salir, Judas.
Hay una relación casi directa entre la presión urbanizadora y el fracaso escolar. Oh, qué sorpresa.