En España, esta actividad todavía está brotando y, por ello, hay pocas estadísticas sobre su incidencia. Por ejemplo, en la ruta de EuroVelo 1 —que va desde Noruega hasta España y Portugal— la afluencia ciclista "aumentó repentinamente" desde la pandemia del coronavirus un 27%. Mientras tanto, el cicloturismo continúa subiendo de marcha y va suscitando el interés de las administraciones públicas, que ven el potencial económico y medioambiental que puede tener para sus territorios, especialmente en las zonas rurales.