Hace 12 años | Por jmgarciad a blogs.km77.com
Publicado hace 12 años por jmgarciad a blogs.km77.com

No es que deseemos decidir por nosotros mismos lo que es bueno y es malo. Es que lo hacemos mediante la ley. Decidimos qué es bueno y qué es malo para la convivencia. Y para la convivencia, mientras la ley está vigente, esa es la única verdad posible.

Comentarios

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El mensaje del papa es claro, el mantra repetido hasta la saciedad en contra del "relativismo moral".

El mensaje del artículo es claro: lo bueno/malo es exactamente lo que los ciudadanos convengan (mediante el voto o la ley positiva).

El bien/mal absoluto no existe: la moral es relativa. ¡RAMEN!

Sin embargo si los católicos quieren auto-restringir su libertad auto-imponiéndose más leyes en función de sus creencias, nos parece bien y maravilloso, siempre que nos deje en paz a los demás.

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#3

"-El mensaje del artículo es claro: lo bueno/malo es exactamente lo que los ciudadanos convengan (mediante el voto o la ley positiva).

El bien/mal absoluto no existe: la moral es relativa. ¡RAMEN!"

A mí el pensar así me parece extremádamente peligroso, afortunadamente yo creo que el amigo #3 no se lo cree tampoco.

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#4 ¿Qué es peligroso? ¿Por qué?

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#5 Tú crees que podrías decir ahora que todas las leyes con las que funcionamos en España son justas?

El considerarlas ( al alas leyes) justas o injustas lo hacemos en base a unas referencias morales que todos tenemos, el dar la oportunidad a alguien que gobierne sin ninguna referencia moral sino en base a lo que le convenga es peligrosísimo.

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#6 Todas las leyes no son justas. Algunas por antigüedad, otras por error, otras por corrupción ...

Es el pueblo el que define lo que está bien o mal con su voto:
· La soberanía emana del pueblo, que vota a los políticos en función de su programa e ideas.
· Cada votante escoge sus razones para votar a uno u otro: religiosas, morales, el color del pelo, el color de la piel, que el programa encaje con sus ideas, que el político no sea corrupto, ...
· El político legisla (en principio) en función de su programa y del programa de los demás ... se redactan leyes de compromiso que aplican y representan a todos.

Hay tantas morales y conceptos de bien/mal/justo/injusto como personas, es decir, como votantes, la democracia simplemente establece unas reglas para no matarnos por ellos.

D

Para funcionar me parece bien, para eso está la Ley. pero querer solapar la Ley con lo que es bueno me empieza a parecer peligroso. En el mejor de los casos, leyes en un estado democrático, estaríamos asumiendo que los políticos tienen el don de no equivocarse, como el Papa, con lo que empezábamos a estar igual.

oso_69

"Te equivocas al insultar a quienes no piensan como tú. “Creerse dioses” es una locura y no es cierto que “muchos” de los que no pensamos como tú estemos locos. No es una buena estrategia tratarnos de locos por pensar diferente."

Si empezamos tergirversando las palabras mal vamos. En este caso pienso que el papa dice "creerse dioses" en el sentido de soberbios, y eso, como insulto, es bastante flojo.

Y estoy de acuerdo con #1. La ley nos dice lo que es legal o no, pero eso es distinto del bien y del mal, que son conceptos morales. Las leyes intentan facilitar la convivencia, pero si es legal echar a una familia de su casa porque no pagan la hipoteca, también es inmoral, desde un punto de vista ético.

Maestro_Jedi

Me llama la atención el hecho de que algunos comentarios (y el propio Papa) atribuyen automáticamente a los ateos una generalizada y, en mi opinión, injusta soberbia.

No entiendo a qué viene esto, sinceramente. Creo que la mayoría de los ateos (entre los que me incluyo) lo somos simplemente porque no creemos que unas creencias religiosas (por mucha que sea la aceptación popular que hayan adquirido) sean herramientas válidas para explicar cómo funciona el universo en el que existimos. No es que seamos "los más mejores" ni que nos consideremos por encima de los creyentes, sino simplemente que no nos basta con la fe que ellos profesan para dar una explicación automágica a todo cuanto nos rodea y queremos más.

Esto no significa que lo sepamos todo ni mucho menos (y, de hecho, nunca será así, pues el método científico permite que, en cualquier momento, se deseche cualquier idea aceptada hasta ahora si se demuestra que la nueva explica los hechos en cuestión mejor que la anterior), y creo que esta es la mejor filosofía a adoptar para poder entender cómo son las cosas con unas mínimas garantías.

Por supuesto, el que quiera puede seguir creyendo en su dios. Yo no voy a ridiculizarle por ello y será respetado (y no sólo por mí). Pero, por favor, que no se atreva a reprocharme soberbia o falta de moral porque yo no comparta sus creencias o su visión de la vida. Si quieres respeto para tus creencias, empieza por aportarlo tú a quienes no las profesen.