Hace 11 años | Por IgnacioPou a lavanguardia.com
Publicado hace 11 años por IgnacioPou a lavanguardia.com

Los rectores de las doce universidades públicas y privadas de Catalunya han acordado este viernes que establecerán una prueba propia de selectividad, en el caso de que se implante la ley Wert, que contempla una reválida para la obtención del título de bachillerato. De ser así, los alumnos catalanes deberían hacer dos pruebas para obtener el título de bachiller y acceder a la universidad.

Comentarios

Ergo

#0 Editado por carecer ya de sentido.
Aprovechando ya el comentario, recalcar esta duplicidad del sistema de educación en Cataluña:

"Si finalmente la propuesta del ministro Wert se aprueba tal y como está, los alumnos catalanes deberán realizar el examen de reválida fijado por el ministerio y, además, otra prueba, implantada por las universidades catalanas, que valorará las materias específicas que ha cursado el estudiante."

Ergo

#1 Si un alumno desea terminar el bachillerato pero no cursar una carrera no habría ningún problema, ¿no?
En caso contrario, sería mucho más fácil que dentro de las competencias en educación de Cataluña, adapten la reválida para que pueda ser convalidada con la prueba de acceso de las universidades. ¿Es tan descabellado esto que propongo?

D

El examen de acceso propuesto será:

¿Cuanto está dispuesto a pagar por entrar en la universidad?

a) 2000 euros
b) 4000 euros
c) 6000 euros
d) 8000 euros
e) Mi padre es político

Aprobarán todos los que marquen de la C en adelante.

K_os

No hay huevos

ikipol

Pues es razonable, si el control de la "reválida" cae en los institutos (incluídos los privados), habrá que controlar la veracidad de los expedientes académicos confrontándolos con el resto del alumnado

b

actualmente, la Ley Orgánica de Universidades nos dice en su artículo 42:

Corresponde al Gobierno, previo informe de la Conferencia General de Política Universitaria, establecer las normas básicas para la admisión de los estudiantes que soliciten ingresar en los centros universitarios, siempre con respeto a los principios de igualdad, mérito y capacidad.

Por tanto, primero habría como mínimo que cambiar la ley, y si se cambia esta ley y se deja de acceder a la universidad en condiciones de igualdad, mérito y capacidad, estaremos condenados a acabar con un sistema universitario como el americano, donde los alumnos salen formados teóricamente a la perfección, sí, pero tambien con deudas que arrastrarán durante los siguientes 20 años.